Tras años de lucha y de amor, finalmente Amatzu Aranda y Janeth Oliva hicieron historia, se convirtieron en el primer matrimonio igualitario de Nuevo León.
“Por el poder que el Estado me otorga y en nombre de la ley y la sociedad las declaró unidas en legítimo matrimonio. Puede besar a la novia” pronunció la juez cerca de las 21:00 horas entre sonrisas y aplausos de una decena de compañeros de lucha.
Lo que terminó como un matrimonio legal comenzó con varios contratiempos ya que el director del Registro Civil de Nuevo León, Fernando Marín, había dicho que no podía realizarlo ante la falta de una notificación del Congreso local.
Siguiendo órdenes de su superior, los trabajadores de la Oficialía Número 1 de San Nicolás les negaron el derecho a la pareja, quienes junto con sus compañeros argumentaban que ese documento no era necesario ya que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) había señalado que la medida entró en vigor desde el mes pasado.
El colectivo LGBT que acompañó a las novias instaló un plantón dentro de las instalaciones de la Oficialía hasta que el trámite procedió.
“No es una cuestión nada más de pose, son tantos años de decirnos que sí y nada, son tantos años de compromisos, incluso firmados. No es personal, es un asunto institucional”, dijo uno de los manifestantes integrante del colectivo Movimiento por la Igualdad en Nuevo León, quienes amagaron con quedarse en el registro civil hasta que abriera a las 08:00 horas de hoy.