‘Es necesario siempre descansar’: arzobispo Rogelio Cabrera aboga por reducción de horas laborales
La iglesia católica a favor de la disminución del tiempo en el trabajo
Jorge NarváezAunque la iniciativa de la reducción de horas laborales en México está en pausa en el Congreso de la Unión, el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, destacó las intenciones de las autoridades de buscar mejorar las condiciones de trabajo de la ciudadanía.
En su mensaje dominical habló sobre el tema del evangelio “Aprender a descansar” en donde Jesús invita a sus discípulos a retirarse a un lugar solitario a descansar y siguiendo ese ejemplo pidió a la comunidad regiomontana replicarlo en la medida de lo posible.
“Así como para los discípulos era necesario un momento de descanso, así también es para nosotros, por lo que este llamado debe ser atendido con una buena oportunidad para hacer un alto y darlos la oportunidad de ver todo lo que hemos realizado y agradecerlo al señor.
“Bien sabemos que es necesario siempre descansar para poder servir mejor, nuestro cuerpo necesita descanso, necesita reconstituirse”, dijo al finalizar la homilía ofrecida en la Catedral de Monterrey.
Reconoce iniciativas
Sería hasta septiembre que los nuevos integrantes de la próxima legislatura puedan retomar la iniciativa de reforma sobre la reducción de la jornada laboral, para pasar de 48 a 40 horas a la semana y con dos días de descanso por cinco trabajados.
Al respecto, monseñor reconoció el esfuerzo que se realiza desde las instancias políticas para otorgarse un mejor ambiente a los trabajadores para que ese tiempo añadido lo puedan destinar mejor a la familia o al descanso.
“Aplaudo las leyes que hay en la sociedad y en el gobierno para reducir las horas de trabajo porque también es necesario que los hijos recuperen los tiempos de encuentro con los padres de familia, que el trabajo no absorba toda la situación del día y que sea posible seguir adelante”, dijo.
Finalmente, el también presidente del Episcopado Mexicano pidió a la comunidad a buscar tiempos de reflexión y de descanso, sin olvidarse destinarle el domingo a acudir a misa.
