“Te refleja falta de controles o falta de seguimiento respecto al tema presupuestal en ciertas partidas"
El panorama que pinta Humberto Panti, director senior de la calificadora Fitch Ratings, sobre las finanzas públicas de Nuevo León no es nada favorable.
El analista advierte que la tendencia al financiamiento que existe en el gobierno del Estado repercutirá en el futuro en menos recursos públicos disponibles para inversión y en un incremento en el pago de intereses.
“Estamos en una situación de presión financiera”, acepta Panti.
En la actualidad la calidad crediticia de Nuevo León tiene una calificación A—, pero en unas semanas ésta podría descender a BBB+ por los altos niveles de endeudamiento que presenta el gobierno.
Panti adelanta que de mantenerse la tendencia en el Estado de contratar más deuda pública impactará negativamente en la próxima calificación crediticia que emita Fitch Ratings.
“Hemos manifestado que esta nueva información, o sea la de continuar incrementando los niveles de endeudamiento, y el no observar un claro esfuerzo en términos de contención o mayor control en el gasto operacional, podría derivar en una baja en la calificación del Estado”.
“En ese nivel de calificación nosotros todavía pensamos que el Estado puede cubrir satisfactoriamente sus compromisos financieros. Sin embargo, en ese nivel, las principales limitantes o entidades que tenemos en esos niveles de calificación, se ven reflejadas en sus niveles de inversión que cada vez serán menores los recursos propios”.
Sobre el gasto derivado de las ampliaciones presupuestales en las que incurre la administración estatal, reveladas por la semana pasada por Reporte Indigo, el analista de Fitch Ratings dice que esta práctica refleja la falta de controles administrativos en el Estado.
“Te refleja falta de controles o falta de seguimiento respecto al tema presupuestal en ciertas partidas. Son factores que se reflejan en la situación financiera o en los indicadores que nosotros evaluamos”, consideró Panti.
El especialista opina que el Estado debería de crear controles para evitar estos desajustes presupuestales y establecer prioridades en el gasto público e incluso aplicando recortes en algunas áreas.
“Efectivamente tiene que meter controles en este tipo de casos o ver qué recursos en realidad son indispensables o prioritarios en este ejercicio y empezar a ver temas de recortes”.
Panti descarta que el gobierno de Nuevo León esté en riesgo de caer en una situación crítica como la del Estado de Michoacán, que la semana pasada solicitó un rescate financiero por casi 19 mil millones de pesos.
Sin embargo, el especialista advierte sobre las consecuencias de lo que llamó “reestructuras forzadas de deuda”, en las que podría caer el gobierno de Nuevo León.
“No necesariamente es catalogado como quiebra, pero sí te refleja que el Estado está pasando por presiones financieras. Y en esas reestructuras estás mandando el problema hacia administraciones futuras”.
