Los ladrillos de este material disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero porque no requieren cocción. Foto: UNAM

Fabrican ladrillos con cascajo; estas son las ventajas

17 mil ladrilleras artesanales fabrican de 30 a 50 por ciento de la producción en México

María Neftalí Rojas Valencia encontró una oportunidad en las aproximadamente 14 mil toneladas de residuos de construcción y demolición que se generan al día en la Ciudad de México: Fabricar ladrillos.

La científica del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y sus colaboradores han fabricado bloques o ladrillos con diferentes formas y tamaños para aprovechar los desechos de la construcción y los residuos más pequeños obtenidos de la tala.

El desarrollo, que está patentado, utiliza una mezcla con un elemento innovador: El mucilago, sustancia viscosa del nopal para sustituir el uso de agua y cal.

Pruebas de resistencia, avaladas por especialistas

“En otras investigaciones que hemos continuado desde 2015 hemos hecho mezclas de residuos de construcción con aserrín, desechos de las industrias azucarera y papelera, PET, vidrio y cartón con buenos resultados”, añadió Rojas Valencia.

Las combinaciones son sometidas a diversas pruebas, entre ellas de erosión e intemperismo: En una cámara se simulan los rayos ultravioleta y la lluvia ácida y se determina qué les pasa a los nuevos materiales; incluso se proyecta lo que les ocurrirá a futuro.

“Tenemos la fortuna de contar con especialistas y equipos en el Instituto de Ingeniería donde nos ayudan a hacer pruebas de los ladrillos, como las de resistencia a la compresión. Con todo ello cubrimos lo que solicita la normativa de manera eficiente y controlada”, afirmó.

Con los ladrillos fabricados en el instituto se elaboraron macetas y jardineras, así como bancas, guarniciones y otro mobiliario urbano. “Además, con residuos de construcción se colocaron banquetas mezcladas con vidrio; aún después de un lustro de trabajo rudo siguen en perfectas condiciones”, relató Rojas.

Producción ecoamigable

El reto actual para las construcciones sustentables que requieran certificaciones por parte de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) es hacerlas sin desperdicios, usar tecnologías y materiales sustentables, tener buenas prácticas a partir del inicio del proyecto y utilizar materiales reciclables en sustitución de los convencionales.

Debido a lo anterior, Neftalí Rojas señaló otra innovación: El uso de desecadores solares para secar los ladrillos, pero sin originar gases de efecto invernadero porque no se utiliza leña, llantas o aceite, como se elabora de forma convencional.

De tiradero a piso fértil

Mediante la utilización de restos de edificación también se pueden conformar terrenos. “No se requiere triturar sino elegir los fragmentos más pequeños”. De igual forma, han sido empleados en tecnosuelos.

“En Bordo Poniente, donde antes era un depósito de basura, se ha puesto una cama de residuos de construcción, luego una de composta que ahí mismo se produce, tierra y se ha logrado sembrar con éxito diferentes vegetales”, argumentó la investigadora.

Ventajas de los ladrillos con agregados reciclados

  • Disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero porque no requieren cocción
  • Se reduce la explotación de bancos de materiales vírgenes
  • Se minimiza el costo de transporte
  • Se pueden modificar tamaños y formas, de acuerdo con las necesidades
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