El Banco de Órganos, Tejidos y Células Cardiovasculares de la Universidad de Monterrey trabaja en líneas de investigación para que se pueda usar tejido cardiovascular humano como un recurso nacional que aporte información no solo sobre la causa de cardiopatías y factores asociados, sino también que ayuden a buscar nuevas terapias para personas que tuvieron algún daño en su corazón debido a un infarto o un incidente de hipertensión.
Soraya Mendoza Olazarán, directora del departamento de Ciencias Básicas de la UDEM, dijo que lo anterior se estableció como una meta para este año del banco de órganos, lo cual adicionalmente con el tiempo sustituirán los trasplantes de corazón, porque el laboratorio generará las células y los tejidos que puedan haber dañado este órgano vital para regenerarlo: el paciente ya no tendría que estar esperando un órgano completo.
“En una palabra, se buscará regenerar y restablecer la salud del corazón; sabemos que en México una de las enfermedades de mayor frecuencia son asociadas a lo cardiovascular, como ataques cardíacos”, indicó.
La profesora de la Vicerrectoría de Ciencias de la Salud de la UDEM dijo que buscan ser ese recurso nacional e internacional para los investigadores que usan este tejido cardiovascular humano.
“Buscamos convertirnos en un recurso nacional e internacional para los investigadores que utilizan tejido cardiovascular humano, con el objetivo de discernir las condiciones fisiopatológicas desconocidas del sistema cardiovascular”, señaló.
Buscan incorporarse a la Red Nacional de Biobancos
Por otra parte, Soraya Mendoza Olazarán informó que este año se iniciaron los trámites para incorporar este centro a la Red Nacional de Biobancos.
“Iniciamos los trámites para incorporarnos a la Red Nacional de Biobancos; para esto, actualmente, contamos con 15 líneas celulares humanas diferentes para poder tenerlo a disposición de los investigadores”, expuso.
La especialista de salud de la UDEM señaló que, al obtener el registro de la red, será posible aplicar a colaboraciones con otros biobancos y tener acceso a apoyos a nivel federal.
Banco de Órganos, Tejidos y Células Cardiovasculares de la UDEM
El Banco de Órganos, Tejidos y Células Cardiovasculares de la UDEM es el único en una universidad mexicana con fines académicos y de investigación; el resto de los biobancos que existen en el país pertenecen a gobiernos u hospitales.
En 2017 la UDEM obtuvo la licencia sanitaria federal 17-TR-19-019-0001 para operar este laboratorio, otorgada por la COFEPRIS, y con vigencia indeterminada, aunque ha operado por más de 10 años en el rubro de investigación.
Desde entonces, se han realizado diversas investigaciones, tanto con estudiantes de pregrado como de posgrado, a través de diferentes líneas en medicina traslacional, entre ellas: transdiferenciación tisular, generación de mini órganos, análisis endotelial de homoinjertos valvulares, valvulopatías, rehabilitación miocárdica y estudio de las miocardiopatías.
El biobanco está equipado dentro de un clean room clase 10 mil, con un criopreservador, tanque de nitrógeno líquido, dos campanas de flujo, tres refrigeradores de -90, -20 y 4 grados centígrados, centrífuga refrigerada, impresora 3D, incubadora de CO2, microscopio confocal y material para hacer cultivos 3D.
A lo largo de su operación, el biobanco ha atendido proyectos a nivel nacional, apoyados por el CONACYT, y protocolos de investigación tanto con instituciones de salud gubernamentales, como la Clínica 34 del IMSS, con Especialidad en Cardiología, así como con universidades e instituciones con las que la UDEM tiene convenios de colaboración, como Christus Muguerza o la Clínica Nova.
Desde su apertura, el Banco de Órganos, Tejidos y Células Cardiovasculares de la UDEM ha contado con investigadores externos, además de que tan solo en esta casa de estudios existen al menos 10 investigadores dentro del Sistema Nacional de Investigadores que podrían utilizarlo, de los cuales tres se apoyan en él de forma más frecuente.
Participación de modelo animal
Soraya Mendoza Olazarán informó que, antes de 2017 se hicieron varios proyectos en donde había participación de modelo animal, aplicando la nanomedicina y la medicina regenerativa, entre ellos la rehabilitación del esmalte dental, la generación de hueso y la transdiferenciación del riñón en páncreas funcional y su uso en ratones diabéticos.
Pero aclaró que, después de 2017, todos los estudios se han tenido que realizar con células humanas, dirigidos específicamente al tejido cardiovascular.
“Actualmente, no se podría trabajar con células y tejidos de otros órganos, porque solo se tiene el permiso para trabajar con las líneas cardiovasculares, aunque la capacidad la tenemos; pero una vez que nos registremos en la Red Nacional de Biobancos vamos a buscar ampliar esas líneas de investigación”, finalizó.