El principal engaño de las aplicaciones de montadeudas es que no son empresas y toman los datos personales para amenazar a las personas que solicitan un préstamo, asegura el inspector Édgar Martínez, subdirector de la Unidad de Policía Cibernética capitalina.
“Es un modelo de extorsión en el cual te hacen creer que es parte de un contrato, que es un compromiso y por lo tanto debes pagarlo. Sin embargo, al ser simplemente aplicaciones, no hay reglas claras, no son empresas reales, no están registradas, no pagan impuestos, no están reguladas por ningún organismo, por lo tanto, es como haber hecho un préstamo con alguien que no conoces y que tal vez no existe.
“La difusión de información falsa que comprometiera su dignidad. Eso es con lo que le pegaban al ciudadano. Ese es el motivante que hace que las personas empiecen a pagar”, explica el investigador.
Para el trámite de los supuestos préstamos, las apps solicitan fotografías de los usuarios e imágenes de documentos oficiales como la credencial del INE.
Además, en redes sociales, las aplicaciones tienen una serie de usuarios ficticios que hablan muy bien de los procedimientos para tramitar los supuestos préstamos.
“Se difunden falsas bondades de las aplicaciones de montadeudas a través de redes sociales pero no son reales, únicamente están tratando de conseguir nuevas víctimas”, explica Édgar Martínez.
Las aplicaciones activan ciertos permisos para la obtención de datos personales, datos de contactos y otros que utilizaban estas personas para hacer extorsiones.
“Hay ciertos permisos que son funcionalidades de un teléfono o dispositivo de conexión, por ejemplo, podría ser un permiso de la cámara, el micrófono, el acceso al almacenamiento, a la libreta de contactos, y con esto logran obtener toda tu información”, explica.
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