Entre ‘Sureños’ y ‘Camorra’
Las pandillas en Jalisco que han incursionado en el mundo delictivo y los ajustes de cuentas pueden generar en el estado casi tanta violencia como la que se atribuye a la mafia italiana en aquel país europeo, de acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Luis Herrerahttps://www.youtube.com/watch?v=RIw55Y9BV4Q
Las pandillas en Jalisco que han incursionado en el mundo delictivo y los ajustes de cuentas pueden generar en el estado casi tanta violencia como la que se atribuye a la mafia italiana en aquel país europeo, de acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
En 2011, cuando las pandillas de Jalisco alcanzaron su registro más alto de muertes de los últimos ocho años, cometieron 53 asesinatos, nada lejos de los 70 que dejaron a su paso los principales grupos mafiosos de Italia como la Cosa Nostra, la Sacra Corona Unita, la Camorra y la ‘Ndrangheta, en 2012.
Esto, según lo recoge el Estudio Mundial sobre el Homicidio 2013 de la UNODC. Con la información que ofrece la Fiscalía General de Jalisco es posible identificar a las 10 pandillas con el mayor historial de asesinatos, en el lapso de 2007 a 2014, todas asentadas en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG).
La pandilla más violenta es Los Sureños, de Tonalá, vinculada con siete homicidios y a la distribución de drogas. Después están tres grupos con seis asesinatos cada uno: Los Gitanos, en Tlaquepaque; Los Santa Rosa, en Guadalajara; y los TPCH, en Tonalá y Guadalajara.
Las tres pandillas siguientes han estado detrás de cinco homicidios cada una: La Bajada Loca y Los Florencia, ambas en Guadalajara; y Los Batos Locos o BL, en Tonalá. Un grupo con cuatro homicidios es Los Fantasmas, involucrado en narcomenudeo en tierras tonaltecas.
Finalmente, hay dos pandillas con tres homicidios cada una: Los Pelones, en Guadalajara y Tonalá –ligada a venta de drogas- y Los Pitufos, en la capital.
En la Fiscalía hay registro de 15 pandillas más con dos homicidios en su historial individual, y otras 127 con sólo uno. Así, suman 207 los asesinatos que en ocho años fueron cometidos por 152 pandillas en total, como se indicó en la entrega “Pandillas, a la sombra del ‘sicariato’”, publicado el 27 de mayo pasado en Reporte Indigo.
Esta condición, en apariencia tan local, se corresponde con una dinámica regional. La UNODC señala que mientras en Asia, Europa y Oceanía, menos del 1 por ciento de los homicidios están ligados con pandillas y el crimen organizado, en América la proporción es del 30 por ciento, casi uno de cada tres.
Círculo violento
“Los jóvenes son el grupo más afectado por el delito y la violencia, y a su vez, son los responsables más comunes”, dice el Informe Regional de Desarrollo Humano 2013-2014 para América Latina, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El impacto del círculo de violencia que envuelve a los jóvenes en un entorno sin oportunidades de estudio y trabajo necesarias, es advertido por Mario Cervantes, titular de la Cátedra Unesco de la Juventud de la Universidad de Guadalajara:
“Es un serio problema que si no se ataca de raíz, que si no agarras el tejido social y lo atacas de fondo, y no hay prevención en programas abocados a los jóvenes, va a persistir y va a ir en aumento.
“No es de extrañar que tengamos docenas de jóvenes asesinados entre ellos mismos, que se están matando justo por la cuestión de la violencia”.
La tasa de homicidios de varones jóvenes de 15 a 29 años en Centroamérica –con México – y Sudamérica, cuadruplica la del mundo en ese grupo de edad; y en 2012, según la UNODC, de todos los asesinados en el planeta, el 15 por ciento fueron jóvenes así de América.
En 2013 el Gobierno federal creó el Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia (Pronapred), con una de sus líneas centrales en la atención de los jóvenes de las colonias con problemáticas sociales y delictivas.
Hasta hoy ha dotado de 387 millones 99 mil 450 pesos (MDP) al Gobierno estatal y los Ayuntamientos del AMG, sin embargo, adolece de una falla vital: las autoridades no cuentan con personal especializado para su aplicación.
“El grave problema aquí es que no están capacitados, la gente que aplica las políticas públicas en materia de prevención, si la revisas, checas su curriculum y observas bien quiénes trabajan, hacen su esfuerzo pero no saben ni de qué se trata. No voltean a ver a la academia”.
“Podrá haber dinero, podrá haber la voluntad federal, ahí está y está el dinero, el problema es que cuando aterriza en los municipios agarras al de Seguridad, y si revisas el curriculum de todos los municipios, observarás que muy pocos cubren un perfil”, dice Cervantes.
El Pronapred ha tenido distintas deficiencias en Jalisco: en 2013 las autoridades devolvieron a la Federación un millón 892 mil 897 pesos por no ajustarse a las reglas del subsidio, y el presupuesto de 2014 por 130.3 millones de pesos (MDP), se reportaba en noviembre con un ejercicio del 0.5 por ciento.
Dinero sin uso
Las fallas también están a nivel nacional. En 2013 solo dos entidades aprovecharon la totalidad del fondo del Pronapred: Durango y Guerrero.
Las otras 30 retornaron 143 millones 895 mil 97 pesos que dejaron de invertir en prevención, reporta la Secretaría de Gobernación.
Cinco estados regresaron más de 10 MDP: Veracruz, 27.4 MDP; DF, 22.7 MDP; Michoacán, 16.5 MDP; San Luis Potosí, 12.6 MDP y Coahuila, 10 MDP.
En tanto el fondo se desaprovecha, en todo México “algunos análisis estiman que hay por lo menos 30 mil menores que cooperan activamente con la delincuencia organizada en actividades, que van desde la extorsión y el tráfico de personas hasta la piratería y el narcotráfico”, dice el PNUD.
La carencia de personal apto en el Pronapred de la que habla Cervantes la detectó también México Evalúa en 2014, junto a errores metodológicos en sus diagnósticos y acciones.
El PNUD aúna: “La ejecución exitosa de estrategias preventivas descansa en la profesionalización del personal a cargo de las intervenciones”, como la atención de adicciones y de jóvenes que han delinquido, pero “ese personal escasea en la región”.
Mientras el gobernador Aristóteles Sandoval reconoce que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) recluta a jóvenes hasta para sus bloqueos, el PNUD expone una arista oscura.
“Expuestos a la influencia de las pandillas y las organizaciones criminales, el reclutamiento de menores es, en los hechos, forzado, pues no tienen la capacidad de decidir y medir las consecuencias de sus acciones.
“A menudo los niños consideran a los integrantes de las facciones criminales como un modelo a seguir: representan la figura de poder que suple el vacío de autoridad”, detalla el reporte.