Escuelas rurales, las más afectadas y apartadas
Los alumnos de las comunidades más apartadas del país difícilmente podrán acceder al programa “Aprende en Casa” implementado por la SEP, pues no cuentan con Internet y muchos de ellos tampoco con señal de televisión
Ernesto Santillán y Viviana BranMartha Ortiz, directora de la primaria en la Escuela Profesor Rafael Ramírez Castañeda, ubicada en la comunidad rural de Huilacapixtla, en el municipio de Huauchinango, Puebla, asegura que las medidas implementadas por la SEP para que los alumnos de escuelas rurales continúen con sus estudios a distancia difícilmente surtirán efecto en donde ella labora.
“En la comunidad donde trabajo, aunque está a media hora de la cabecera municipal, es un lugar muy pobre. No hay servicio de Internet mas que en dos locales. En la escuela tampoco tenemos Internet”.
“La verdad es que para nosotros la situación es todavía más complicada. Yo conozco maestras y alumnos de otras escuelas, sobre todo las privadas, y sí hay mucha diferencia.
“Ellos por lo menos tienes acceso a señal de televisión y llega más Internet. En donde estamos nosotros no llega ni la tele abierta. Entonces no es como que digas, me voy a conectar al Canal 11 y a estudiar porque no hay”.
De los 230 alumnos que tiene la directora en la escuela, calcula que a lo mucho 20 estudiantes pueden ver televisión abierta en sus casas.
Martha Ortiz también cuenta que las autoridades educativas les han pedido a los maestros que se conecten con los alumnos de escuelas rurales y padres de familia de manera continua, algo que ella ha hecho y le ha permitido darse cuenta de las dificultades por las que atraviesa la población para poder estudiar.
Algunos de los papás de los estudiantes, por ejemplo, le dicen que ellos no pueden conectarse todo el tiempo, que no tienen dinero para ponerle saldo al celular. Otros que no saben dar clases o desconocen los temas y que los niños no los obedecen.
“Si para nosotros como maestros muchas veces es difícil controlar a los alumnos para que pongan atención y aprendan no me puedo imaginar en su casa.
“Lo triste y preocupante en esta situación es para los alumnos más jóvenes, los que apenas están empezando a leer y a escribir, a investigar, que son las bases de la educación”.
Buscan alternativas para escuelas rurales
Ante las dificultades que los alumnos enfrentan en la comunidad rural de Huilacapixtla para poder continuar con sus estudios, Martha Ortiz y otros maestros se han puesto de acuerdo con los choferes del transporte público y personal de algunas tiendas o locales para hacerles llegar a los estudiantes sus materiales.
“Nosotros les llevamos el material a las bases y ellos los dejan en la farmacia de la localidad o en el cibercafé y ahí ya pasan a recogerlos”, cuenta.
Conforme los estudiantes vayan resolviendo los ejercicios que enviamos, los irán pegando en una libreta en la cual acumularán todo el trabajo que hicieron durante el periodo de encierro y la cual deberán entregar, cuenta la directora.
Por ahora, Martha Ortiz ha dado la orden a los demás maestros de no reprobar a los alumnos a pesar de que cuando regresen su libreta no esté completa.
“Tomamos la política de no reprobar a nadie, porque cuando nosotros reprobamos a alguien, nosotros nos comprometemos a que durante el siguiente periodo salgan adelante, pero ahorita no podemos hacer eso.
“Entonces el año que viene le echaremos más ganas para cubrir las carencias, ahorita además de todo es muy difícil poder evaluar a los alumnos. También depende mucho de que sus papás los apoyen y aquí no todos pueden por distintas razones”.
Las dificultades de evaluar
Los maestros y maestras que se encuentran implementando el sistema “Aprende en Casa”, aseguran que una de las responsabilidades más difíciles de cumplir en este momento es la evaluación de los alumnos.
“Por lo tanto, a pesar de que la norma establece que no podemos pasarle nuestro contacto a los alumnos o a sus papás, en este momento las autoridades no piden que lo hagamos.
“Entonces le das tu celular y correo; una maestra de grupo tiene entre 30 y 35 alumnos por grupo y hay quienes manejan hasta ocho, entonces va a recibir los trabajos de las dos semanas anteriores y de todo lo que falta de encierro.
“Si le echas cuentas, vas a recibir cientos de mensajes o correos con los trabajos de los niños, tareas y con dudas de los papás. Además como no hay un formato uno te manda una foto, otro escanea el trabajo, otro te manda un archivo pdf, otro un documento en word, otro en pages… es imposible poder evaluar de esa manera”, explica Nadia Ríos.