Entretenimiento entierra historia de Nuevo León
Mientras Nuevo León da su cara más moderna y cosmopolita a los visitantes, sus sitios históricos, sus paseos tradicionales y museos están quedando en el olvido
Alejandro del Toro GarcíaLa industria del entretenimiento y los grandes eventos se han convertido en los principales atractivos para los turistas que visitan Nuevo León, mientras que gran parte de los lugares emblemáticos de la entidad, así como sus principales monumentos, se encuentran en el olvido.
En contraste con muchas ciudades turísticas, la apuesta en Nuevo León es diferente: mientras que las arenas y recintos de entretenimiento cuentan con señalizaciones apropiadas y gozan de distintos tipos de promoción, lugares de relevancia histórica y cultural para el estado como la Plaza Hidalgo, el Fortín de la Ciudadela y la Alameda Mariano Escobedo envejecen y son consumidos por la mancha urbana y el comercio informal.
Monumentos más recientes no son la excepción, pues el majestuoso Faro del Comercio, inaugurado en 1984, así como el icónico Puente del Papa, construido en 1976, lucen daños estructurales e inequívocos signos de falta de mantenimiento.
Otro ejemplo es el de la desaparición del Turibús que operaba en el centro de Monterrey, mismo que solía recorrer sitios de importancia histórica para la entidad y del que hoy apenas quedan sus antiguas paradas, ubicadas al exterior del Parque Fundidora, así como en las calles Morelos y Zaragoza, en el primer cuadro de la ciudad.
Otra opción con la que contaban los turistas que llegaban a Nuevo León era la del Paseo Santa Lucía, ya que en su recorrido se relata la historia de la fundación de Monterrey; sin embargo, a últimas fechas, esta sólo puede ser disfrutada “a oídas”, ya que los lugares por donde se trazó el paseo omiten sitios de relevancia histórica para el relato, tales como el Fuerte de las Tenerías.
Museos y monumentos en el abandono
Si bien se cuenta con museos importantes, tales como el de Historia Mexicana y el Museo del Noreste, el museo ubicado en el Palacio de Gobierno exhibe también el paso del tiempo y el poco esmero que se ha dedicado a su conservación.
En este recinto, los pocos elementos históricos con los que cuenta la colección, tales como armas y cuadros antiguos, se encuentran cubiertos de polvo y en un aparente estado de abandono.
Además, la parte interactiva del museo, misma que mostraba, a través de ventanas colocadas en el suelo la antigua urbanización de la ciudad, se han convertido en simples vidrios debido a la falta de iluminación y la humedad del lugar.
A pesar de que la Secretaría de Turismo estatal presumió hace cuatro meses una renovación total en su imagen, así como una proyección de derrama económica cercana a los 20 mil millones de pesos para 2023, la cara que se muestra a los visitantes tiene mucho más que ver con la parte urbana y cosmopolita de la entidad, dejando de lado la tradición y la historia de Nuevo León.