La energía es el principal motor de los países industrializados y de alto nivel de bienestar que han alcanzado. Disponibilidad y seguridad energética significan, entonces, bienestar y seguridad creciente, pero sobre todo soberanía creciente, manifestó entre aplausos el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses.
A diferencia de lo ocurrido en otras entidades, al gobernador Omar Fayad no lo abuchearon; al contrario, los cientos de invitados que acudieron a la conmemoración del 81 aniversario de la Expropiación Petrolera en Tula, Hidalgo, lo recibieron entre aplausos.
El gobernador de extracción priista, quien fue uno de los oradores durante la ceremonia encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, destacó la relevancia del sector energético y de las acciones que se llevan a cabo para mantener a Pemex como una empresa sana.
Refirió que los países que carecen de energía y en donde viven más de mil 400 millones de personas, 25 por ciento de la población mundial, enfrentan enormes problemas al carecer de servicios básicos como salud, educación, comunicaciones y, sobre todo, alimentación.
Por ello, agregó, la política energética de un país no puede remitirse al simple comercio de un bien o de un producto, ni a la mirada siempre interesada de los mercados financieros atentos al corto plazo y a la mayor utilidad en las transacciones.
En ese sentido, Fayad Meneses dejó en claro que la política energética tiene que constituirse viendo más allá de una generación, mirando lejos, mirando hacia la historia. Esa fue, dijo, la mirada del general Lázaro Cárdenas el 18 de marzo de 1938, cuando decretó la nacionalización de la industria petrolera.
Recordó cuando la gente salió a respaldar la histórica medida en la lucha por la soberanía energética y la independencia nacional, mismo respaldo que el pueblo de Hidalgo, a través del gobernador, otorga al Presidente y a su gobierno en el tramo tan importante de esta nueva realidad energética que vive el país.
En 1938 los mexicanos no sólo recuperaron el más preciado de nuestros recursos naturales, “sino que volvimos a creer en la política como la mejor de las vías para unidos enfrentar con firmeza el porvenir”, puntualizó el mandatario estatal.
Para eso sirve la historia, para extraer de ella las lecciones que explican por qué somos como somos y para entender, que si las dificultades siempre han estado presentes, “nunca nos han derrotado y estamos seguros que jamás nos van a derrotar”.
En el evento, al que asistieron, entre otros, el director de Pemex, Octavio Romero; y la titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle, el gobernador subrayó que la lucha por los energéticos ha sido una constante durante más de un siglo. La geopolítica nace precisamente por la intención de unos países por hacerse de la riqueza de otros, relevantemente la riqueza energética.
Reconoció que el de la energía es un problema que involucra muchos intereses y perspectivas; ha tenido y tiene permanentes innovaciones y desarrollos; presenta una dinámica universal compleja y trasciende en mucho las perspectivas que de un país se tiene.
México tiene petróleo y esa es una enrome ventaja que no se debe menospreciar; de ahí que el reto consiste en defender esa riqueza, volver a ampliar nuestro umbral energético, hacer de él un recurso esencial para impulsar el crecimiento de la economía y, sobre todo, convertirlo en el sustento de un desarrollo más justo y equitativo,
“Así como la generación de Lázaro Cárdenas nos devolvió la riqueza que nos habían robado, toca a nosotros conservarla para las nuevas generaciones de mexicanos que tienen derecho a avanzar, a mejorar y a progresar”.
Aquí en Tula, le dijo el Presidente, sabemos bien lo que vale la soberanía energética, por ello refrendó el compromiso que tenemos todos con México: cumplir con la historia.