Estrategia clara para la tecnología, elemento fundamental
Para que la tecnología trabaje en favor de los alumnos y su educación, se necesita desarrollar un plan para determinar cómo se van a utilizar estas herramientas y dotar a los estudiantes de las habilidades necesarias
Ernesto SantillánLa entrega de tecnología por sí sola no se traduce en un mejor rendimiento escolar para los alumnos, motivo por el cual se requieren planes específicos por parte de las autoridades educativas y los maestros para que el uso de herramientas como una laptop o una tableta en verdad conlleven un beneficio para el aprendizaje.
De acuerdo con el estudio Tecnologías Digitales al Servicio de la Calidad Educativa, de la UNESCO, no se ha encontrado una correlación directa entre mejores resultados, como por ejemplo en las pruebas PISA de lectura, matemáticas y ciencias, o en otras pruebas nacionales o internacionales, y las inversiones en tecnología en el aula.
“Desde el año 2015, millones de laptops y tablets para estudiantes se comenzaron a distribuir en América Latina. A pesar de esto, los datos con los que se cuentan acerca del uso y el impacto de las tecnologías de información y comunicación (TICs) en los países de la región son escasos”.
De acuerdo a Andreas Schleicher, director de Educación y Habilidades de la OCDE, la tecnología puede intensificar prácticas de enseñanza de alta calidad, pero no puede reemplazar y mejorar aquellas prácticas de enseñanza deficientes.
Por ese motivo, “se requieren programas con propósitos educativos explícitos, donde se prepara apropiadamente a los docentes, donde se logra introducir cambios en la prácticas de enseñanza y aprendizaje y donde hay claridad en la relación de costo-efectividad de las iniciativas”.
Adaptarse al cambio con la tecnología
El estudio “Tecnologías Digitales al Servicio de la Calidad Educativa”, de la UNESCO advierte que mientras los dispositivos y el Internet tengan un rol central en nuestras vidas personales y profesionales, aquellos estudiantes que no hayan adquirido aquellas habilidades básicas de lectura, escritura y navegación en un panorama digital, peligran estar desconectados de la vida económica, social y cultural a su alrededor.
Sin embargo, también señala que el carácter dinámico y cambiante de estas tecnologías requiere que sus usuarios actualicen sus conocimientos y habilidades frecuentemente.
“Los usuarios de las tecnologías deben aprender y desaprender a un paso acelerado. Solamente aquellos que puedan llevar este proceso de aprender por sí mismos, resolviendo problemas no rutinarios o desconocidos a manera que van surgiendo, podrán disfrutar de los beneficios de un mundo rico en tecnología e innovación”, dice el documento.