Facultad de Biología crea hongo que ayuda a producir plantas saludables en zona árida
Se trata de una propuesta biotecnológica para dejar de contaminar el suelo disminuyendo el uso de fertilizantes químicos
Mónica Patricia Zúñiga MartínezCientíficos de la Facultad de Ciencias Biológicas, de la Universidad Autónoma de Nuevo León, con ayuda de la biotecnología crearon un cepario de un hongo llamado trichoderma, una propuesta biotecnológica para dejar de contaminar el suelo disminuyendo el uso de fertilizantes químicos.
La contribución de la investigación, desarrollada por la científica Elva Teresa Aréchiga Carvajal, surgió debido a la problemática que se ha vivido en Nuevo León en los últimos años por la falta de lluvia, y al mismo tiempo cuestionarse cómo le hacen las plantas de ciertas regiones extremadamente secas para sobrevivir con muy poca agua.
“Hoy en día, la Organización de las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud, entre otros organismos, participan en definir las prioridades para los seres humanos y están viendo que en los próximos años se vendrá una carencia de alimentos, sobre todo porque los suelos están empobrecidos por la falta de agua”, indicó.
Como parte de la investigación, un equipo de científicos de esta facultad se dio a la tarea de visitar una zona completamente desértica del municipio de Mina, donde se tomaron muestras del suelo en donde habitaban ciertas plantas que pasaban por esta situación de escasez de agua.
“Los beneficios de nuestra investigación son que tenemos la forma de dejar de contaminar el planeta y hacer cultivos saludables. Podemos disminuir el calentamiento global utilizando productos naturales. Y en Nuevo León hay una riqueza microbiológica increíble que no se ha explorado y que puede servir para desarrollar diversos productos biotecnológicos”, destacó.
La científica de la UANL explicó que después de analizar en el laboratorio las muestras de suelo extraídas en el municipio de Mina se obtuvo este cepario de un hongo a nivel biotecnológico que se llama trichoderma.
“Cuando estudiamos los trichodermas, corroboramos que fueran resistentes a la sequía y al pH alcalino y, una vez que lo comprobamos, pusimos semillas de sorgo a crecer en suelo árido y con bajas cantidades de agua. Por otro lado, pusimos otro grupo de semillas de sorgo sin el hongo en el mismo suelo y lo que encontramos fue que las plantas de sorgo con trichoderma lograron crecer y ser 20 por ciento más productivas que si no lo tuvieran”, señala.
Elva Teresa Aréchiga indicó que la implementación de este microorganismo es un beneficio directo para los agricultores, ya que les permitirá usar menos pesticidas, dejar de empobrecer el suelo y producir cultivos más sanos debido a que la absorción de los nutrientes se da de manera más natural.
El estudio “Reducción de agroquímicos y mitigación de sequía en suelos áridos del Norte de México” de la doctora Elva Teresa Aréchiga Carvajal fue ganador del Premio de Investigación UANL 2023.