De acuerdo con la Fiscalía General del Estado de Jalisco, los tres estudiantes de la Universidad de Medios Audiovisuales, fueron ultimados por miembros del crimen organizado a través de la disolución de sus cuerpos sin que se haya podido establecer alguna conexión directa entre las víctimas y los criminales.
En rueda de prensa, la autoridad informó que los estudiantes fueron llevados a tres domicilios diferentes, en donde fueron atacados físicamente y luego asesinados, para finalmente disolver sus cuerpos en ácido y evitar que fueran encontrados sus cuerpos.
Estas conclusiones se dieron luego de que se encontraran rastros biológicos de dos de los jóvenes: Marcos Ávalos y Jesús Daniel Díaz, sin que hasta el momento se pudiera establecer información genética de Javier Salomón.
Se explicó que la casa en donde se realizó el vídeo para sus actividades escolares era una casa de seguridad de miembros antagónicos de la delincuencia organizada, en donde fue detenido Diego Daniel Mejía, ahora preso, junto con otras cinco personas que fueron identificados como miembros de un grupo liderado por quien la fiscalía presentó como El Cholo.
En la misma casa ya se habían encontrado drogas y armas de uso exclusivo del Ejército. Además de que este inmueble era parte del patrimonio de Diego Gabriel, quien había utilizado a su suegra como testaferro de la propiedad.
La tía de Javier Salomón se presentó como dueña del inmueble, por lo cual los estudiantes usaron el mismo para su tarea. Pero en realidad esta familiar fue identificada como administradora de una serie de estéticas que presuntamente se utilizaban para realizar labores de prostitución.
Posterior al secuestro, los estudiantes fueron trasladados a dos distintas fincas, una en Lechuza 8991 y la otra en Amapola 450, esta última en donde se presume que había material con el cual se disolvieron los cuerpos de los estudiantes.
La Fiscalía agregó que en el secuestro y asesinato de los jóvenes están involucradas ocho personas pertenecientes al Cártel de Jalisco Nueva Generación, dos de las cuales ya fueron detenidas el pasado 22 de abril y fueron vinculadas a proceso, se tratan de Gerardo y Omar.
La Fiscalía General de Jalisco concluyó tras las investigaciones que la Casa 1 o Cabaña, que era utilizada por los estudiantes para realizar su tarea de cine, era propiedad de una banda rival al Cártel de Jalisco, conocida como el Cártel Nueva Plaza.
Liz Torres, jefa de la investigación de los tres estudiantes desaparecidos, expresó que hay indicios de que más cuerpos fueron disueltos en el domicilio identificado como Amapola 450. También se señaló que la vulnerabilidad de los estudiantes a la que estuvieron expuestos fue debido a que estos se encontraban en sitios ligados a miembros del crimen.