Venezuela vivió una jornada intensa derivada de la autoproclamación como “presidente legítimo” del opositor Juan Guaidó. El acto del presidente de la Asamblea Nacional venezolana fue recibido con beneplácito por la oposición del país sudamericano y por Estados Unidos, Colombia, Perú, Brasil, Ecuador, Paraguay, Costa Rica y Argentina.
En ese contexto, Nayar López Castellanos, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, apuntó que la crisis política de Venezuela es el reflejo de un proceso complejo que ha vivido durante los últimos 20 años.
Ha existido una transformación de la nación (Revolución Bolivariana) protagonizada primero por Hugo Chavéz, luego por Nicolás Maduro y, por otro lado, una oposición de derecha que no ha querido aceptar las nuevas reglas de reconstrucción del Estado.
Para el especialista en Estudios Latinoamericanos, no es la primera vez que se vive esto, “ha habido varias intentonas de golpes de Estado desconociendo al gobierno, el actual se eligió el año pasado y participó la oposición. La figura de Juan Guaidó no tiene origen popular ni el respaldo de la base social, están desconociendo un proceso en el que participaron casi 10 millones de venezolanos”.
Por otro lado, que varios países de la región participen en el reconocimiento de Guaidó es parte de una estrategia geopolítica de Estados Unidos con el objetivo de derrocar a un gobierno que con todo y sus errores se ha mantenido.
Crearon una nueva figura ante el desgaste de Capriles pero Guaidó viene de la camada de opositores que no han querido reconocer la lógica de la democracia de Venezuela, no saben cómo volver a tomar protagonismo, no tienen un proyecto de nación como tal.
López Castellanos aseguró que es una situación compleja la que se espera en los próximos días en el país sudamericano, sin embargo, mientras no se alteren factores de poder puede diluirse la situación.
“Maduro deberá tener el respaldo del ejército, el apoyo de una mayoría de la sociedad y el reconocimiento de países de importancia geopolítica como Cuba, China, Turquía, etcétera. Pero también respetar su soberanía y dejar que los venezolanos resuelvan sus problemas internos a través del diálogo. Muchas veces se magnifica lo que pasa, no quiere decir que no tengan problemas, claro que sí, pero no se tiene la lectura completa de lo que ha pasado en Venezuela en los últimos años”, finalizó.
Con información de UNAM Global
