La ex directora de comunicación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Alejandra Ezeta, respondió a la denuncia interpuesta por el propio organismo después que ella había presentado una queja formal en contra de Francisco Estrada Correa, en el órgano interno de control de la CNDH acusándolo de violencia laboral y de género.
Tras su queja, Alejandra Ezeta explicó que la propia CNDH presentó una denuncia en su contra en la Fiscalía General de la República (FGR) por lo que emitió un comunicado al respecto.
De acuerdo con la denuncia penal de la CNDH ante la FGR, demandó a Alejandra Ezeta Bagnis “por actos que pudieran ser constitutivos de delito durante el ejercicio de sus funciones”.
En un breve comunicado, el organismo público indicó que “actualmente, el Órgano Interno de Control de la CNDH se encuentra realizando una investigación sobre el proceder administrativo de Alejandra Ezeta Bagnis, sobre sus actividades como funcionaria de esta institución para deslindar responsabilidades administrativas”.
Sin embargo, en su respuesta, Alejandra Ezeta señala que el término “incendaria” que se utiliza para referirse a ella está muy alejado de la realidad, pues dar a conocer las irregularidades que envuelven su injustificado cese de la CNDH, de ninguna manera constituye una campaña de descalificación, ya que únicamente pretende ejercer su derecho a la libre expresión para evitar que se sigan vulnerando sus derechos fundamentales y los de otros.
“NIEGO CATEGÓRICAMENTE haber incurrido en alguna de las conductas que alude la CNDH, por lo que aportaré ante la FGR los elementos fácticos, jurídicos y probatorios a fin de desvirtuar y revertir (de ser procedente conforme a Derecho), las falsas acusaciones que se hagan en mi contra, pues la suscrita únicamente cumplí con las labores propias de mi cargo y me limité a cumplir las órdenes (bajo amenaza de despido) del licenciado Francisco Estrada Correa, como de la Mtra. Rosario Piedra Ibarra”, afirmó.
Además, la ex funcionaria de la CNDH argumenta que la supuesta causa en la que se pretende sustentar su cese, por faltas a la oficina, resulta inverosímil y violatorio de sus derechos laborales, toda vez que con motivo de la contingencia sanitaria derivada de la pandemia COVID-19, el personal de su área, incluyéndola, fueron enviados a sus respectivas casas para desempeñar sus labores vía remota.
Alejandra Ezeta también acusó que su cese se llevó a cabo de manera arbitraria y fuera del protocolo que la ley establece.
“Respecto de la violencia de género y discriminación, será la CONAPRED, quien se encargará de declarar la procedencia de mi acción, pues ya he aportado los elementos que fundan y motivan la misma”, concluyó Alejandra Ezeta.
