Ciro Humberto Ortiz Estrada, gerente General de Seguridad y Protección Bancarias (Seproban), señaló que cada cada 20 minutos un niño puede ser víctima de un depredador sexual en internet.
Al participar en la mesa redonda “Conoces y estás preparado para las amenazas de ciberseguridad” en la Universidad Iberoamericana (UIA) explicó que los menores quedan expuestos a través de un método llamado “ingeniería social” donde la vulnerabilidad que explota el depredador sexual es la adolescencia
“Quizá lo que llamamos la adolescencia, adolece de algo el joven, y esta persona se lo da: saberla escuchar, saberla motivar o motivarlo, comprenderle, etcétera”, explicó el especialista
Ortiz Estrada dio que regularmente el depredador busca obtener imágenes para poderlas intercambiar, luego va a pedir más imágenes o información, y si no las consigue, amenaza con subir las imágenes a las redes sociales de la familia de la víctima.
“No necesariamente la protección o el blindaje generan el mejor mecanismo para ello, porque al final favorecemos algo que yo le llamo el ciclo de la impunidad; porque nadie ha pensado que hay que ir por el sujeto, por la persona que genera la acción delincuencial”, enfatizó el miembro de Seproban.
Los ciberdelincuentes operan desde el anonimato a través de las redes, los celulares y los sistemas informáticos, por ejemplo, contactan a personas que no los conocen diciendo que son extranjeros, subiendo la foto de una mujer guapa o un hombre atractivo, que dicen ser y los quieren conocer, pero en realidad no son, ahí las víctimas aceptan el vínculo y abren todos sus datos.
La vulnerabilidad de la red
A la gente que le roban la identidad, su información o le cometen fraude es porque “no tiene conciencia de lo que puede ocurrir y de las medidas que tiene que tomar para proteger su propia información”, mencionó el Maestro David Fernández Dávalos, rector de la UIA.
“La mayor vulnerabilidad está en las personas, no en los sistemas; porque la falta de conciencia entre la gente es la que hace verdaderamente vulnerable su información, por ejemplo, al compartir sus passwords, aduciendo, ‘al cabo tú eres de confianza’. O al crear contraseñas fáciles de adivinar, ya sea porque son la fecha de cumpleaños del usuario o al cambiar una ‘E’ por un ‘3’; y pensamos que estamos súper seguros”, dijo Fernández Dávalos.
