La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió a los gobiernos tomar medidas urgentes para proteger la salud y seguridad de las personas que se encuentran detenidas en instalaciones cerradas para evitar la propagación del Covid-19.
Tanto la Oficinas en México de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), la Organización Panamericana de la Salud de la Organización Mundial de la Salud (OPS-OMS) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), dictaron una serie de recomendaciones para evitar los contagios, esto luego de que un brote de sarampión comenzara el mes pasado en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.
“Ante la declaración del Covid-19 como una pandemia por parte de la OMS, se ha enfatizado la necesidad de salvaguardar la salud e integridad de ciertos grupos en situación de vulnerabilidad, como son las personas privadas de la libertad, las cuales suman 197 mil 516 hombres y 10 mil 827 mujeres.
“Debido a las condiciones de reclusión y los espacios reducidos de convivencia al interior de los centros penitenciarios, las acciones para hacer frente a la pandemia se vuelven particularmente urgentes y relevantes”, advirtieron los organismos internacionales.
Las medidas recomendadas se encuentran en el cuadernillo “Estándares Especiales UNAPS COVID-19”, en el que recomiendan a la área médica, jurídica, de custodia y administrativa una serie de medidas para proteger a las personas privadas de la libertad, a los trabajadores, visitas y especialmente a los niños que viven en los centros penitenciaros.
El plan de contingencia prevé servicios telefónicos gratuitos para que las personas privadas de la libertad se comuniquen con el exterior; que todas tengan acceso, por lo menos una hora al día, el acceso al aire libre; distribución de alimentos en dormitorios con recipientes y utensilios particulares.
En las entradas de los centros penitenciarios, los organismos recomiendan instalar puntos de detección y tomar la temperatura regularmente a los internos. En caso de existir posibles contagiados se deben de aislar y si los caos de la enfermedad llegan a ser casos graves de Covid-19 se deberán de trasladar.
Las prisiones también deben de contar con un censo previo de pacientes con enfermedades crónico-degenerativas y una lista de hospitales a los cuales deben de acudir los internos.
