68.3%
La Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad del INEGI muestra las irregularidades y episodios de corrupción que han vivido algunas de las personas que han sido detenidas para enfrentar un proceso judicial en su contra.
Los datos indican que el 21.5 por ciento de la gente que se encuentra presa fue sustraída de algún lugar sin que la autoridad que realizó la detención contara con una orden de aprehensión, mientras que el 25.5 por ciento fue detenida inmediatamente después de cometer un delito.
El 75 por ciento de los encuestados aseguró haber sido víctima de violencia psicológica durante su detención, de los cuales el 58 por ciento fue asilado o incomunicado, el 52 por ciento fue amenazado con levantarle cargos falsos.
Y no sólo eso, el 46.2 por ciento de los encuestados aseguró que fue desvestido, el 40.2 por ciento que fue atado, el 39 por ciento que le vendaron los ojos o le cubrieron la cabeza, al 36 por ciento lo presionaron para denunciar a alguien y al 35.6 por ciento le impidieron respirar.
De los detenidos que respondieron la encuesta, el 68.3 por ciento dijo haber sufrido alguno agresión física, como patadas o puñetazos, lesiones por aplastamiento, descargas eléctricas, quemaduras, violación sexual, lesiones con arma blanca y de fuego.
Además que del total de los detenidos que se declararon culpables, el 24.3 por ciento aseguró que lo hizo porque recibió presiones o amenazas, mientras el 16.4 por ciento realizó la declaración porque fue agredido físicamente.
Esta encuesta es la primera en su clase en México y fue realizada a más de 58 mil internos de 338 centros penitenciarios federales y locales del país, para conocer cual es la situación de la población detenida y procesada en México.
