Erradicar el trabajo infantil, lejos de la meta 2025

Tras haber adoptado la meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, en torno a la erradicación del trabajo infantil, México se encuentra lejos de la meta
Elizabeth González-Manrique Elizabeth González-Manrique Publicado el
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A un año de que se cumpla el plazo impuesto tras la adopción de la Meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la cual establece la eliminación del trabajo infantil en todas sus formas para 2025 en América Latina y el Caribe, México se encuentra lejos de lograrlo.

Según el informe Erradicar el trabajo infantil para 2025 en Centroamérica y México de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), nuestro país y la región central del continente tienen las tasas más altas de menores realizando este tipo de labores.

A pesar de los esfuerzos de organizaciones como World Vision México, que lleva a cabo el proyecto Campos de Esperanza, una iniciativa de cooperación internacional en conjunto con las organizaciones Fondo para la Paz, en Veracruz, y SiKanda, en Oaxaca, cuyo objetivo es prevenir el trabajo infantil y promover la mejora de condiciones de trabajo en las comunidades agrícolas migrantes en los sectores de caña de azúcar y café, aún falta mucho por hacer.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hasta 2022, 3.7 millones de niñas y niños ejercen el trabajo infantil en actividades no permitidas.

El trabajo por hacer

Cinthya Galicia, gerente de proyecto de Campos de Esperanza, explica que esta iniciativa nació con la intención de reivindicar y fortalecer la difusión de los derechos laborales de las personas trabajadoras del sector agrícola, fundamentalmente, en la cadena productiva de caña de azúcar y café.

“Uno de los preceptos fundamentales de trabajo que tenemos es precisamente la disminución, el abatimiento y la contribución a una reducción del trabajo infantil en ambos sectores. Hemos estado trabajando en  zonas muy específicas, precisamente por esa cadena productiva que comentaba, en los estados de Oaxaca y Veracruz, preponderantemente en las comunidades de estas entidades, y también en el norte, que es el destino de muchos trabajadores migrantes”, explica.

Galicia resalta el aumento de la población infantil que ejerce el trabajo remunerado entre 2019 y 2022, año en el que se realizó la última Encuesta Nacional de Trabajo Infantil, lo que demuestra que el país está lejos de llegar a la meta trazada por la ONU.

México cuenta con un mecanismo de revisión, desafortunadamente tenemos que tenerlo, debemos contar con un mecanismo de medición oficial, digo, desafortunadamente por la cifra, no por otra razón. Como país contamos con la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil, la ENTI por sus siglas, que se hace cada tres años. La última que tenemos registrada es la que se realizó en el año 2022 y en dicho año la ENTI indica oficialmente que en México existen más de 3.7 menores de edad que se encuentran en situación de trabajo infantil, por supuesto, esta cifra es elevada, es grave y aún cuando fuera un solo niño, una sola niña, es un tema prioritario y así debemos tratarlo.

“Este número es muy alto en comparación con la cifra que teníamos registrada en 2019, que es la ENTI previa a esta última de 2022. En 2019 se tenía registrado a 3.1 millones de niñas y niños trabajando y en esta última se registran 3.7 millones. Entonces la cifra aumenta desafortunadamente y eso es algo sobre lo que nosotros estamos trabajando, es importante mencionarte que esta cifra tiene una media de niños entre los 5 y los 17, con base en la encuesta que en términos relativos representa el 31.1 por ciento de la población total de niñas, niñas y adolescentes en ese rango de edad”, explica la especialista.

Entre las situaciones que World Vision y otras organizaciones, como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), identifican como parte de esta problemática se encuentra la falta de regulación y el compromiso de las autoridades gubernamentales para acabar con el trabajo infantil, especialmente con el que pone en riesgo a la infancia tanto física como psicológicamente.

“Evidentemente tenemos una gran problemática de regulación en nuestro país respecto a la cuestión de cómo proteger a la infancia. Nosotros tenemos registrado en nuestro país, desafortunadamente, un alto índice de pobreza, lo que es, por supuesto, tierra fértil para este tipo de situaciones. El acceso a educación en algunas ocasiones es muy limitado, también el cumplimiento de la legalidad y la normatividad en materia de derechos laborales.

“Algunas personas desconocen cuál es la edad en la que se puede permitir el trabajo en nuestro país, porque también es importante precisar que de acuerdo a la ley, cualquier menor de 15 años no debería estar trabajando, definitivamente está prohibido, pero hay trabajo permitido para adolescentes en algunos casos que son entre los 15 y los 17 años, un día antes de cumplir 18, entre los 15 y los 17, años pueden trabajar sin problema alguno en algunas actividades, no en aquellas que le pongan en riesgo”, comenta.

De acuerdo con la abogada, a veces la problemática también tiene que ver con el desconocimiento, la marginación, la discriminación que existe en nuestro país hacia cierto sector de la población de menor ingreso, por lo que es importante ser conscientes de las diversas realidades que vive México.

Galicia señala que hay diversas maneras de abonar al trabajo que se realiza en esta materia, sin caer en un afán intervencionista en el Gobierno, sino colaborando con las autoridades y la sociedad civil.

“En México estamos trabajando constantemente a través de diversos programas y proyectos en una visión de cuidado completo, de cuidado sistemático a la infancia, nosotros tenemos ubicado que hace mucha falta por parte del gobierno una mayor apertura para el trabajo con organismos de carácter internacional y organismos de la sociedad civil, no necesariamente internacionales, también nacionales, para poder trabajar de manera conjunta no para interferir con las políticas públicas, sino para sumarnos a estas en la medida de nuestras posibilidades y poder fortalecer la perspectiva que se tiene en este caso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, concluyó.

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