Gustavo Granados De la Rosa, responsable de Epidemiología para el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Baja California Sur, hizo un llamado a no estigmatizar las formas de contagio por viruela símica después de que la OMS asegurara que hasta el momento las principales víctimas han sido hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres.
“Algo controversial de esta enfermedad es que se le está dando mucha difusión a que la transmisión se da por contacto sexual y más frecuentemente en hombres que tienen sexo con hombres, sin embargo, no es así, todos tenemos el mismo riesgo de contagio, porque es cara a cara o boca a boca y no necesariamente por vía sexual”.
Sin embargo, también dice que esta enfermedad representa una alerta menor en comparación con el COVID-19, ya que su forma de contagio es necesariamente por contacto.
“El virus es menos capaz de adaptarse al ambiente que el COVID-19, dura poco tiempo, requiere algunas condiciones específicas, como temperatura templada, entonces, otra manera de adquirirlo es por utilizar los mismos objetos que alguien con el cuadro agudo utilizó, sin ser desinfectados”.
El pasado 25 de julio, la Secretaría de Salud publicó un segundo Aviso Epidemiológico y activó el portal de internet viruela.salud.gob.mx, con el fin de impulsar las medidas de prevención, además de dar un protocolo de acción por contagio de la viruela.
“Es una enfermedad que se puede confundir con rubiola o sarampión, incluso las lesiones son parecidas. Y es difícil para la población diferenciarlas, porque los síntomas son similares.
“Lo primero que recomiendo es que no se automediquen, después, acudir a un médico para la valoración, porque para la población en general es difícil saber si es viruela símica o sarampión, y tercer punto, que no manipulen las lesiones, el contenido de las pústulas que se generan es altamente contagioso”, explica el especialista.
Para el epidemiólogo, la viruela símica es menos preocupante que COVID-19.
“Es importante señalar que no es una enfermedad nueva, data de las décadas de los 70 u 80, es una enfermedad reemergente, que incluso hay una vacuna para tratarla, y por ello no causa alta preocupación”.
Por último, señaló que las complicaciones más frecuentes son infecciones graves por las lesiones y algunos trastornos de alteración de conducta, sobre todo percepción a la realidad y del tiempo, derivado de la fiebre, por eso recomienda el buen control de la temperatura, evitar la manipulación de lesiones para que no se infecten y vigilar la respiración, “cualquier dificultad respiratoria puede ser un detonante”.
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