A tres días de anunciar el programa “Un nuevo campo para México”, el presidente Enrique Peña Nieto refrendó su campaña para un “facelift” del campo. Ante cientos de empresarios del sector, el mandatario inauguró ayer la 30 Asamblea Nacional Agropecuaria.
Aunque el discurso fue prácticamente el mismo que pronunció hace días en Nayarit, Peña Nieto agregó que el programa Procampo desaparecerá como tal, para transformarse en Proagro Productivo, el cual pretende entregar apoyos diferenciados más vinculados a la productividad que a la subsistencia.
Con lo anterior, el presidente se embarcó en lo que no se ha podido completar en años; que haya más alimentos de origen nacional en los hogares mexicanos y más productos agroalimentarios de México en el mundo.
El objetivo no es nuevo; se trata de lograr una mayor producción de alimentos a partir de una mayor productividad.
“Estamos decididos a aumentar la capacidad productiva de todos los productores del campo, independientemente de su tamaño o de la región donde trabajen”, explicó.
El esfuerzo más importante es quizás el de implementar políticas públicas diferenciadas, así como elevar el porcentaje de participación de este sector en el Producto Interno Bruto (PIB), lo cual no ha sucedido en al menos dos décadas.