Desde una pésima calidad de aire, hasta inundaciones en caso de presentarse lluvias fuertes; la falta de áreas verdes en una zona conurbada deriva en serios problemas ambientales para la ciudadanía, situación que en breve Monterrey podría sufrir, de acuerdo con especialistas.
Se estima que en estos emplazamientos existe un déficit de entre 2 mil y 3 mil hectáreas de áreas verdes, lo que se traduce en que apenas existe el 1.1 por ciento del mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Guillermo Martínez Berlanga, ecologista local, advirtió que derivado de los incendios registrados en la ciudad durante los últimos meses, existen alrededor de 20 mil hectáreas afectadas que difícilmente serán reforestadas
“Si para una ciudad metropolitana como Monterrey, que son 12 municipios conurbados, no prevés tener agua, aire limpio, espacios verdes y controlar los incendios forestales, pues ahí se reúnen los cuatro elementos fundamentales de la vida: aire, agua, tierra y fuego, en esos cuatro elementos tenemos déficit”, advirtió el activista.
“Nos faltan mil 800 hectáreas de áreas verdes en la Zona Metropolitana; creemos que esas ya se han incrementado, a lo mejor ya deben de ser 3 mil hectáreas, que serían más o menos 20 espacios similares al Parque Fundidora”, afirmó.
Contaminación e incendios en Monterrey, sin mitigar
Martínez Berlanga consideró que la problemática ambiental de Nuevo León se incrementó al correr de la actual administración, esto a pesar de que el gobernador, Samuel García, afirmó que acabaría con la contaminación en dos años, aunque olvidó decir cómo.
Al mismo tiempo, consideró que la decisión de imponer como titular de Medio Ambiente a un abogado fiscalista sin experiencia en el tema, Félix Arratia, así como a Alfonso Martínez Muñoz en dos ocasiones, quien además ha sido cuestionado por presuntos actos de corrupción, no hacen más que “echar leña al fuego”.
“Inicias mal, porque ya estás con improvisados, con gente que no tiene conocimiento; para acabarla de amolar, mete a una carta muy vista, que es Alfonso Martínez Muñoz, que tiene años lucrando con el tema ambiental, entonces ahí se quedaron”, lamentó.
El ambientalista criticó la falta de experiencia y conocimiento de los responsables de vigilar la preservación del medio ambiente en Nuevo León, argumentando que sólo buscan repartir culpas en lugar de rendir cuentas a la ciudadanía.
“A estos se les quemaron más o menos 20 mil hectáreas porque creen que los incendios se pueden combatir a 40, 45 o 50 grados en junio, julio y agosto, y no, los incendios se empiezan a combatir en invierno, cuando haces la limpieza, abres los espacios suficientes para moverte el cortafuego (…) Todo lo que era imposible de depredar, ellos lo lograron; empiezan con el río, las montañas, los parques, los jardines, los poquititos espacios verdes que teníamos y así se acumula el déficit…Entonces, ¿qué es lo que pasa? Pues que de repente te truena la bomba y empiezas a repartir culpables y culpas”, criticó.
Déficit verde, lejano a estándar internacional
Por su parte, el también ambientalista y ex diputado local, Luis Armando Torres, señaló que el déficit de áreas verdes es tan grave que ni siquiera se acerca a los parámetros señalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los que indican que, en un área conurbada, se debe destinar un mínimo del 10 por ciento del territorio al mantenimiento de áreas verdes.
En la Zona Metropolitana de Monterrey, sin embargo, este porcentaje rebasa apenas el 1 por ciento de la ciudad.
“Es inmensa la cantidad de hectáreas que hacen falta en la Zona Metropolitana de Monterrey y no se ha trabajado responsablemente para que esto suceda (…) Hay un estándar de la ONU que dice que debiéramos tener un 10 por ciento por cada territorio, y aquí tenemos el 1.1 por ciento de estas áreas verdes necesarias”, comentó.
De la misma forma, el legislador señaló que, además de tener numerosos parques y jardines en el abandono, las autoridades municipales y estatales confunden actividades de arborización con las de jardinería, lo cual resulta grave, ya que el sembrado de árboles en estas áreas es clave para que no estén desmontadas y terminen siendo cedidas por el gobierno a la instalación de empresas.