¿Cómo evitar que te anulen el voto?

La boleta que tendrán en sus manos los millones de electores el próximo 1 de julio será un auténtico crucigrama
Carlos Salazar Carlos Salazar Publicado el
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A la complicación que se presenta por las múltiples combinaciones posibles para emitir un voto (y que éste sea válido) se suman las recientes resoluciones de los órganos electorales que abonan aún más a la confusión, advierten especialistas en materia electoral.

Un acuerdo del INE, ratificado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a menos de dos semanas de la jornada electoral validó el uso de apodos o siglas en las boletas sí contarán como votos válidos, lo que abre además la puerta a la interpretación de los funcionarios y representantes de los partidos en las casillas.

De acuerdo con Arturo Espinosa Silis, Director de Strategia Electoral, experto en temas electorales estas resoluciones recientes combinadas con la complejidad de la boleta y la falta de una estrategia de comunicación clara por parte de la autoridad electoral no solo confunde al electorado sino que es inoportuna.

“En este momento cambiar la jugada, no se trata solo de lo que impacta en el elector, va desde los funcionarios de casilla y antes, desde los capacitadores. La capacitación si no es que ya concluyó en muchos lugares, ya está por concluir”

“Implican que los capacitadores y luego los funcionarios entiendan una nueva forma de contabilizar válidamente los votos dentro del cómputo y se los expresen a los funcionarios de casilla, yo no se si esto dará tiempo, me parece que no”, explica.

El especialista advierte también que al comenzar a interpretar intenciones entramos en un terreno peligroso en donde una persona puede entender una intención de un voto en un sentido y realmente ser todo lo contrario a lo que esa misma persona pensó. Y sobre todo aumenta la posibilidad de un mayor número de votos nulos involuntarios.

“La premisa del voto es que es libre y es secreto. Si empezamos a interpretar cosas entonces de cierta manera le quitamos libertad y esa secrecía. Vamos a entrar en un territorio subjetivo de lo que cree el presidente de casilla o lo que cree un consejero distrital o un consejero local o un magistrado electoral que quiso decir el elector”, advierte.

Además, otra de las secuelas que podría derivar de esta confusión es que los resultados de la elección y su validación podrían demorar más tiempo, con el riesgo de un potencial conflicto poselectoral derivado de la inconformidad de los actores políticos y del electorado.

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