Florence estaba cansada y tenía prisa por irse a su país, donde sí se preparó para dar la mejor de sus sonrisas y muchas declaraciones a la prensa francesa
La boleta de libertad, con la que salió del penal, ya no mencionaba si fue secuestradora o no; el documento confirmó que el tipo de libertad fue ‘absoluta e inmediata’
El penal de Tepepan, Xochimilco, donde Florence Cassez estuvo recluida, se convirtió en una olla de presión durante las últimas horas de su estancia.
Mientras comunicadores de empresas periodísticas mexicanas y extranjeras ejercían presión para entrevistar a la francesa, la noticia de su libertad daba la vuelta al mundo. Los teléfonos de la dirección del reclusorio sonaban frenéticos, también los celulares de algunos funcionarios encargados de preparar el operativo para desahogar la puesta en libertad de Florence y su traslado bajo resguardo al Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México.
Todos ahí se decían influyentes y presionaban por ganar las primeras imágenes, las primeras palabras de la polémica francesa que desde su captura, acusada de secuestradora, detonó un escándalo nacional y luego internacional.
Hasta el reclusorio femenil acudieron operadores de muchos comunicadores. Otros estaban ahí en persona, como Denise Maerker del programa Punto de Partida de Televisa, y Atando Cabos, de Grupo Fórmula, que pedían entrevistar a Cassez. No había explicación por parte de las autoridades penitenciarias que dejara satisfechos a los interesados en la entrevista.
Mensaje a la prensa
Al enterarse de lo que ocurría con los periodistas, Florence Cassez, acompañada de su padre, autoridades diplomáticas de Francia y sus abogados, de su puño y letra escribió una carta en letra mayúscula.
Seguida de su firma y fechada el pasado 23 de enero de 2013, según consta en el documento en poder de Reporte Indigo, escrito desde el interior de las instalaciones de la cárcel donde debería purgar la condena de 60 años.
Florence Cassez agradecía el interés, y la compresión de su silencio.
Sin duda, recordó que en pleno debate de su captura, en febrero de 2006, interrumpió con una llamada el programa Punto de Partida de Denise Maerker para encarar a Genaro García Luna, quien se encontraba en el estudio tratando de explicar el montaje del operativo de captura de la francesa y su novio, Israel Vallarta.
Sorprendidos todos en el estudio, Denise Maerker, permitió en ese entonces que Florence increpara a García Luna con los detalles de las fechas.
Pero para el pasado miércoles 23, ya nada de aquello importaba.
Aquella tarde, Florence estaba inmersa en otro proceso. Nada quería saber de entrevistas, ni declaraciones. Le urgía salir del penal. Todos los que la rodeaban, ella incluída, mostraban prisa por dejar la cárcel, por abandonar México.
No tuvo más opción que esperar pacientemente todos los protocolos que el Sistema Penitenciario de la capital marca para la liberación de una interna, muchos más tratándose de ella, que era una presa singular para las autoridades del Gobierno del Distrito Federal.
Como parte de esos trámites, la obtención de su boleta de libertad. La subsecretaria del Sistema Penitenciario, Mayela Almonte, atestiguó que el procedimiento se hiciera rápido para dar la libertad inmediata a Florence, como lo ordenó la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en aquél histórico fallo.
¡Liberté!
Reporte Indigo tuvo acceso a la boleta de libertad de Florence Cassez. El documento del Centro Femenil de Readaptación Social del Distrito Federal con el folio interno 009/2013 refiere el caso de la francesa cuyo expediente 25/2006 la acusa de los delitos de privación ilegal de la libertad, en la modalidad de secuestro; portación y posesión de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea y violación a la Ley Federal de Delincuencia Organizada.
Todos los cargos hechos en el 2005, cortesía de Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino, responsables de aquel operativo polémico que llevó a la captura de Florence y su novio, Israel Vallarta de “Los Zodiaco”.
Pero la boleta de libertad de Florence ya no contenía la polémica de si fue secuestradora o no; el documento simplemente confirmó que el tipo de libertad que se le otorgó por decisión de la Primera Sala de la SCJN fue “absoluta e inmediata”.
La encargada de seguridad, responsable de abrir la puerta a la libertad, fue Lourdes Salazar desde las 16:35 horas del pasado 23 de enero, según quedó registrado en dicha boleta. Aunque Florence no salió a esa hora debido a los múltiples preparativos que se efectuaron por el personal de seguridad del reclusorio, de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), Policía Federal y del Instituto Nacional de Inmigración.
Los cuerpos policiacos acordaron colocarle un chaleco blindado a la francesa, así como a su padre Bernard, para evitar cualquier riesgo a su integridad física.
También se dispuso con la mayor premura los vehículos que serían utilizados, cuál saldría primero para distraer al tumulto de fotógrafos, camarógrafos, reporteros y algunas víctimas que esperaron por horas a que se abriera la gran puerta azul del penal de Tepepan, Xochimilco.
Para ese momento, Florence ya se había despedido de un grupo pequeño de compañeras internas con quienes había hecho una relación de amistad en la cárcel.
Lo demás ya es historia, o leyenda…
Cassez ahora está en Francia, su país natal, hablando de lo que fue este episodio de su vida en México, despertando la polémica en aquel país cuyos habitantes dividen sus opiniones entre si es culpable o inocente.
Nunca más otro caso como el de Florence, sentenció Enrique Peña Nieto, tras el revuelo que desató la libertad de la francesa, mientras ella desde su país asegura que en México hay muchos más casos como el suyo. ¿Revelará más detalles, escribirá otro libro o un guión desde París?
