El hombre tras el pasamontañas
Después del primero de enero de 1994 los movimientos sociales en México nunca volvieron a ser igual, las voces de lucha y reclamo contra el gobierno se hicieron presentes bajo un rostro cubierto por una máscara, cual héroe anónimo sacado de una novela o comic, que solo pedía libertad.
Hidalgo Neira
Después del primero de enero de 1994 los movimientos sociales en México nunca volvieron a ser igual, las voces de lucha y reclamo contra el gobierno se hicieron presentes bajo un rostro cubierto por una máscara, cual héroe anónimo sacado de una novela o comic, que solo pedía libertad.
El Subcomandante Marcos pasó a ser una figura contestataria e insurgente de manera inmediata, los indígenas chiapanecos estuvieron a su lado para levantar el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y la administración federal en curso no tardó en desacreditarlo al desenmascarar al hombre tras el pasamontañas: Rafael Sebastián Guillén Vicente que hoy llega a seis décadas de vida.
23 años pasaron del levantamiento armado, el Subcomandante cambió el Marcos por Galeano –atribuyendo que cuando un compañero muere en lucha no debe ser olvidado y hay que tomar su nombre al morir– y el EZLN sigue en pie, pero ahora bajando las armas para, a través de la voz, conseguir las urnas electorales.
El 28 de mayo pasado el Consejo Nacional Indígena (CNI) anunció que María de Jesús Patricio Martínez era elegida como la vocera del Consejo Indígena de Gobierno (CIG) y candidata presidencial para el 2018 que contará con el apoyo del EZLN.
Galeano a sus 60 años sigue al frente de una batalla que es más ideológica que de pólvora y plomo, quien a falta de comulgar con los partidos existentes, prefiere impulsar la carrera política independiente de Patricio Martínez, mujer nahua originaria de Tuxpan, Jalisco y además médico que impulsa la sanación indígena tradicional.
Lucha desde las letras
La vida de Rafael Sebastián Guillén Vicente antes de 1994 ya era de combate ideológico, pero no en la selva, sino en las aulas, ya que el egresado en Filosofía de la UNAM se desempeñó como catedrático de la carrera de Diseño para la Comunicación Gráfica.
En un reportaje publicado por Proceso se describe como es que Vicente Leñero logró conseguir una fotografía de Guillén Vicente sin el característico pasamontañas, la cual fue entregada por Lourdes Valderrama quien logró capturar al Subcomandante en sus años de profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana, plantel Xochimilco en la década de 1980.
Según se describe en el artículo de 1995 el próximo guerrillero portaba barba y cabello desgarbado además de llevar el mote de Guillomas, quien exigía a sus alumnos leer a Charles Marx, Michel Focault, Mao Tse Tung, entre otros liberales de pensamiento.
Dando guerra desde internet
Los posicionamientos del EZLN viajaron rápido a otras partes del mundo cuando fueron lanzados en 1994, teniendo encabezados en los grandes diarios de todas las latitudes. The New York Times llamó a la lucha zapatista “La primera revolución postmoderna en el mundo”.
Galeano ha sabido aprovechar los focos mediáticos, pero una gran herramienta que le ayuda a sofocar cualquier censura es el uso del internet, donde sube de manera íntegra los manifiestos del EZLN, además de hacer públicas las demandas de los indígenas inconformes.
El primer día de enero de 1999, al quinto aniversario del levantamiento de armas, el entonces Subcomandante Marcos marcaba en su discurso un planteamiento pacífico, llamando a derrotar el conformismo y seguir exigiendo derechos contra la injusticia.
“Llamamos a todos y a todas no a soñar, sino a algo más simple y definitivo, los llamamos a despertar”, firmó el insurgente.
La novela espía
Un personaje en común y dos autores para llevar la historia a cabo fue la encomienda que el insurgente le propuso a Paco Ignacio Taibo II, por medio de una carta, para darle vida nuevamente a Héctor Belascoarán Shayne en “Muertos incómodos”, que se publicó en 2004.
La tarea no fue fácil, Galeano escribió los capítulos impares y Taibo II los pares, además de que el zapatista se resguardaba bajo el personaje Elías Contreras, indígena al interior del EZLN.
“Fue como una película de espías chinos”, describió Taibo II en su momento, ya que el protocolo que estableció Galeano para compartir el material escrito era sumamente estricto.
Los capítulos de Galeano le llegaban firmados en cada hoja, mientras que Taibo II enviaba los suyos a una dirección de correo electrónico que después desaparecía, y así hasta que completaron los 12 episodios de la novela policiaca.
La otra entrevista
Galeano se sentó en su momento con grandes firmas del periodismo, conversando con Julio Sherer, Vicente Leñero, Gabriel García Márquez entre otros, sin duda una de las pláticas más fuera de formalidad fue la que tuvo con Andrés Bustamante, quien se metió a la selva personificado de Ponchito y habló con el insurgente en el 2001.
“Para mí personalmente el pasamontañas no tiene ningún significado especial, para nosotros (los zapatistas) tiene un significado. Nos lo vamos a quitar cuando el conflicto termine (…) solo se puede desaparecer cuando el movimiento desaparezca, igual que las armas”, pronunció en ese entonces Galeano en torno a su anonimato.
Simpatía musical
La imagen del Subcomandante ha dado la vuelta al mundo, volviéndose un ícono revolucionario y tomado como estandarte inclusive por músicos que también buscan un cambio social. Manu Chao tomó parte de la Cuarta Declaración de la Selva Lacandona publicada el primero de enero de 1996 para su canción “EZLN…Para tod@s todo…” que tocó en vivo para el disco Radio Bemba Sound System del 2002.
El dueto electrónico Thievery Corporation utilizó una fotografía del activista para la portada de su quinto álbum “Radio Retaliation”. Los músicos se han pronunciado en pro de los derechos humanos, programas alimentarios y han hecho llamados a detener la agresión y guerra en el mundo.