El Departamento de Justicia de Estados Unidos comunicó este miércoles que se logró la captura de cuatro sujetos quienes estarían relacionados a la muerte de más de 50 migrantes, quienes fueron hallados al interior de un tráiler en San Antonio, Texas.
Christian Martínez, de 28 años y quien fue detenido, está señalado de conspiración para transportar indocumentados y según documentos judiciales se encontraron comunicaciones en el celular de Homero Zamorano, de 45 años, con el que hablaba del tráfico de personas.
De ser declarado culpable, Martínez enfrenta la cadena perpetua o la pena de muerte, mientras que Zamorano fue arrestado por cargos penales relacionados con su presunta participación en “tráfico de migrantes con resultado de muerte”.
De esta manera, el chofer, de nacionalidad estadounidense, y otros tres hombres están detenidos mientras se realiza la investigación sobre la tragedia en la que murieron 53 personas, la cual constituye el peor caso de tráfico de personas en la frontera entre Estados Unidos y México.
Fiscales federales dijeron que dos de los sospechosos, incluido el conductor, enfrentan cargos que conllevan una posible sentencia de cadena perpetua o la pena de muerte si son declarados culpables.
Otras dos personas que iban en el camión fallecieron el miércoles, con lo que la cifra total de muertos sigue subiendo desde el hallazgo inicial de 46 cuerpos el lunes en el sitio cercano a depósitos de desguace de automóviles en las afueras de San Antonio.
El tractocamión había estado estacionado con 67 personas en su interior. Entre los muertos había 27 personas de México, 14 de Honduras, siete de Guatemala y dos de El Salvador, precisó Francisco Garduño, jefe del Instituto Nacional de Migración de México.
Las autoridades ya contaban con la identificación potencial de 37 de las víctimas hasta el miércoles por la mañana, a la espera de verificar esos datos con autoridades de otros países, según la oficina del médico forense del condado Bexar. Cuarenta de las víctimas eran hombres, señaló.
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Identificar a los muertos ha sido complicado porque algunos fueron encontrados sin documentos de identidad y, en un caso, con una identificación robada. Los pueblos remotos de donde procedían algunos de los migrantes en México y Centroamérica carecen de servicio telefónico para hablar con familiares, y los datos de las huellas digitales requieren ser enviados al extranjero para que los identifiquen los gobiernos involucrados.
La familia de Javier Flores López aguardaba para saber si él iba en el camión. Flores López había vuelto a su casa para ver a su esposa y tres hijos pequeños en el sur de México y estaba regresando a Ohio, donde viven su padre y su hermano, y donde trabajaba en la construcción. Ahora se encuentra entre los desaparecidos, y su primo, José Luis Vásquez Guzmán, está hospitalizado en San Antonio, indicó la familia.