Para las empresas llegó el momento de la verdad.
Falta poco para que el país se acerque a la “nueva normalidad”, la Secretaría de Salud (Ssa) ha establecido una serie de procedimientos para poder levantar la cuarentena de forma escalonada y priorizando actividades. Lo que también significa el regreso gradual a los centros de trabajo.
Ahora, poder recibir a los colaboradores dependerá de la estabilidad que conserven las pequeñas, medianas y grandes empresas.
De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México el 95.4 por ciento del total de las empresas son Pymes y éstas son las que han quedado más vulnerables ante la crisis económica y sanitaria originada por la pandemia de COVID-19.
En la actualidad, existen 4.1 millones de micro, pequeñas y medianas empresas en todo el país, según la Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Enaproce) 2018, y el 72 por ciento del empleo formal proviene de ellas, de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
¿Qué son los DRP para las empresas?
De acuerdo con diversos especialistas, tanto las micro como grandes empresas deberían de tener un Plan de Recuperación de Desastres (DRP, por su nombre en inglés) para enfrentar una crisis como la que se está viviendo a nivel mundial, sin embargo, nueve de cada 10 empresas carecen de un plan de este tipo.
Los DRP (Disaster Recovery Plan) son fundamentales en proyectos a corto, mediano y largo plazo, ya que cumplen con el objetivo de evitar la toma de decisiones apresuradas ante situaciones complejas
José Ambe, ingeniero industrial y vicepresidente del Comité de Comercio Exterior y Logística de la American Chamber of Commerce en México (AmCham), asegura que la pandemia del nuevo coronavirus ha dejado entrever que existen dos tipos de empresas: las que se quedaron detenidas y con temor ante el futuro, y aquellas que aprovecharon estos meses de confinamiento para reinventarse y entender los cambios de hábitos y consumos que tendrán sus mercados.
“La situación que todos estamos enfrentando en este momento es similar a lo que se vivió en 2008, durante este periodo también hubo estos dos tipos de compañías, las que se quedaron en la incertidumbre y tuvieron un desempeño normal por los siguientes 10 años con un crecimiento mínimo y las empresas que durante la recesión se reinventaron y obtuvieron entre un 14 y un 17 por ciento de crecimiento en su EBITDA”, explica el también maestro en administración y finanzas y especialista en logística estratégica.
De acuerdo con el vicepresidente de Comercio Exterior y Logística de la AmCham, el panorama que deja a su paso el coronavirus no está afectando a todas las empresas por igual, debido a que algunas están mejor preparadas y cuentan con planes de recuperación ante desastres y contingencias previamente desarrollados, lo que les ha permitido enfrentar con más claridad esta situación.
“Estamos hablando de que una vez que se levante el aislamiento social, las empresas más vulnerables serán las que no tengan ninguna preparación o que no cuenten con planes de contingencia. Estas empresas debieron moverse al ritmo que marcan los consumidores. Lo importante de todo esto también era mantener la calma para pensar con claridad y poder ajustar y optimizar los recursos con los que se cuentan”, explica José Ambe.
Realidad postcovid
Ante la crisis económica y sanitaria, se ha puesto en marcha un movimiento sin fines de lucro denominado Universidad online de LDM, para capacitar gratuitamente a dueños de negocios, directores o gerentes en temas que les ayuden a una mejor toma de decisiones en sus empresas y cómo continuar trabajando en sus respectivas áreas.
La vida después de la pandemia demandará la toma de nuevas decisiones, ya que habrá cambios relacionados al tema de la globalización, lo que afectará los mercados y las empresas
El también CEO de LDM, explica que esta plataforma tiene la finalidad de apoyar a aquellos empresarios que tienen dudas sobre cómo prepararse para la nueva realidad.
“Estamos ofreciendo consultorías y cursos referentes a cómo hacer planes de recuperación ante desastres, cómo integrar a la empresa a la transformación digital, de qué manera se puede medir capacidad y todos los temas relacionados con la administración, seguridad e higiene que se debe tener en las oficinas”, expone Ambe.
Medio ambiente, la prioridad
En los últimos cinco años se desarrolló una tendencia hacia el consumo responsable y la importancia sobre el cuidado del medio ambiente
El experto en finanzas y logística José Ambe comenta que la realidad post COVID-19 demandará la toma de nuevas decisiones, ya que habrá cambios relacionados al tema de la globalización, algunas industrias en vez de comprar sus productos desde Asia, volverán a consumir en países más cercanos o en sitios locales.
“Ahora las empresas deben enfocarse en ‘Las Tres P’ (Persona, Planeta y Producto), es decir, preocuparse por cuidar a sus colaboradores y además que sus productos no afecten al medio ambiente, contrario a lo que sucedía en años anteriores, cuando solo se fijaban en las utilidades”, comenta Ambe.
Además recomienda a las Pymes con incertidumbre centrar su atención en estudiar los cambios en los hábitos de consumo, ya que deben entender quién es el nuevo cliente, cuáles son sus gustos, preferencias y cómo consume. Además de cómo se comportan sus principales competidores.
