Estados Unidos vs Irán: amenaza latente
La economía global no está a salvo a pesar de que se frenó la escalada del conflicto entre Estados Unidos e Irán, pues Donald Trump no bajará la guardia en un año en el que se enfrenta a un juicio político y a un proceso electoral donde busca reelegirse, por lo que cualquier país puede ser blanco de sus ataques, incluido México
Nayeli Meza OrozcoEstados Unidos sacó la bandera blanca. El presidente Donald Trump puso fin a la escalada del conflicto con Irán, sin embargo, aún existe la posibilidad de que el mundo vuelva a sufrir una sacudida en la economía ante las próximas decisiones del inquilino de la Casa Blanca.
El fantasma de una recesión global se hace cada vez más presente y el debilitamiento de las principales economías agrava esta situación.
Aunque el mandatario estadounidense envió un mensaje en el que aseguró que está “listo para abrazar la paz”, la realidad es que en este momento Trump tiene el detonador de la bomba en la mano y en cualquier momento lo puede oprimir.
El líder de la nación más poderosa del mundo dijo que impondrá sanciones financieras y económicas adicionales a Irán, las cuales se mantendrán hasta que el país de Medio Oriente abandone sus intenciones nucleares y ponga fin a su apoyo al terrorismo.
Además, hizo un llamado a las potencias mundiales a abandonar el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), un acuerdo nuclear con Irán que se estableció en 2015.
En los últimos días, las tensiones entre oriente y occidente provocaron nerviosismo y la economía global estuvo expuesta a un alto grado de incertidumbre, causando importantes fluctuaciones en los mercados de divisas y acciones, así como un incremento inmediato en el precio del oro y el petróleo superior al 4 por ciento.
Si no se hubiera frenado la escalada del conflicto, el impacto hubiera sido negativo principalmente para la confianza de los inversionistas.
También se puso sobre la mesa la posibilidad de que si continuaban las represalias en el Estrecho de Ormuz -entre el golfo de Omán y el golfo Pérsico- éste se cerraría y el crudo se dispararía generando un efecto en cadena con el precio del transporte de carga, pues cerca del 20 por ciento de los envíos mundiales de petróleo marino pasan por este lugar.
Los problemas geopolíticos y las fricciones económicas entre las principales potencias encabezan la lista del Informe Global de Riesgos elaborado por Marsh.
Luis Foncerrada Pascal, director de la Facultad de Economía y Negocios en la Universidad del Mayab, explica que tras el cese de los ataques estadounidenses el mundo podrá tomar un respiro, aunque la amenaza de que la Casa Blanca encuentre un nuevo blanco en el corto plazo es latente, en especial en un año en el que habrá elecciones presidenciales.
“En este momento existe una correlación de fuerzas compleja y mientras no haya una definición más clara de todos los factores involucrados se tendrá que esperar para conocer el verdadero impacto. La economía mundial está en una situación muy complicada y no se puede descartar que aunque la confrontación entre Estados Unidos e Irán ya terminó, el peligro sigue latente”, asegura el doctor en economía.
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Jugada sorpresa
La retirada de Irán fue vista por el presidente Trump como una victoria para Estados Unidos, pero la carta que escogió la nación árabe puede tener una jugada sorpresa. Un ataque frontal no es la opción al tomar en cuenta que los estadounidenses tienen un escudo militar muy poderoso.
Estados Unidos representa el 70 por ciento del gasto total en defensa de los estados que integran a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de acuerdo con estimaciones del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo y el Banco Mundial.
El gobierno estadounidense encabeza la lista de los países que más recursos destinan para su defensa: aproximadamente 643 mil 300 millones de dólares anuales, equivalentes al 3.2 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB).
Este desembolso solo es superado por Arabia Saudita y Rusia, países que destinan 8.8 y 3.9 por ciento de su gasto a las tareas militares.
Por lo tanto, el camino que puede tomar Irán es el de los ciberataques o en el peor de los casos que grupos extremistas busquen justicia al hacer daño a la infraestructura estadounidense u objetivos específicos.
Una de las mejores armas iraníes es su capacidad para ejecutar ataques cibernéticos generalizados en contra de las empresas estadounidenses. Durante 2012 y 2013, los bancos más importantes de Estados Unidos sufrieron fallas en sus servicios web.
Al momento de que sus clientes querían iniciar sesión, las páginas se bloqueaban dejando a los usuarios sin la posibilidad de revisar sus cuentas. A este tipo de ataque se le conoce como DDoS y se relaciona con el envío de pequeños paquetes de información en un volumen muy alto para inhibir el acceso a los servidores web.
La organización activista islámica Izz Ad-Din Al Qassam Cyber Fighters se atribuyó la responsabilidad en represalia a la serie de acciones antiislámicas del pastor estadounidense Terry Jones.
Gonzalo Monroy, director general de la consultoría GMEC, considera que en este momento no es pertinente que ningún país, en especial México, baje la guardia, a pesar del discurso pacífico del presidente Trump.
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Calma después del caos entre Estados Unidos e Irán
Los enfrentamientos entre Estados Unidos e Irán no son nuevos, esta disputa lleva más de 40 años y cada vez que sucede algún ataque o amenaza los mercados financieros la resienten.
Las tensiones provocaron ofertas en refugios seguros como son el oro y los bonos del Tesoro. Durante el lunes pasado, los futuros del oro alcanzaron su nivel más alto en casi siete años.
El rendimiento de referencia del Tesoro a 10 años ha reportado un descenso por alrededor del 1.8 por ciento durante los primeros días de este año, de igual forma la tasa ha sufrido un descalabro de 1.54 por ciento desde 1.58 por ciento.
A inicios de esta semana, el mercado de valores estadounidense sufrió un importante ajuste como consecuencia del ataque aéreo ordenado por el presidente Trump que mató al general Qassem Suleimani el 3 de enero.
Este suceso provocó un fuerte retroceso en las acciones del S&P 500 de entre 6 y 7 por ciento.
Analistas de Bank of America Merrill Lynch sugieren que la caída tan pronunciada estuvo en línea con el promedio histórico que alcanzó el índice al cierre del 2019 creando una sobrecompra, con lo que el mercado es más vulnerable a sufrir un mayor descalabro.
Sin embargo, la tendencia se revirtió este miércoles cuando las acciones terminaron con un alza después de que Trump calmó las preocupaciones de los inversionistas.
A la par los temores fueron atenuados por los tuits del ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Javad Zarif, quien confirmó que Irán no buscaba una mayor escalada, sino que “se defendería de cualquier agresión”.
El Nasdaq Composite subió un 0.7 por ciento y marcó otro máximo histórico de cierre, en tanto que el Dow Jones terminó con un alza de 0.6 por ciento, o 162 puntos más alto, y el S&P 500 cerró con un avance del 0.5 por ciento. En línea, el índice dólar subió un 0.35 por ciento, hasta 97.037, según FactSet.
Jorge Gordillo, director de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco, considera que los inversionistas mantendrán una postura cautelosa.
Al igual que las bolsas de valores, el peso mexicano tuvo una reacción inicial negativa conforme se fue dando a conocer la noticia del ataque iraní a dos bases estadounidenses en Irak.
Esta caída provocó que el tipo de cambio se ubicara por momentos alrededor de 19.02 pesos por dólar, aunque la percepción de que los ataques no conducirían a un conflicto regional mayor ayudaron a que la moneda mexicana se recuperara y volviera a cotizar en 18.80 unidades por billete verde, de acuerdo con un reporte de CIBanco.
A prueba de crisis
Se prevé que la pérdida en el mercado de los últimos días se recupere en el corto plazo ya que históricamente la bolsa de Nueva York ha mostrado notables mejorías meses después de los conflictos.
Datos de Barclays, Bloomberg y CNBC muestran que el índice S&P 500 promedia una pérdida de 0.5 por ciento un mes después de que los países se enfrentan, pero a los seis meses posteriores las ganancias se extienden hasta 5.5 por ciento.
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Confusión petrolera
Los precios del petróleo cayeron, con lo que se desdibujó un avance que fue resultado de las medidas del presidente Donald Trump en contra de Irán.
En los últimos días, los futuros del crudo avanzaron entre 4 y 5 por ciento, con una baja de hasta 3 dólares por barril en la bolsa de Nueva York.
El West Texas Intermediate (WTI) sufrió su mayor caída desde finales del año pasado al cerrar la sesión por debajo del piso de los 60 dólares, a 59.98 dólares por barril.
Mientras que la mezcla de referencia en los mercados europeos, Brent, se ubicó en los 65.44 dólares por barril.
La consultora de investigación Capital Economics advirtió que una declaración de guerra entre Estados Unidos e Irán podría llevar al precio del Brent hasta los 150 dólares por barril y la recuperación sería de corta duración a medida de que las redes de suministro se fueran ajustando y la demanda se tambaleara a raíz de las alzas.
El aumento en los precios comenzó desde el año pasado, cuando Washington amenazó con bloquear las exportaciones iraníes, lo que ocasionó que de abril a octubre las cotizaciones se dispararan.
Gonzalo Monroy explica que el pánico que se generó con el petróleo estuvo relacionado con el temor a que el abastecimiento sufriera alguna afectación y a que instalaciones petroleras en oriente fueran atacadas.
“Las empresas toman precauciones ante un panorama lleno de riesgos y la amenaza de que el Estrecho de Ormuz fuera cerrado provocó que algunos se quisieran anticipar a una crisis geopolítica”, declara el director general de la consultora GMEC.
La relevancia del Estrecho de Ormuz radica en que es el puente de los principales productores de crudo de Medio Oriente con América del Norte, Asia y Europa.
Se estima que una quinta parte de las exportaciones mundiales del petróleo atraviesan en barcos a través del estrecho, lo que equivale aproximadamente a 18 o 19 millones de barriles diarios.
Estados Unidos, el rey petrolero
Durante su mensaje, Trump aseguró que Estados Unidos no necesitaba del petróleo y gas de Medio oriente, aunque se comprometió a ayudar a sus aliados.
Además, aseguró que el país logró su independencia energética y que hoy son el productor número uno de gas natural y crudo.
Cifras de la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA) muestran que la producción estadounidense de crudo y otros líquidos asciende a 1.79 millones de barriles diarios, equivalentes al 13.2 por ciento de la extracción total mundial.
Mientras que Arabia Saudita contabiliza 1.24 millones de barriles y Rusia 11.4 millones de unidades.
Jorge Gordillo, director de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco, declara que mientras el presidente estadounidense siga publicando en su cuenta de Twitter amenazas en contra de otros países y haga declaraciones que lo beneficien frente a su base de voto duro la incertidumbre será una constante.
“Los anuncios y cambios de humor del mandatario tienen un gran peso en el mercado y esa es una de las principales razones por las que muchas divisas y el precio del petróleo han estado al margen”.