La lucha revolucionaria encabezada por Emiliano Zapata no ha obtenido el reconocimiento que merece por el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, pues durante su sexenio se le ha negado la pensión vitalicia a más de mil descendientes de revolucionarios mexicanos.
A finales de diciembre de 2011, el Congreso local aprobó una ley para dar beneficios especiales a los descendientes de los zapatistas que combatieron durante la Revolución Mexicana.
Sin embargo, una vez que el gobernador panista Marco Antonio Adame dejo el cargo y Graco Ramírez asumió el poder en la entidad, el pago de las pensiones vitalicias de 2 mil 200 pesos al mes quedaron congeladas.
Arturo Castañeda, representante del Frente Zapatista de la República, dijo en entrevista para la agencia Efe que desde entonces y hasta ahora, los descendientes de la Revolución en Morelos no han recibido pago alguno.
La ley señala que las pensiones serán otorgadas a los hijos y nietos de los revolucionarios que acrediten su parentesco sanguíneo, lo cual deberá ser validado por la Comisión de Estudio y Dictamen de Antecedentes Revolucionarios.
Los integrantes de la Comisión serán rotados cada tres años y estará compuesta por un magistrado del Tribunal Superior de Justicia, un representante del Ejecutivo estatal nombrado por el gobernador y el representante zapatistas.
Ante la falta de pago, 30 personas afectadas interpusieron un amparo para que el gobierno de Ramírez pague, de manera retroactiva, el monto equivalente a seis años, cuantificado en 140 mil pesos, 30 mil pesos por concepto de seguro médico y el pago vitalicio de la pensión.
Los descendientes revolucionarios del Tribunal Colegiado resuelva y ordene al gobierno de Morelos a pagar las pensiones.
Castañeda dijo estar confiado, pues más de un centenar de afectados promovieron un amparo con características similares.
Zapata, además de ser un icono de la Revolución Mexicana es también un estandarte de la lucha campesina, pues luchaba por la restitución de tierras a los campesinos de Morelos.