Extorsión en Santa Catarina

Decenas de comerciantes levantaron la voz ante el cobro de piso y extorsiones los cuales, desde hace unos meses, son llevados a cabo por personal del municipio de Santa Catarina.

La excesiva corrupción que se vive en la zona derivó en la inconformidad de la ciudadanía, y, principalmente, de los pequeños y medianos empresarios y comerciantes, quienes sufren el constante hostigamiento para pedir “moche” a cambio de dejarlos trabajar.

El cobro de piso ejecutado por personal de la Dirección de Protección Civil y de la Dirección de Comercio mantiene asolados a vendedores ambulantes, dueños y representantes de talleres mecánicos, de soldadura, de torno, así como a propietarios y trabajadores de comercios como tiendas de abarrotes, depósitos, salones de fiestas, negocios de compra venta de chatarra y renta de quintas para fiestas, además de pequeñas fábricas con distintos tipos de productos, incluso,limpiavidrios que operan en los semáforos sufren a diario de la corrupción ejercida por la administración municipal encabezada por Jesús Nava Rivera.

La corrupción ha llegado al punto de que personal de Protección Civil descuida sus actividades para visitar negocios donde, con argumentos menores, amenazan con cerrar o  clausuran los comercios, a pesar de que estas supuestas infracciones no proceden ante la ley, para exigir montos que van de los 5 mil a los 30 mil pesos.

Reporte Índigo constató que, efectivamente, personal de esta dependencia, que carece de conocimientos legales, visitan diariamente negocios para amenazar con clausurar si no dan dinero.

Además, a pesar de que este medio de comunicación solicitó información respecto a la cantidad de establecimientos de todos los giros que hay en el referido municipio, la autoridad no la entregó. Sin embargo, se estima que en Santa Catarina hay un aproximado de 2 mil 500 establecimientos, por lo que se presume que las extorsiones ascienden a varios millones de pesos por semana.

“Es una alberquita que tenemos ahí para nosotros, pues es nuestro modo de vida, con eso podemos salir adelante después de la pandemia que se vino y apenas estamos tratando de recuperarnos y ya van dos, tres veces que han llegado y nos han solicitado el permiso y todo eso, y hemos acudido, pero creo que lo que comentan es que no existe el giro.

“Hemos tratado de hacer las cosas bien, y nunca hemos podido arreglar; dos veces nos han caído dependencias de gobierno y nos dicen que van a clausurar y van a cerrarnos, entonces a final de cuentas nos piden una parte del dinero, esas dos veces han pedido 5 mil pesos, y una tercera vez nos cayeron ya con policía y todo, en plena merienda llegaron y que iban a clausurar y pues no se me hace justo lo que está pasando”, afirmó Jorge, representante de un comercio tipo quinta con alberca que se renta para fiestas.

Expresó que quieren tener su negocio en regla, pero que la misma autoridad municipal les pone trabas, ya que al estar en orden, ya no pueden pedir dádivas los inspectores de comercio.

El propietario de un taller mecánico comentó que a él, personal de Protección Civil, mismo que ingresó a su establecimiento sin permiso y con amenazas de clausura, bajo el argumento de que no tenía el manual de contingencia, le solicitó 30 mil pesos.

“Entonces yo les dije ‘dame la oportunidad para terminar el manual y poderlo presentar’ y me dijeron que no, que yo lo debo de tener aquí al momento, yo les dije que si había una persona con quién hablar y me diera oportunidad de seguir trabajando mientras lo presentaba, lo cual me dijeron que no, que tenían que trabajar, les insisto y me dicen, ‘déjame hablar con el jefe’ y luego ya me dijeron que se arreglaba la situación con 30 mil pesos para ya no clausurar”, dijo Juan, propietario del negocio.

Hasta las oficinas de esta casa editorial llegaron videos anónimos, en los que se muestra como personal de Comercio de Santa Catarina retira puestos de tacos o de alimentos si no dan “mordida”.

Otro tipo de corrupción

En la Dirección de Tránsito de Santa Catarina, la corrupción también se ejerce en grande, solo que su personal opera de distinta forma.

El esquema consiste en instalar diariamente un retén en el bulevar Luis Donaldo Colosio, en el sentido que va de poniente a oriente, justo al pasar una curva, para detectar automovilistas que circulen a “exceso” de velocidad, marcarles el alto y solicitar “moche” de entre 500 y 2 mil pesos, a cambio de no decomisar el vehículo.

Otro tipo de actividad derivada de la corrupción es hacer recorridos después de las 23:00 horas para colocar pegotes en vehículos para advertir un supuesto abandono, a pesar de no haberse comprobado por parte de los agentes de tránsito que exista tal, para,  posteriormente, durante la madrugada decomisar los automóviles.

De esta forma, se generan también beneficios para la empresa que utiliza las grúas para el traslado y el corralón, del que no se tiene información que haya sido licitado tal servicio.