‘Está cabrón… muy cabrón’

Gustavo Madero, presidente nacional del PAN, denunció ayer que a un año del retorno del PRI a la Presidencia de la República, se está consolidando la restauración de prácticas autoritarias y corruptas:

“Viene un proyecto reinstaurador de estas prácticas para poder volver a ganar a la mala” y de este modo “aplicar todo el méndigo poder para… cargar los dados en favor de un partido político”.

Destacó algunos de los casos “más descarados”, como el de Veracruz, donde el Revolucionario Institucional buscó minimizar y ridiculizar el reciente secuestro de Carlos A. Valenzuela, candidato a regidor de Boca del Río.

“Hay un hecho de violencia y dicen que es un montaje y que el chavo está escondido en su casa… es una pendejada lo que están haciendo. Eso no se vale”, dijo ayer a Carmen Aristegui en su programa radiofónico.

Madero desmintió que un padre de familia como Valenzuela armara un montaje para dejar a sus hijos abandonados. “Es una estupidez del tamaño de los gobernadores insensibles del PRI que tratan de utilizar el poder como si fueran los dueños del estado”. 

Tildó a los mandatarios tricolores de déspotas y dictadores porque consideran que al tener una constancia de mayoría, poseen un título de propiedad de las entidades que gobiernan.

Negó lo dicho por César Camacho Quiroz, dirigente nacional del PRI, respecto a que no hubo denuncia del secuestro de Valenzuela y que el político panista estaba en su hogar. 

Madero narró en el noticiario matutino de MVS los pormenores del hecho.

Dijo que la esposa de Valenzuela presentó la denuncia de que ocho hombres armados levantaron al candidato blanquiazul en plena luz del día cuando llevaba a sus hijos de 2 y 4 años a la escuela. Que lo tuvieron secuestrado por cinco horas “en circunstancias indignantes” porque hubo actos de tortura.

“Está muy cabrón, Carmen”, soltó luego de arfirmar que el acto de intimidación llevaba un mensaje: “bájenle de huevos” porque si no, “le iba a ir a de la chingada”.

Al calor de la conversación, Madero agregó que la hermana de otro candidato había sido violada. 

“Ha habido de todo, está de la chingada”, dijo sin dar más detalles de ese suceso.

El objetivo de la violencia desatada en el contexto preelectoral es que “la gente tenga miedo y no se atreva a votar en contra del PRI… está cabrón, está cabrón, muy cabrón”, volvió a decir el presidente nacional del PAN. 

Y reiteró que el supuesto montaje del secuestro de Valenzuela “es una mentada de madre”.

“Lo que estamos viviendo es el terror”, dijo el líder albiazul al aludir lo acontecido en Aguascalientes, donde un individuo fue torturado para que incriminara al candidato panista a la alcaldía de ese municipio. 

Dijo que en las ocho columnas de un diario nacional se publicó que la campaña de Antonio Martín del Campo es financiada por La Familia Michoacana y que en una supuesta narcocasa había una manta del candidato.

 Sin embargo, agregó, en el lugar había publicidad del PRI.

“Esto es terror. Estamos regresándonos a la prehistoria cavernícola del priismo”, dijo. 

Los gobernadores están desbocados, y no los pueden parar pese a las declaraciones que haga Enrique Peña Nieto: “de lenguas nos comemos muchos tacos…  hay mucho show, pero poca sustancia en los hechos”.

El PAN ha presentado 67 denuncias, pero solo un funcionario ha sido separado de su cargo mientras es investigado, además de cuatro funcionarios menores de la Sedesol. 

“El ambiente está muy canijo”, dijo Madero.  No hay lugar para hablar del Pacto por México cuando está en riesgo el país.

Camacho desacredita a Madero

Con el retorno del PRI quedan a la vista, según Madero, “las marranadas y la impunidad”. Lo que la gente está viendo es que le “salen las garras al monstruo, al dinosaurio” pero aun así, la gente comienza a despertar.

El dirigente panista aseguró que aún con todas sus pelas internas,  el PAN “viene fuerte para ganar la mayoría de los estados” y convertirse en primera o segunda fuerza electoral que incluso puede ganar capitales. Pero insiste en que las intimidaciones del poder en turno solo sirven para infundir miedo y confusión entre la población, y para desprestigiar la política, para así incrementar el abstencionismo.

Hace más de dos semanas Camacho aseveró que las expresiones de Madero contra su partido mostraban su desesperación. 

Esto ante la posibilidad de perder representación política en los estados en donde habrá elecciones.

Ayer,  tras sus declaraciones, el priista le reviró: “Han subido de tono los insultos de Gustavo Madero. En eso no va a contar conmigo”.