Evitan turbulencia empresarial por cancelación en Texcoco
Después de reunirse con Andrés Manuel López Obrador, representantes de las constructoras del Nuevo Aeropuerto en Texcoco descartaron que presentarán recursos legales para reclamar indemnizaciones por los contratos suspendidos
Imelda GarcíaTras un encuentro con el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, empresarios que participan en la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) se dijeron confiados en que se solucionará todo conforme a derecho y descartaron presentar recurso legal alguno contra la cancelación de las obras en Texcoco.
Hasta la casa de transición del gobierno electo llegaron Guadalupe Phillips, directora general de Empresas ICA, y Alberto Pérez Jácome, director de Hermes Infraestructura, ambas compañías con algunos de los contratos más importantes para el NAIM.
Tras casi una hora de reunión con el presidente electo, los representantes de estas empresas se dijeron tranquilos, afirmaron que respetarán la decisión del futuro gobierno Federal y lo apoyarán en otros proyectos de infraestructura.
“Muy bien, nos vamos muy tranquilos; esto se va hacer conforme a derecho y nos dejó muy tranquilos el presidente electo (…) Platicamos de apoyar la decisión y lo vamos hacer. Nosotros somos contratistas del país, nos toca trabajar por infraestructura. Nosotros queremos apoyar al presidente electo, al gobierno entrante, y lo vamos hacer”, comentó Phillips, al salir de la reunión.
Antes de que comenzara la construcción del NAIM, ICA enfrentaba problemas económicos que la habían ubicado al borde de la bancarrota. Sin embargo, en 2014, ganó contratos por 78 millones de pesos para preparar el terreno para el NAIM. En 2015 obtuvo otro contrato por 8 millones de pesos. Y en 2016, junto con otras empresas con las que formó un consorcio, ganó el contrato más oneroso para la realización del edificio terminal, con un monto de casi 85 mil millones de pesos.
En general, ICA tenía contratos en el NAIM por más de 27 mil millones de pesos.
Alberto Pérez Jácome, de Hermes Infraestructura, coincidió en que fue una buena reunión que los dejó tranquilos y confiados de que se cumplirán los acuerdos.
Pérez Jácome explicó que se instalarán grupos de trabajo para laborar en el rumbo que marcó López Obrador con la decisión de cancelar Texcoco y descartó que haya acciones legales por parte de las empresas.
“Sí, por supuesto (están descartados los amparos); vamos a hacer una conciliación ordenada y civilizada. No hay incertidumbre. Nos vamos tranquilos y confiados en que se va a actuar conforme a derecho”, insistió.
Hermes Infraestructura, a través de su empresa La Peninsular Compañía Constructora, tenía contratos por casi 13 mil millones de pesos.
Tras el anuncio, el peso perdió terreno frente al dólar; y grupos financieros y empresariales bajaron sus índices de confianza hacia México.
Fue hasta este miércoles que el gobierno electo comenzó a tener acercamientos con empresarios e inversionistas para hablar sobre la cancelación de las obras en Texcoco.
Un agrónomo a cargo de Santa Lucía
Sergio Samaniego Huerta, ingeniero agrónomo egresado de la Universidad Autónoma de Chapingo, será el encargado de desarrollar el proyecto de la transformación de la Base Militar de Santa Lucía en aeropuerto civil.
Javier Jiménez Espriú, futuro secretario de Comunicaciones y Transportes, informó que el proyecto será desarrollado por Samaniego en conjunto con Gerardo Ferrando Bravo, propuesto como próximo director del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, que opera el AICM y lo hará con el de Santa Lucía.
López Obrador pidió al equipo encargado del desarrollo y construcción del sistema aeroportuario del Valle de México terminar las obras a más tardar en tres años.
Samaniego Huerta además de ser ingeniero agrónomo tiene una maestría en Administración Pública y Privada por la Universidad Autónoma de Zacatecas y una especialidad en Valuación de Negocios en Marcha, por la misma casa de estudios. Está registrado cómo perito valuador, especializado en inmuebles agropecuarios.
Según su perfil publicado en la página de LinkedIn, Samaniego es presidente del Instituto Nacional de Valuación Agropecuaria y Forestal desde el 2016.
Además, ha laborado como ingeniero agrourbano; como director general de avalúos del Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indabin) y principalmente en numerosos despachos como especialista en avalúos y crédito.
Ha trabajado como director de una empresa pesquera y como administrador de una granja camaronera, entre otros campos de la industria agropecuaria.
En entrevista, Samaniego Huerta explicó que él será el encargado de supervisar todos los aspectos de la obra en Santa Lucía.
“Significa que me toca conducir las acciones para que la obra concluya, para que se lleve a cabo bajo los términos de ley, de los términos técnicos, bajo todas las normas. 36 meses nos dieron; (sí) es posible”, indicó.
“¿No se sacó la rifa del tigre?”, se le cuestionó.
“Es posible”, dijo, y esbozó una sonrisa.
En el año 2017, Samaniego y José María Riobóo, asesor en materia de infraestructura del gobierno electo, publicaron el libro “Sistema Aeroportuario del Valle de México” (Porrúa, 2017), en el que exponen que no se consideraron otras opciones a la construcción del NAIM en Texcoco.
Este miércoles, Reporte Índigo publicó que Santa Lucía fue aprobado aún sin contar con estudios técnicos que determinarán su viabilidad al 100 por ciento.
Javier Jiménez Espriú sostuvo ayer que algunos estudios ya comenzaron, pero otros arrancarán una vez que el gobierno electo tome posesión del cargo, el 1 de diciembre próximo.
“Están iniciados (los estudios) y los continuaremos todos, pero hay algunos que vamos a iniciar formalmente, por ejemplo el del diseño del espacio aéreo, lo iniciaremos en el momento en que seamos gobierno y tengamos las capacidades. Todos los iniciaremos a partir del 1 de diciembre”, afirmó el futuro secretario de Comunicaciones y Transportes.