Encontronazo en la Línea 12

Enojado, solo, Marcelo Ebrard Casaubón retó al jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera a que, si tiene pruebas, le compruebe que es corrupto. Habló sólo por él, sin meter las manos por nadie.

“Para quienes han creído en su servidor, decirles con la frente en alto que jamás he decidido, promovido o aceptado actos de corrupción. Por eso estoy aquí, por eso doy la cara”.

Para algunos, el problema de Marcelo Ebrard es que en el afán por concluir la obra cumbre de su sexenio, soltó la rienda a muchos de sus colaboradores, quienes fallaron.

Por eso, cuando se le preguntó de frente, en sus oficinas de la Condesa, si sabía por qué la certificación que autorizaba la puesta en servicio de la Línea 12 fue firmada el 30 de octubre del 2012, el mismo día que la inauguró, no supo qué contestar.

Como ése, decenas de procedimientos y la omisión también se castigan. 

Basta recordarle que por omisión fue acusado en el 2004 por el exprocurador de la República, Rafael Macedo de la Concha, cuando Marcelo era titular de la polícia del DF y un grupo de agentes federales murieron linchados en San Juan Ixtayopan.

Por eso, ayer que salió a contestar públicamente el informe de la Contraloría General del Distrito Federal a partir del cual 33 exservidores públicos de su sexenio fueron inhabilitados, el ex jefe de Gobierno subrayó el hecho de no contar con los expedientes ni conocer toda la documentación.

“Lo dicho ayer por el contralor involucra muy diversas cosas. Por supuesto no tengo todos los expedientes, sólo conozco lo que los medios han manejado y lo que dijo en conferencia de prensa”, señaló.

Envalentonado y no, Ebrard retó a Mancera para que debatan en público sobre las responsabilidades que le puedan ser atribuibles a su persona durante el sexenio pasado.

Sin mayores explicaciones, Mancera cortó de tajo la posibilidad de un debate con Ebrard.

“Es un asunto de análisis jurídico y de análisis administrativo. No veo yo ninguna posibilidad de volverlo político, ni por supuesto la necesidad de un debate político”, dijo el mandatario capitalino.

Ebrard fue más allá. Le sugirió a Mancera que, si tienes pruebas de la corrupción, las haga públicas o las aclare, y que una buena oportunidad para hacerlo podría ser durante su próximo informe de gobierno.

Más allá de los sobreprecios que le atribuyen a la megaobra, a Ebrard le pegó a fondo las imputaciones de corrupción que cometieron algunos de los 33 sancionados por la Contraloría General, pues la lectura es que lo hicieron solapados por él.

“¿Cómo se va resolver esto? En tribunales. Se va tener que probar y se va tener que presentar, y finalmente los tribunales determinar si hubo desvío, sobreprecio o lo que se quiere inferir que hay actos de corrupción durante mi sexenio tolerados por el de la voz”, sentenció.

El exmandatario capitalino pidió que en medio del escándalo al menos se le otorgue el beneficio de la duda: “hasta que se pruebe mi culpabilidad”.

“Los funcionarios que son corruptos no dan la cara. No exigen transparencia ni andan deambulando en la vía pública. Yo estoy aquí porque tengo la plena certidumbre”. 

Luego recordó algún momento en el que Miguel Ángel Mancera, siendo el procurador de Justicia de su gabinete, pronunció un discurso: “los instrumentos de la justicia son para hacer justicia, no para hacer política”.

De ahí que le pidió a su sucesor que en esta problemática actúe con mano firme y conforme a derecho, más allá de rivalidades políticas.

De manera general abordó las conclusiones que fueron expuestas por la Contraloría General y que derivaron en la inhabilitación de 33 exfuncionarios. 

Asuntos viejos…

Acompañado de su fiel escudero, René Cervera, y entre el público, Agustín Guerreo Castillo, el exmandatario de la capital tomó el micrófono y no se sentó.

Se apoyó en algunos papeles, en los que llevó escrito el número de algunas auditorías a las que hizo referencia, señalando que son asuntos viejos que en su momento fueron solventados.

En el tema de los sobreprecios que se le atribuyen a la Línea 12, dice que no hay claridad de dónde surge dicha acusación, si a las obras adicionales o complementarias. Como ejemplo recordó la construcción de la avenida Tláhuac.

Respecto a los 489 millones de pesos que a decir de la Contraloría General fueron desviados, puntualizó:

“Es el viejo asunto de la Función Pública Federal, eso no es un desvío, desvío es cuando tomas dinero para la Línea 12 y lo usas para otro fin de corrupción. 

“Aquí frente a lo que estamos es un diferendo entre las dos esferas de poder, federal y local, respecto a que el Fondo Metropolitano podía o no podía pagar y financiar estas obras”.

Una y otra vez se blindó al mencionar que no cuenta con todos los documentos ni los detalles, pero que su gestión fue supervisadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), entre otras.

“En varias de estas auditorías están los temas que hoy se plantean como hallazgos. Esto quiere decir, en resumen, sin que conozca yo todos los documentos, sin que tampoco afirme que ninguno de ellos tenga mérito alguno.

Reporte Indigo lo señaló en la edición “Los amigos auditores de Ebrard”. El titular de la Auditoría Superior de la Federación, Juan Manuel Portal, ha manifestado reiteradamente que no encontró irregularidades en la Línea 12 del Metro porque la fiscalización en 2012 no se centró en los contratos de la obra.

En esa ocasión, Reporte Indigo informó que el equipo que rodea al auditor federal genera suspicacias debido a que algunos de los funcionarios de la ASF son personajes cercanos a Ebrard, como Roberto Salcedo Aquino, auditor especial, quien es uno de los incondicionales del exregente, Manuel Camacho Solís, amigo de Ebrard.

En el equipo de la ASF también está Beatriz Castelán, contralora general al principio del sexenio de Marcelo. Y aunque la ASF diga que ellos no se involucran en la investigación de Línea 12, su presencia enciende alertas.

“Lo único que yo quiero señalar es: los documentos que yo tengo conocimiento, ASF, Contraloría General del DF y Contaduría Mayor de Hacienda, órganos autónomos. En ninguno de ellos se reportó un sobreprecio o un desvío”, subrayó Marcelo.

Al final de su exposición dijo que a medio año del cierre de la Línea 12, el Gobierno de la Ciudad de México aún no aclara quién o quiénes son los responsables de las fallas.

“Dice hoy un medio que es mi tumba: quizá algunos así lo deseen. No aspiro a otra cosa, ya hasta la política me parecería muy secundario… a lo que aspiro es a que la gente me salude en la calle con respeto. Si me quieren quitar eso, que es lo más valioso, cuando menos que lo funden, que haya un diálogo público”, demandó.

Las defensas de Marcelo

Cuando el problema de Línea 12 comenzó, las primeras reacciones que Marcelo Ebrard tuvo a manera de defensa fue decir que la obra orgullo de su sexenio fue certificada por un consorcio internacional, cuyas firmas avalaron que comenzara a circular con pasajeros.

Poco a poco la fue olvidando. Cuando salió a relucir que dicha certificación se firmó horas antes de que él cortara el listón inaugural acompañado de Carlos Slim.

Dejó de mencionar dicha certificación cuando se supo además que ILF, una de las certificadoras, informó que respecto a las vías sólo revisó la documentación que le entregó la empresa CONIISA.

Luego, él y sus afines tomaron como estandarte el tema de la falta de mantenimiento, del cual acusan al actual director del Metro, Joel Ortega Cuevas.

Las pruebas que exige Ebrard

Hoy lo que exige Marcelo Ebrard directamente a Miguel Ángel Mancera es que exhiba las pruebas en su contra, si es que las tiene. Y entonces debatir en tribunales.

Para cuando llegue ese momento, el jefe de Gobierno capitalino tendrá que abrir sus cartas, caiga quien caiga.

Si la Contraloría General del DF ya destapó que hubo empresas que presentaron documentación apócrifa en algunos procedimientos, corresponde entonces destapar los nombres de dichas firmas, conocer el alcance de la afectación y también ahí aplicar sanciones.

Porque guardadas las proporciones, el caso recuerda la corrupción en el tema de Oceanografía, donde la Cámara de Diputados pidió a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) investigar la entrega de documentación falsa a Banamex.

La SHCP no es ajena a la Línea 12, cabe recordar que en el 2009, la Secretaría de Finanzas del DF que entonces encabezaba Mario Delgado tuvo que presentarle el proyecto de construcción de Línea 12. 

En ese documento, etiquetado como confidencial, se informaron unos costos que al final no se cumplieron, disparando la obra en millones de pesos.

Abogado de profesión, el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera debe estar claro de los terrenos que pisa y demostrar que más allá del escándalo que enloda, sin lugar a dudas, el nombre de Marcelo Ebrard Casaubón, tendrá que presentar las pruebas suficientes para que el caso de Línea 12 no se diluya en los tribunales.

Y después del escándalo, jaloneos de empresas, imputaciones de sobreprecio, papelería apócrifa, documentación sin firma, reuniones en lo oscurito, trenes pagados al triple de su precio y demás, se castigue penalmente a los responsables.

> Aspira al respeto, más que a la política

Durante la rueda de prensa en la que compareció ayer, Marcelo Ebrard hizo referencia a la edición de Reporte Indigo.

El ex jefe de Gobierno capitalino detalló que desconoce si los resultados de la investigación sobre las irregularidades en la Línea 12 serán un golpe a sus aspiraciones políticas, y que por ahora sólo busca el respeto de los ciudadanos.