El presupuesto aprobado en México para educación se destina casi en su totalidad al gasto corriente, de acuerdo con un estudio del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República (IBD).
El gasto corriente es el que se utiliza para subsidiar programas sociales, para solventar los suministros y materiales de los servicios básicos de educación, salud, abastecimiento de agua, seguridad pública, entre otros.
El informe revela que el 97.8 por ciento del presupuesto educativo aprobado para este año, equivalente a 973 mil 395.3 millones de pesos, tiene como fin cubrir requerimientos de gasto corriente, mientras que los recursos asignados a gasto de inversión representan 2.2 por ciento.
De acuerdo con el estudio “Evolución de los recursos federales destinados al Sector de Educación, 2008-2024”, elaborado por la investigadora Gabriela Morales Cisneros, se detalla que el Presupuesto de Egresos de la Federación 2024 se aprobó un presupuesto de 995 mil 409.9 millones de pesos para el Sector de Educación.
Diferencias en el gasto ejercido en educación
Este monto representa 22.6 por ciento del gasto programable destinado a Desarrollo Social y 15.3 por ciento del gasto programable del Sector Público, subraya un reporte de la Dirección General de Finanzas del Instituto Belisario Domínguez.
En la comparación histórica, Morales estima que los recursos federales aprobados para la Educación en el presupuesto de egresos aprobado para el periodo 2008-2024, presentan una tasa media de crecimiento anual real (TMCAR) de 0.9 por ciento.
Sin embargo, el análisis detalla que durante todo el periodo se observan diferencias entre el presupuesto asignado por la Cámara de Diputados a Educación en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) y el gasto ejercido al final de cada ejercicio fiscal (Cuenta Pública).
Por periodo sexenal, entre 2013 y 2018 la asignación aprobada presentó una TMCAR negativa de 0.3 por ciento y para 2018-2023 fue de 0.9 por ciento.