Es mejor regular que prohibir el uso de cigarros electrónicos
La prohibición nunca ha funcionado para combatir los vicios, además de que trae consigo efectos negativos como el contrabando, por lo tanto, el control de las sustancias es un método mucho más seguro y efectivo
Rubén ZermeñoAlejandro Madrazo Lajous, profesor investigador del CIDE y fundador del Programa de Políticas de Drogas de dicha institución educativa, considera que es muy importante ponerle un alto a la venta y consumo desmedido vaporizadores o cigarros electrónicos, pero coincide en que la prohibición no es la mejor opción.
“No es una buena política pública porque la prohibición de las sustancias sustrae al Estado de la regulación y en consecuencia quién domina es el mercado negro. Es mejor regular que no regular y prohibir es renunciar a la regulación”, comenta.
“Dos de sus principales estrategias son enganchar a los niños y vender la idea a los adultos de que podían tener menos daños fumando cigarros light, estas estrategias sufrieron reveses importantes en los últimos 20 años.
“Primero se logró neutralizar la publicidad de las tabacaleras, que en su mayoría iba dirigida a los niños, y después se descubrió el discurso engañoso de que hay productos menos dañinos que otros, los llamados cigarros light. Después de varios estudios longitudinales se concluyó que eran más dañinos por sus químicos y porque el fumador para compensar que tienen menos nicotina fuman más y le hacen más daño a los pulmones”, explica.
Con la entrada de un nuevo año, muchas personas se plantean como propósito dejar de fumar y recurren a los ‘vapeadores’, que en ciertos casos son incluso más dañinos que un cigarro convencional https://t.co/9BJlJmoHYX
— Reporte Índigo (@Reporte_Indigo) January 20, 2020
Los vaporizadores les permitieron a las empresas tabacaleras darle la vuelta a sus estrategias, ya que por una parte la tecnología es atractiva para los más jóvenes y se multiplican las opciones al poder ponerles sabores y olores, y por el otro lado, continúan con el discurso de que esta manera de fumar reduce los riesgos a la salud.
“Tratan de vender a los vaporizadores como si fueran una medida de reducción de daños, pero la verdad es que hay buenas razones para preguntarnos si eso es cierto. Cuando los estudios longitudinales terminen se podrá llegar a la conclusión de si son menos dañinos por la tecnología, pero eso no lo vamos a saber pronto, son estudios que duran varios años”, insiste.
El especialista considera que estos métodos electrónicos para fumar fueron la punta de lanza de una estrategia de las tabacaleras para burlar las restricciones al tabaco, las cuales de por sí son muy laxas en México.
“Estas son medidas que no hemos implementado en México y son las que deberíamos de estar impulsando, mejorar la regulación de los cigarrillos y someter a los vapeadores a la misma regulación, por lo menos de entrada hasta que no se demuestre que en efecto son menos riesgosos para la salud”, concluye.