Encarecimiento de la vivienda en la CDMX, otra secuela de la pandemia
La emergencia sanitaria por COVID-19 dejó grandes efectos en la Ciudad de México, uno de ellos, el aumento de los precios de vivienda
David MartínezUno de los efectos de la pandemia de COVID-19 es el aumento en el precio de la vivienda en la Ciudad de México.
En la capital del país, el precio de las casas aumentó 10 por ciento en 2022, de acuerdo con la plataforma digital de venta y renta de casas, Propiedades.com.
Lo anterior se atribuye a la inflación, pero también a que las personas aprecian más el lugar donde viven a raíz del confinamiento por la emergencia sanitaria que inició en 2020.
Ante esto, los especialistas señalan que las autoridades deben promover la construcción de casas de interés social para evitar que sea más difícil para la población ejercer su derecho a la vivienda.
El incremento
Fue el pasado 2 de enero cuando Propiedades.com informó a través de un comunicado que el precio de la vivienda en la capital del país se incrementó 10 por ciento en 2022, en comparación con 2021.
Según lo informado por el portal, el precio promedio del metro cuadrado se ubicó en 31 mil 914 pesos para las casas y en 46 mil 033 pesos para los departamentos.
Además, la información indica que las colonias más revalorizadas son Roma Norte, Roma Sur, Del Valle, Nápoles, Extremadura y el corredor Insurgentes.
Aunado a esto, se prevé que el aumento de precios en 2023 sea similar al del año previo.
El factor pandemia
La Ciudad de México históricamente ha sido de las entidades más caras para comprar vivienda, dice Leonardo González, analista Real Estate de Propiedades.com.
Sin embargo, afirma que el alto índice de incremento en 2022 se debe a factores económicos y sociales como el confinamiento por la pandemia del virus SARS-CoV-2.
Por una parte, hubo un ajuste en las tasas de interés e hipotecaria, así como la inflación generalizada.
“La Ciudad de México ha sufrido un encarecimiento en las plazas inmobiliarias donde existe una demanda de vivienda no satisfecha y con potencial muy elevado que no llega a satisfacerse de manera justa”, subraya.
Dichos factores económicos han hecho que los precios se eleven de manera sostenida.
El otro factor a considerar es que las personas valoran mejor las condiciones de una vivienda al momento de comprar una casa o un departamento por lo que hay mayor demanda en zonas con mejor accesibilidad de servicios y condiciones socioeconómicas.
“A consecuencia de la pandemia de COVID-19, la vivienda ahora se valora mucho más que antes”, señala.
Asimismo, como consecuencia de la pandemia, el analista inmobiliario asegura que el homeoffice (trabajo remoto) se ha instalado en las empresas y quienes quieren comprar vivienda, pugnan y compiten por inmuebles con mejores condiciones y zonas céntricas para trabajar en casa.
No obstante, Leonardo González precisa que el encarecimiento de vivienda ha detonado que originarios de la capital no puedan adquirir casa y tengan que reubicarse en otras urbes del país como Querétaro, Puebla, Toluca o Cuernavaca.
Más vivienda social
“Es de suma importancia que el Gobierno de la Ciudad de México construya más vivienda social”, apunta el especialista de Propiedades.com.
Agrega que, además de que es un derecho constitucional, impulsar la vivienda social ayudará a disminuir el precio de compra de las casas en general.
Actualmente, el inventario de vivienda de interés social es limitado por la eliminación de los subsidios a nivel federal.
“Hoy no es viable la construcción de viviendo social porque no son proyectos rentables”, comenta.
Entonces, se requiere un nuevo modelo para la promoción y construcción de este tipo de vivienda.
“Se puede promover la venta de viviendas usadas como parte del sector de interés social”, considera.
La crisis de vivienda a nivel nacional
A nivel nacional, el 19 por ciento de las viviendas están deshabitadas, dieron a conocer académicos y especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la sociedad civil en octubre de 2021 durante el foro “El reto de la vivienda en la nueva normalidad”.
Ese porcentaje equivale a ocho millones 669 mil viviendas deshabitadas y de uso temporal.
Esto, aunque familias y personas no tienen acceso a un inmueble apropiado o comparten una misma vivienda debido a la falta de recursos económicos y políticas gubernamentales para el acceso a la vivienda.
“El derecho a este bien se entiende sólo para los asalariados y los propietarios, y se excluye a las mayorías. La solución para tener una visión amplia de ese derecho es comprenderlo como lo hacen los tratados internacionales de derechos humanos: que sea una posibilidad para todos”, indica el texto.
Con ello, según el boletín difundido por la Dirección General de Comunicación Social (DGCS) de la UNAM en octubre pasado, se incumple lo establecido en el artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que considera fundamental a la vivienda, al igual que la alimentación, el vestido y la asistencia médica.
“La casa se convirtió en una defensa contra el COVID-19 por la estrategia de permanecer en ella, pero en México no todas las personas cuentan con un hogar, ya que hay quienes se encuentran en situación de calle. Además, debido a la emergencia sanitaria una cantidad importante de mexicanos perdieron su empleo y tuvieron que desalojar sus casas”, menciona la publicación.