Las autoridades sanitarias de Jalisco han enviado mensajes contradictorios con respecto a la actual epidemia de dengue por la que atraviesa el estado, pues aunque ahora señalan que la estrategia de respuesta se ha implementado de forma idónea, inicialmente reconocieron que hubo contratiempos para su puesta en marcha.
En los últimos días todo el discurso mediático de la Secretaría de Salud local se ha centrado en afirmar que las causas de la epidemia han sido totalmente exógenas con respecto al accionar del Estado, esto es, que no ha habido ningún tipo de falla u omisión de las autoridades detrás de la expansión de la enfermedad.
Inclusive el propio gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, señaló que los brotes de dengue que mantienen a su entidad en el segundo lugar nacional en cuanto a número de casos por esta enfermedad no eran más que asuntos propios de la temporada.
“No es más que consecuencia del cambio climático que enfrenta nuestro planeta y que se refleja con la elevación de la temperatura (…) esta realidad sumada a las intensas precipitaciones que hemos tenido ha generado un escenario muy complejo de enfrentar.
Sin embargo, esta postura de las autoridades estatales es diametralmente opuesta a la que expuso el titular de la Secretaría de Salud, Fernando Petersen Aranguren, quien el 7 de junio advirtió en una rueda de prensa que el estado se había quedado sin insecticida contra el mosco portador del dengue, debido a que el Gobierno federal no se los había entregado.
“Nosotros no teníamos los insumos durante los primeros seis meses porque no había llegado el recurso (de la federación) y lo que hicimos fue tener la suficiencia en los medicamentos (el insecticida); lo que ahorita tenemos se compró por parte del Gobierno del estado”, afirmó a mediados de año.
El secretario Petersen Aranguren incluso expresó su “preocupación” por lo que estaba ocurriendo, y reconoció que las acciones preventivas llevadas a cabo por las autoridades jaliscienses para inhibir la reproducción del mosco del dengue “no se habían estado dando”.
Aunque la falta del insecticida que enfrentó la Secretaría de Salud de Jalisco durante un periodo de seis meses hubiera sido generada por un retraso en su dotación por parte del Gobierno federal, lo cierto es que el propio Petersen Aranguren reconoció en aquella ocasión que la responsabilidad de prevenir el dengue recae directamente en la administración estatal.
Pese a ello, fue hasta ese 7 de junio que se anunció que el gobierno de Enrique Alfaro había erogado 54 millones de pesos de sus fondos para corregir el desabasto, adquiriendo por cuenta propia los insumos contra el dengue.
Desabasto negado
La carencia del insecticida contra el mosco transmisor del dengue que padeció la Secretaría de Salud local por seis meses –y de la cual ya no se habla en la narrativa oficial– encontró resonancia en el Congreso de Jalisco, de forma particular en el diputado, Carlos Eduardo Sánchez.
Fue éste quien presentó un punto de acuerdo fechado el 9 de septiembre para que las secretarías de Salud federal y estatal esclarezcan tal desabasto.
“Se ha denunciado por distintas vías que el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece) cuenta con un presupuesto de 192 millones de pesos para la compra de insecticidas a nivel federal, y que fue hasta el 6 de agosto de 2019 que ejerció dicho recurso y entonces se realizó la compra de los mismos para el combate preventivo del mosquito; lo cual resulta sin lugar a dudas alarmante para estados como Jalisco, que registran ya una gran incidencia de la enfermedad”.
En el texto de su punto de acuerdo, el diputado da constancia de que, en efecto, fue el propio Gobierno de Jalisco el que confirmó el desabasto del químico contra el dengue.
“Jalisco propiamente ya ha denunciado la falta de insecticida, a través del coordinador del Programa Estatal de Lucha contra el Dengue en Jalisco, Juan Salvador García Hernández, quien dijo que el gobierno federal hasta hace unos días, no había enviado insumos para realizar fumigaciones preventivas y de la misma manera que tampoco se había notificado oficialmente cuándo serían entregados”.
Presión política por epidemia de dengue
La postura actual tanto de la Secretaría de Salud y del Gobierno del Estado en general ha sido el rechazo hacia cualquier señalamiento de deficiencias u omisiones en el tratamiento de la epidemia de dengue, tanto en su fase preventiva como en su expansión.
Este 26 de septiembre, Alfaro Ramírez dijo que no había desabasto, “ni de material, ni de personal, ni de equipos para fumigar”, reiterando que su administración ha atendido el tema de forma oportuna.
“Lo repito: no hay desabasto de nada (…) Los mismos de siempre han querido generar la percepción de que el gobierno tiene responsabilidad en este asunto, que ha sido omiso y que no ha actuado a tiempo. Han dicho que el Gobierno del estado no ha estado atento cuando desde todas las áreas involucradas hemos hecho nuestra tarea trabajando bajo el modelo de gestión integrada por la prevención y control del dengue que propone la Organización Mundial de la Salud”, defendió.
Sin embargo, el tamaño de la epidemia de dengue ha llevado a los diputados de Morena a pedir el cese del secretario, Petersen Aranguren, a quien se le ha calificado de “omiso” y “negligente”.
Este 30 de septiembre la diputada, María Esther López Chávez, acusó que tanto el secretario y la Secretaría de Salud “no abordaron el tema como la población lo requería en tiempo y forma”, y agregó que el asunto del dengue no es nuevo ni tampoco es propio del cambio climático, justo como lo señaló el gobernador.