El atropello
Quieren estudiar, pero no los aceptan en las escuelas. Tienen habilidades para desarrollar un trabajo, pero no hay una rampa para que pasen a la empresa a cumplir con sus ocho horas de trabajo.
Quieren hacer trámites en oficinas de gobierno y empresas, solicitar servicios, tramitar seguros, usar transporte público y ver por su salud. Quieren...
Julio Ramírez
Quieren estudiar, pero no los aceptan en las escuelas. Tienen habilidades para desarrollar un trabajo, pero no hay una rampa para que pasen a la empresa a cumplir con sus ocho horas de trabajo.
Quieren hacer trámites en oficinas de gobierno y empresas, solicitar servicios, tramitar seguros, usar transporte público y ver por su salud. Quieren…
…Pero no pueden. Así es la vida para algunas personas con discapacidad en un contexto en el que ya de por sí es difícil realizar actividades personales y profesionales, y además se ven imposibilitados para desarrollarse en los diferentes aspectos.
En el país hay actos de discriminación que les impiden desarrollar sus actividades.
De 2013 a principios de octubre, en el país hay reporte de 922 quejas por expedientes calificados como presuntos actos de discriminación contra personas con discapacidad, de acuerdo con información del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
Este es apenas un botón de muestra del tamaño de la problemática, pues la gran mayoría de las personas que padece una discapacidad se ve imposibilitada para interponer una queja, ya sea contra organismos públicos o personas particulares luego de que se ven discriminados.
Escuela, primer obstáculo
De estos reportes ante la Conapred, en 886 casos se pudo acreditar el ámbito en que se desarrolló la discriminación.
Encabeza el listado el ámbito educativo, con 258 casos. Es muy común que las escuelas carezcan de las condiciones o personal para ayudar con el traslado de niños con discapacidad motriz, quienes para movilizarse deben utilizar sillas de ruedas. Los salones del grupo que les corresponde están a veces en segundos o terceros pisos y carecen de rampas.
Tampoco hay personal que los ayude para ir al baño. Las escuelas optan por no aceptarlos.
Una situación parecida ocurre en los trabajos. Los empleadores que ofertan plazas encuentran un perfil que les atrae, les llegan a confirmar la contratación y cuando los tienen en frente y ven su discapacidad, se retractan.
El motivo es que carecen de las condiciones para que una persona con discapacidad ingrese a las instalaciones. El sector laboral es el segundo que más genera este tipo de quejas, hay 200 en estos poco más de tres años.
En lo referente a prestación de sevicios al público se contabilizan 103 expedientes; en el ámbito cultural, recreación y esparcimiento hay 94 actos acreditados de discriminación.
Hay 60 más en el ámbito administrativo, que se refiere a trámites ante gobierno y empresas, principalmente, y 53 en lo referente a transporte.
‘Tenemos el mismo derecho’
Las personas con discapacidad de cualquier tipo tienen la misma oportunidad de estudiar o trabajar, consideró la multimedallista paralímpica Doramitzi González.
“Las empresas no están bien empapadas de información y más con esto de la discapacidad intelectual, piensan que son como niños o como que no pueden trabajar, o cosas así, y no se dedican a obtener información de cada discapacidad, porque no les interesa”, aseguró en entrevista.
“Nosotros tenemos la misma necesidad y las mismas capacidades y el mismo derecho de trabajar y de aportar algo a la empresa o a la institución”.
En el ámbito laboral se presenta también la discriminación cuando contratan personas con discapacidad sólo porque las empresas obtendrán beneficios, como la reducción de impuestos y otros.
“Tú contratas a una persona con discapacidad y te damos esto. Incentivan a la empresa para que entonces contraten, que no debería de ser así porque se supone que si quieres tener ese trabajo se te tiene que dar porque realmente cumples los perfiles, no porque van a dar algo a cambio. Yo creo que sí deberíamos de estipularlo (en la ley)”, aseguró la deportista.
González consideró que el número de quejas tramitadas ante el Consejo Nacional para Prevenir la
Discriminación (Conapred) es muy bajo, en parte porque la gente con discapacidad no acude a interponer los reclamos.
“Siento que estas quejas son muy poquitas y siento que a muchísima gente le pasa algo y no va a poner esta queja de que fue discriminada. Siento que existe muchísima más discriminación”.
Hace un llamado a que las personas con alguna discapacidad acudan a denunciar, ya que estas cifras son importantes para atender las diferentes problemáticas.
Asimismo, señaló que la falta de accesibilidad es una de las principales causas de discriminación, ya que las oficinas y establecimiento carecen de instalaciones para el ingreso a personas en sillas de ruedas o muletas.
Olímpica negligencia
Doramitzi González es deportista paralímpica mexicana. En su trayectoria en la natación ganó 11 preseas en los Juegos Paralímpicos de Sidney 2000, Atenas 2004 y Beijing 2008.
En los Juegos de Río de Janeiro, en septiembre pasado, fue famoso el incidente por el que no pudo competir, luego de que los funcionarios encargados del registro no llegaron a tiempo para inscribir al equipo mexicano. La negligencia administrativa frustró el cierre de su carrera deportiva.
González publicó un video en YouTube para denunciar que por culpa de los funcionarios no pudo participar en el relevo 4×50 mixto.
“Eso pasa por llevar a gente que no sabe, y perdimos una medalla. Me duele mucho porque ellos no me van a dar todo lo que me tocaba. Nosotros íbamos a pelear por medalla y no se vale que esto pase porque entrenas tanto y te rompes tus sueños sólo por una estupidez de llegar tarde”, dijo entonces.
González detalló que perdió su beca en la UVM por dedicarse de tiempo completo a su preparación rumbo a los Paralímpicos.
El Conapred reporta que hasta agosto de 2016 se concentran 922 expedientes calificados como presuntos actos de discriminación por tipo de discapacidad.
Una Ley para no discriminar
El derecho a no padecer discriminación -en sus diferentes ámbitos- está amparado:
“Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”, indica el artículo primero de la Constitución.
“Prohibir la libre elección de empleo, o restringir las oportunidades de acceso, permanencia y ascenso en el mismo”, art. 9 de la Ley Federal para Prevenir y Erradicar la Discriminación.
Las quejas por presuntos actos de discriminación se deben de interponer ante el Conapred, que está facultado por el artículo 43 de la Ley en mención.
El Conapred está obligado a proporcionar orientación a las personas agraviadas sobre los derechos que les asisten y los medios para hacerlos valer.
El Conapred no puede interponer sanciones a las personas que discriminan, pero podrá solicitar la reparación proporcional del daño cuando se acredite la falta.
Derechos vulnerados
A través de expedientes, el Conapred detalla los derechos que se vulneran. Hay alrededor de mil 664 casos porque en cada uno se pueden vulnerar varios derechos.
El derecho al trato digno es el que más se vulnera. De acuerdo con el registro del Conapred hay 533 quejas, le sigue el derecho a la accesibilidad a las intancias públicas y privadas, con 287 presuntas violaciones.
En materia de vulnerabilidad al derecho a la educación existen 228 casos. El derecho al trabajo es el tercero más vulnerado, con 183 casos.
La vulneración al derecho a la igualdad de oportunidades es el cuarto derecho más vulnerado, con 151 casos.
Las entidades en donde más se presentan quejas son la Ciudad de México, con 476 casos, y el Estado de México, con 107 reportes.
Sin que ello represente que sean los sitios en que más se presenten casos de discriminación, sino que también existen más medios para interponer las denuncias.
En el ámbito rural o en ciudades pequeñas no hay representaciones del Conapred y hay poca difusión para la presentación de quejas.
Por un descuido de los funcionarios de la delegación, Doramitzi González no pudo competir en una prueba en la que tenía posibilidad de medalla paralímpica.