A justo tres meses de su detención, el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, será extraditado a México este próximo lunes, y le espera un largo proceso penal que tendrá que enfrentar desde una celda del penal de máxima seguridad El Altiplano.
Los ilícitos por los que es requerido el exgobernador de Veracruz son los de lavado de dinero y delincuencia organizada, pues de acuerdo con fuentes de la PGR Javier Duarte de Ochoa es presunto responsable de encabezar una de red delictiva que pudo desviar y triangular dinero del erario por un monto estimado en más de 223 millones de pesos.
La extradición de Javier Duarte de Ochoa está programada para el lunes 17 de julio, fecha en la que el poder judicial de Guatemala hará entrega formal del reo al Gobierno de México para que lo sujete a proceso penal en base a la indagatoria que se le ha integrado por parte de un juez federal, radicado en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.
Aun cuando el juez del proceso está asentado en la jurisdicción del Reclusorio Norte, Javier Duarte de Ochoa no será internado en esa cárcel de la Ciudad de México, estimó una fuente extraoficial de la PGR, la que consideró que “el delito por el que se le acusa amerita ser recluido en una cárcel federal, en donde la más viable por su cercanía al juzgado que lo procesará es el Centro federal de Readaptación Social número 1 El Altiplano, ubicado en Almoloya en el Estado de México”.
De esa forma, el exgobernador Javier Duarte de Ochoa dejará la relativa comodidad de la cárcel del Cuartel de Matamoros, en Guatemala, para ser recluido en una de las cárceles más duras del sistema penitenciario federal.
La comodidad en Guatemala
De acuerdo con la versión del periodista guatemalteco Leopoldo Salvador Batz, que sigue de cerca el proceso de Javier Duarte de Ochoa en aquella nación, “sin duda el cambio de prisión del exgobernador de Veracruz será brutal, pues aquí estaba acostumbrado a una vida cómoda dentro de la prisión, la que seguramente será distinta a la que enfrentará en cualquiera de las cárceles federales de México”.
El periodista explicó a Reporte Indigo que entre los privilegios de los que goza Javier Duarte dentro de la prisión del Cuartel Matamoros destaca “la posibilidad de comer tres veces al día lo que a su antojo quiera; cuenta también con el privilegio de hacer llamadas telefónicas y acceder a los servicios de salud las veces que él lo disponga, además de solicitar la lectura que él desea”.
La cárcel del Cuartel Matamoros, que se ubica dentro de la jurisdicción geográfica de la ciudad de Guatemala, es la cárcel más cómoda de ese país.
Resalta frente a las condiciones que imperan en otras prisiones como las de “Infiernito”, “Pavón” o la “Prisión de la Zona XVIII”, en donde la mayoría de los reos tienen que luchar por sobrevivir en forma diaria, al no contar siquiera con la posibilidad de una alimentación segura.
En máxima seguridad
La vida carcelaria del exgobernador Javier Duarte de Ochoa será distinta después del próximo lunes 17 de julio.
Con su internamiento en una cárcel federal de máxima seguridad, sus compañeros de pasillo podrían ser los narcotraficantes Servando Gómez Martínez, “La Tuta”; Fernando Sánchez Arellano, “El Ingeniero”, líder del Cártel de Tijuana; el secuestrador Daniel Arizmendi, “El Mochaorejas”, o Jesús Reyna García, exgobernador de Michoacán.
El exgobernador de Veracruz será sujeto a proceso bajo el Nuevo Sistema de Justicia Penal.
Javier Duarte de Ochoa tendrá que encarar una primera audiencia ante un juez de control, en la que se validará la detención y el Ministerio Público de la Federación hará la exposición inicial del caso, en donde por la gravedad de sus delitos no podrá enfrentar su proceso en libertad.
Tras la primera audiencia, en un periodo de entre 72 a 144 horas, el juez de control determinará, tomando en cuenta lo establecido en el expediente y lo que aporte la defensa del inculpado, si lo somete o no a proceso por los delitos que se le señalan.
En ese momento procesal el inculpado estará en posibilidad de declararse responsable de los ilícitos señalados, lo que de ser así abreviaría el proceso, pues de proceder el enjuiciamiento -como todo lo apunta- Javier Duarte de Ochoa será sometido a un periodo de investigación complementaria.
El periodo de investigación podría durar entre tres y seis meses, a fin de que la defensa y la parte acusadora reúnan las pruebas que acrediten sus hipótesis, al término vendrá el proceso del juicio oral definitivo y la correspondiente sentencia, la que podría ser de entre 40 a 50 años de prisión.
En su celda, el exgobernador de Veracruz estará vigilado las 24 horas del día por dos cámaras de seguridad.
No podrá dormir a menos que se lo autoricen. La luz de su celda no se apagará en ningún momento. Pasará lista a las 06:00, 09:00, 11:00, 15:00, 17:00 y 21:00 horas. No tendrá actividades recreativas ni podrá salir al patio, y solo tendrá acceso al servicio médico en caso de gravedad.