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Exigen cuentas a UdeG por 341 MDP

El año 2013, primero del rectorado de Tonatiuh Bravo Padilla al frente de la Universidad de Guadalajara (UdeG), dejó anomalías por casi 341 millones de pesos en el ejercicio de los recursos federales que recibió, según reportes de la Auditoría Superior de la Federación (ASF). 

En la fiscalización de los Subsidios Federales para Organismos Descentralizados Estatales, de la cuenta pública 2013 y publicados en 2015, la UdeG resultó ser la segunda universidad pública estatal del país con los manejos financieros más desaseados. 

"…la entidad fiscalizada o instancia competente procederá, en el plazo establecido, a la recuperación y reintegro a la cuenta de la Tesorería de la Federación del monto observado"
ASF
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El año 2013, primero del rectorado de Tonatiuh Bravo Padilla al frente de la Universidad de Guadalajara (UdeG), dejó anomalías por casi 341 millones de pesos en el ejercicio de los recursos federales que recibió, según reportes de la Auditoría Superior de la Federación (ASF). 

En la fiscalización de los Subsidios Federales para Organismos Descentralizados Estatales, de la cuenta pública 2013 y publicados en 2015, la UdeG resultó ser la segunda universidad pública estatal del país con los manejos financieros más desaseados. 

La ASF observó un monto de 340 millones 963 mil 800 pesos por irregularidades detectadas en su uso por la UdeG, lo que la colocó solo por debajo de la Universidad Autónoma de Guerrero, cuyas anomalías ascendieron hasta los 715 millones 363 mil 700 pesos. 

A nivel nacional, los montos observados en todas las universidades públicas sumaron 2 mil 20 millones 534 mil 500 pesos, esto quiere decir que de cada cinco pesos que fueron cuestionados por la ASF en esas instituciones, uno fue gastado por la UdeG (17 por ciento). 

Son diversas las irregularidades señaladas, pero la del impacto más cuantioso consiste en las erogaciones discrecionales que hizo la UdeG, como gastos a comprobar por 628 millones 836 mil 800 pesos, “de los cuales”, dice la ASF, “no se presentó la documentación comprobatoria correspondiente”. 

Es decir, que a pesar de que la ASF hizo la revisión del ejercicio 2013 cuando este ya había concluido, aun así la UdeG no pudo mostrar los respaldos documentales que avalaran el destino de esa bolsa millonaria, por ejemplo, las facturas que debieron otorgar los proveedores. 

De ese gran monto ejercido en cuentas por comprobar, 252 millones 352 mil 200 pesos provinieron de la Federación, y es sobre estos que la ASF le está exigiendo a la UdeG que rinda cuentas con los documentos respectivos: 

“Para que la UdeG aclare y proporcione la documentación justificativa y comprobatoria”. 

Esto significa que hubo otros 376 millones 484 mil 600 pesos erogados con esa discrecionalidad, ya no federales sino provistos por el Estado, y sobre los que ninguna instancia ha demandado la misma justificación de su uso, ni la Auditoría Superior del Estado de Jalisco (ASEJ), ni la Contraloría universitaria.

Hay más

Otro de los señalamientos que hace la ASF a la UdeG, es que ésta aseguró que no había reintegrado a la Federación nada de los 3 mil 956.3 millones de pesos que recibió en 2013, porque los había devengado en su totalidad para el 31 de diciembre, esto es, que no había quedado un peso sin usar. 

Sin embargo, el órgano federal detectó en la cuenta bancaria de la UdeG un saldo de 11 millones 545 mil 400 pesos, “sin que la universidad especificara la fuente de financiamiento”, y de estos, 4 millones 633 mil 200 pesos serían federales. 

La UdeG tendrá que esclarecer de dónde salió ese remanente no reportado, de no hacerlo, “la entidad fiscalizada o instancia competente procederá, en el plazo establecido, a la recuperación y reintegro a la cuenta de la Tesorería de la Federación del monto observado”. 

Por último, según el convenio de apoyo financiero federal, la UdeG podía destinar a las prestaciones de sus trabajadores, no ligadas al salario pero autorizadas en los contratos colectivos, un total de 161 millones 758 mil pesos, no obstante, se excedió en 83 millones 978 mil pesos. 

Si la UdeG no logra aclarar y justificar todos estos montos observados, tendrá que devolverlos a la Federación. 

Vieja historia

No es la primera vez que la ASF detecta en la UdeG erogaciones multimillonarias a través de cuentas a comprobar, gastando primero y dejando para después la elaboración u obtención del respaldo documental que debería tener todo uso legal de los fondos. 

En la cuenta pública 2012, último año del ex rector Marco Antonio Cortés –que, como el actual, representan la continuidad de la hegemonía del ex rector Raúl Padilla-, la ASF dijo:

“Se verificó mediante la revisión del documento denominado Cierre del Ejercicio, que la UdeG realizó erogaciones por concepto de ‘Gastos por comprobar’ por 210 millones 587 mil 700 pesos de recursos federales, sin que a la fecha de la revisión se presentara la documentación justificativa y comprobatoria que ampare el gasto”.

La UdeG tuvo que remitir respaldos que ampararan 30 millones 700 mil 100 pesos, pero “quedando pendiente un importe por aclarar de 179 millones 887 mil 600 de pesos”, dice aquel informe. 

Hegemonía

Los hallazgos de la ASF en la UdeG tras revisar un solo año de ejercicio, son altamente contrastantes con los resultados de su Contraloría interna, que de 2007 a 2014 arrojó únicamente tres auditorías “en las cuales pudiera existir daño al patrimonio universitario”. 

Contrastan también en transparencia. Mientras la ASF da publicidad inmediata a sus dictámenes, los de esa Contraloría yacen en opacidad (recientemente el Instituto de Transparencia e Información Pública de Jalisco ratificó su decisión para no dar detalles de las auditorías con anomalías). 

La ASEJ tampoco transparenta sus informes, pueden pasar años antes de ser públicos, aunque esto podría corregirse con reformas locales.

Ya antes Román Munguía, profesor investigador del Colectivo de Reflexión Universitaria, advertía que mientras la Contraloría de la UdeG esté también bajo el control del ex rector Padilla, poco podrá esperarse de su fiscalización.    

“Uno de los problemas más graves de la nación es absolutamente la corrupción porque hay impunidad. En la UdeG también hay impunidad, a lo mejor sí encuentra la Contraloría casos notables, cuál es el problema, que si son amigos del licenciado ya no pasa nada”, de acuerdo con Munguía. 

En cualquier ente público, los cambios de administración, principalmente entre fuerzas políticas distintas, traen consigo la fiscalización de lo hecho por el grupo gobernante saliente, que suele transparentar los malos manejos, y a veces, sancionarlos. 

Pero eso no existe en la UdeG, apunta Munguía; desde el término del rectorado de Padilla (1989-1995), cada nuevo rector lo ha sido bajo su predominio político (salvo el desaguisado del difunto Carlos Briseño), preservando el estado actual de las cosas. 

“El peso político, el control, el manejo casi absoluto del ex rector, sigue imperando, es vigente, estamos hablando de un cacicazgo; los rectores sucesivos nunca han hecho un balance de las administraciones anteriores con relación al buen uso de los recursos, porque está entre ellos mismos, como camarilla se solapan, se autoprotegen y ahí está este tipo de complicidad”. 

Reporte Indigo pidió una entrevista en la UdeG para conocer su versión de tales observaciones, pero hasta el momento, no ha sido concedida. 

Mirada con lupa

Montos observados a la UdeG por la ASF 2013

Falta de documentación justificativa o comprobatoria del gasto
> 252,352,200

Saldos en la cuenta bancaria sin especificar la fuente de financiamiento
> 4,633,200 

Pagos excedentes de prestaciones no ligadas al salario
> 83,978,400

Total

340,963,800

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