El proyecto presentado por la Semarnat ante la Conamer fue diseñado con la misión de coordinar las acciones de la administración federal, gobiernos estatales y municipales en materia de movilidad eléctrica. Foto: Especial

Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica de AMLO, en el olvido desde 2023

El término y publicación de la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica le corresponderá a la nueva administración federal

La administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador heredó como pendiente al gobierno de Claudia Sheinbaum el término y posterior publicación de la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica (ENME), cuya elaboración quedó inconclusa desde el año 2023.

Dicho plan se considera una herramienta fundamental para que el sector del transporte en el país abandone su dependencia actual de los combustibles fósiles, causantes del cambio climático, y transite hacia una mayor utilización de las energías renovables.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) informó vía transparencia a Reporte Índigo el estatus que guarda actualmente la ENME:

“La Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica aún no ha sido publicada (en el Diario Oficial de la Federación). Se detuvo la publicación de la estrategia ya que la Conamer (Comisión Nacional de Mejora Regulatoria) consideró que se debe contar con un proceso participativo más amplio antes de su publicación.

“La estrategia sigue en proceso de elaboración. Se considera que la estrategia presenta un 99 por ciento de avance”, indica la respuesta del organismo en el documento con folio 330026724003726.

Objetivos de la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica

El proyecto presentado por la Semarnat ante la Conamer en marzo de 2023 fue diseñado con la misión de coordinar las acciones de la administración federal, gobiernos estatales y municipales en materia de movilidad eléctrica.

Así lo indica el “Acuerdo por el que se expide la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica” disponible para su consulta en la página de internet de la Comisión Nacional, órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Economía.

El propósito de la estrategia es transitar hacia esquemas de movilidad sustentable que permitan cumplir con los objetivos planteados para posicionar al país como líder en la movilidad eléctrica, “mejorando las condiciones medioambientales de las ciudades del país y, con ello, la calidad de vida de las y los mexicanos que en ellas habitan”.

El objetivo general del plan es “establecer las bases y pautas ambientales, técnicas, tecnológicas, financieras, legales, institucionales y administrativas que permitan posicionar a la movilidad eléctrica a nivel nacional como una alternativa viable y sustentable para la reducción efectiva de GEI (Gas de efecto invernadero) y de emisiones contaminantes”.

Este rezago en la publicación de la ENME significa que el gobierno del expresidente perdió la oportunidad de impulsar la transformación del sector de transporte nacional, uno de los mayores generadores de los gases contaminantes que provocan el cambio climático.

Así lo diagnostica el documento inconcluso: “El Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero en su última actualización 1990-2019, señala que la segunda fuente de emisión que más contribuye a las emisiones nacionales correspondió al transporte.

“Con una aportación total de emisiones del sector de 18.5 por ciento, el autotransporte representa una contribución casi total del sector, con 136 MtCO2e (toneladas métricas equivalentes de dióxido de carbono)”.

Los pactos globales que se buscaban cumplir

Entre los apartados más importantes de la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica, destaca el que enlista las metas específicas proyectadas para que México avanzara firmemente hacia la electrificación del transporte.

“(Estas) se encuentren alineadas con los compromisos adquiridos ante la adhesión de México al Pacto de Glasgow por la electromovilidad, firmado y robustecido durante la Conferencia de las Partes en su edición 26 y 27.

“Las metas internacionales comprometidas para la descarbonización del sector transporte requieren para su cumplimiento de esfuerzos considerables e implican la introducción masiva de vehículos eléctricos e híbridos conectables, tanto ligeros como pesados, así como el consecuente despliegue de infraestructura para su funcionamiento”, detalla el anteproyecto público.

 Esto preveía el gobierno con la publicación de la ENME

Las metas nacionales se encontraban divididas por escenarios; por ejemplo, para el año 2030 figuraban la integración de la venta de vehículos ligeros y pesados, en un 50 por ciento, de unidades cero emisiones, compuesto por vehículos eléctricos e híbridos eléctricos conectables.

“Se desarrollará un sistema de carga eléctrica público, para vehículos eléctricos ligeros y pesados, tanto en las ciudades como en las principales carreteras de México.

“La electrificación del transporte coadyuvará a reducir de manera acumulada al 2030, 30 millones de MtCO2e, que, con base en las tendencias actuales, se considera será alcanzado gracias a la introducción de por lo menos 7 millones de vehículos ligeros (21.3 MtCO2e) y 338 mil  vehículos pesados (2.8 MtCO2e por autobuses eléctricos y 5.8 MtCO2e por vehículos de carga eléctricos), en el periodo de 2022 a 2030”, señala el texto.

Hacia el año 2040, por su parte, las metas a alcanzar vislumbraban que el 100 por ciento de las ventas de vehículos ligeros y pesados de pasajeros sería de transportes eléctricos e híbridos eléctricos conectables.

“Se contará con un sistema de cargadores eléctricos suficientes, abiertos y homologables en las 10 principales ciudades del país para vehículos ligeros y pesados.

“(Esto) coadyuvará a reducir de manera acumulada al 2040, 129 MtCO2e, que será alcanzado gracias a la introducción adicional a la flota al 2030, de 22 millones de vehículos ligeros (75.8 MtCO2e) y 894 mil vehículos pesados (7.6 MtCO2e por autobuses eléctricos y 15.3 MtCO2e por vehículos de carga eléctricos)”.

Finalmente, hacia el 2050, el objetivo era que el 100 por ciento de las ventas de vehículos ligeros y pesados de pasajeros fuera de vehículos eléctricos.

“Se logrará reducir de manera acumulada en el periodo 2022 a 2050, 272 MtCO2e, que será alcanzado gracias a la introducción adicional a la flota del 2040, de 31 millones de vehículos ligeros (117 MtCO2e) y 987,000 vehículos pesados (8.4 MtCO2e por autobuses eléctricos y 17 MtCO2e por vehículos de carga eléctricos)”.

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