Entre noviembre de 2015 y enero de 2016, al menos 13 personas perdieron la vida en el Centro de Reinserción Social de Colima (Cereso) a causa de una epidemia de hepatitis mal atendida por las autoridades de la entidad, informó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Desde finales de septiembre de 2015 uno de los internos se le detectó ictericia, fatiga y malestar general, síntomas claros de hepatitis, los cuales comenzaron a presentarse en los otros internos, quienes admitieron utilizar y compartir jeringas para consumir drogas con otros de sus compañeros.
Algunas de las víctimas fallecieron a causa de insuficiencia en el hígado, coma hepático, falla múltiple de órganos vitales, insuficiencia renal crónica, cirrosis y en general por hepatitis fulminante y tóxica, precisó la la Comisión en su recomendación al gobierno de Colima.
Reporte índigo intentó comunicarse con el Gobierno de Colima para conocer su postura sobre la recomendación de la CNDH, pero no obtuvo respuesta de forma inmediata.
Autoridades penitenciarias incumplieron con garantizar seguridad e integridad de internos al no inhibir consumo de sustancias ilícitas #CNDH pic.twitter.com/AOmj2qib81
— CNDH en México (@CNDH) 1 de noviembre de 2016
“La deficiencia en la seguridad y control por parte del personal de seguridad y custodia se originó debido a (…) falta de detección de sustancias nocivas desde el ingreso (…) y la falta de personal de seguridad y custodia”, señaló la Comisión en la recomendación.
La dependencia determinó que el Centro de Reinserción violó el derecho a la salud y a la vida de los 13 internos fallecidos, pues no cumplió de manera efectiva con su obligación constitucional de brindar atención médica a los presos, además que falló en su sistema de prevención de adicciones.
La Comisión precisó que aunque se brindó atención médica a las víctimas y se encontró al interno que distribuía la heroína en el Ceres, estas medidas fueron insuficientes, pues la cantidad de guardias no correspondían al grueso de la población.
“Se inadvirtió la introducción, uso y consumo de estupefacientes y drogas de diseño (…) uso, posesión y fabricación de instrumentos punzocortantes que al ser utilizados para la introducción de drogas en las venas pusieron en riesgo la integridad física de las víctimas”, señaló la CNDH.
Finalmente, el organismo recomendó al estado de Colima y a las autoridades del Cereso que emprenda la reparación del daño causado a las víctimas y sus familiares, así como incrementar el personal de seguridad en el lugar para evitar que se repita una situación de este tipo.