Empresarios darán impulso a la economía con inversión

Los empresarios abrieron la cartera de la inversión. El sector privado será el encargado de girar el tornillo de la maquinaría que reactivará la economía de México.

Para sacar al país de su fase de estancamiento se impulsará una de las industrias clave: la infraestructura.

Para lograrlo contarán con el respaldo del Gobierno federal y la herramienta será el Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura, en el cual se contemplan recursos privados por el orden de los 859 mil millones de pesos, los cuales se ejecutarán del 2020 al 2024.

El paquete inicial abarca 147 proyectos en las áreas de transporte; telecomunicaciones; carreteras; agua y saneamiento; energía; energía eléctrica; turismo, y salud.

José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), comenta que el acuerdo es un buen primer paso para empujar la economía, además de que manda un importante mensaje político de que el gobierno y la iniciativa privada están trabajando juntos por México.

Sin embargo, el doctor en economía reconoce que existen algunos factores que pueden complicar la implementación del mismo en el corto plazo.

Por rubro, los sectores que contarán con la mayor inversión son transporte con recursos por 283 mil 853 millones de pesos y turismo con 252 mil 764 millones de pesos, de acuerdo con la propuesta presentada por el Gobierno de México y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

Para el director del IDIC no es una sorpresa que estas dos industrias serán las más beneficiadas del acuerdo, ya que son importantes polos de atracción de Inversión Extranjera Directa (IED) y entre ambas aportan más del 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, según cifras de la Secretaría de Economía (SE).

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Pendientes más relevantes

Aunque en la presentación del Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura estuvieron presentes los empresarios más importantes del país, incluido Carlos Slim, no significa que todos estén en la misma sintonía.

El presidente vitalicio de Grupo Carso ha declarado que para él los indicadores que miden instituciones como el Inegi no deben convertirse en el termómetro para medir el desempeño de la economía, pues existen otros temas a los que se les debe dar una mayor importancia, como el estado de las finanzas públicas y el fomento a la inversión.

Al término de la presentación del acuerdo, el hombre más rico de México comentó que no es trascendente si no se registra un crecimiento económico al cierre de este año y mostró un optimismo sobre los logros que ha tenido la Cuarta Transformación.

“No sé qué es eso (de la recesión), pero hay mucha disciplina por parte del sector público porque no subió la deuda, tampoco hay déficit fiscal y la inflación bajó. Están sentadas las bases y eso creó una gran confianza para la inversión”, dijo el empresario cuya fortuna asciende a 64 mil millones de dólares.

Contrario al optimismo del hombre de negocios, el Indicador de Confianza Empresarial (ICE) cayó 0.2 puntos en octubre pasado, luego de haber registrado dos alzas consecutivas.

En tanto que al cierre del tercer trimestre, la economía mexicana no reportó un crecimiento en términos reales, según el último informe del instituto de estadísticas.

Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), coincidió con Carlos Slim en que las cifras del Inegi sobre el crecimiento económico no son relevantes.

“No creo que sea importante eso, eso no cambia la vida de los mexicanos, lo relevante es que este anuncio de inversión es muy ambicioso. Tenemos todas las bases para lograrlo y todo está alineado para que empecemos un proceso diferente”.

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Inversión para salir del bache

Durante décadas, en México se han realizado importantes inversiones en materia de infraestructura con el propósito de promover el desarrollo económico, sin embargo, el sector crece por debajo de otros países como Rusia o Tailandia.

Con el trabajo conjunto que realizarán el sector público y privado se abre la oportunidad de que la economía mexicana salga del bache en el que lleva atorada desde hace más de medio año, aunque es necesario que el país mejore sus números.

El Índice de Competitividad Global 2019 del Foro Económico Mundial, que toma en cuenta 112 variables en su evaluación, identifica la infraestructura con un factor importante y ubica a México en el lugar 48 de 141 países evaluados.

Esto quiere decir que por más recursos que se le han asignado a este rubro no crece por diversos factores que se relacionan con la falta de Estado de Derecho en el país, la incertidumbre ocasionada por decisiones políticas y un marco regulatorio adecuado.

A esto se le suma que el hecho de que México se encuentre estancado en términos de competitividad frente a otras economías emergentes representa un obstáculo para la atracción de inversiones.

Roberto Anda, presidente de la Comisión Nacional de Desarrollo Urbano y Vivienda de Coparmex, considera que si el gobierno aprovecha que los empresarios presentaron una propuesta con proyectos más aterrizados a los que se contemplaban en un inicio y mantienen una relación cordial como hasta ahora, el impulso a la economía estará garantizado.

Aunque también explica que la 4T deberá ser muy transparente en la forma en que otorgue los contratos y tendrá que respetar las decisiones que tomen los empresarios.

“La cancelación del NAIM generó mucha incertidumbre y desconfianza, pero este acuerdo es muy importante porque se van a generar empleos directos e indirectos y se reactivará la economía”, dice Anda.

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Banca, el mejor aliado de la inversión

En la misión para reactivar la economía mexicana un aliado clave será Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM).

El titular de la asociación que integra a más de 50 bancos nacionales y extranjeros llevará la batuta de los recursos que se entreguen para el desarrollo de los más de 100 proyectos de infraestructura.

En la actualidad, la ABM dispone no solo de los 600 mil millones de pesos que pertenecen a la banca, sino que de ese monto se podría utilizar 14 por ciento, equivalentes a 84 mil millones de pesos que estarían libres para invertirse en las obras del Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura.

Históricamente las Administradoras de fondos para el retiro (Afores) realizan inversiones de aproximadamente 4 por ciento en obras de infraestructura y si la ABM aumenta 1 por ciento de ese dinero se tendrían 39 mil millones de pesos adicionales.

Los fondos privados también pueden levantar la mano para sumarse, con lo que a la bolsa de recursos se le podrían sumar otros 26 mil millones de pesos, según estimaciones del propio Niño de Rivera.

José Luis de la Cruz, director del IDIC, considera que el papel de la banca en el acuerdo será crucial, ya que dará certeza a los inversionistas.

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Ceder el poder

Legisladores de oposición acusan que el Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura presentado ayer en Palacio Nacional por el presidente Andrés Manuel López Obrador y la cúpula empresarial no es innovador, debido a que algunos de los proyectos ya se encuentran en marcha y también coinciden en que no ayudará a impulsar la economía.

Gustavo Madero, presidente de la Comisión de Economía del Senado, expone que el próximo año el sector de infraestructura recibirá el menor monto en la historia, ya que los recursos que se le destinarán equivalen al 1.3 por ciento del PIB.

“Como el Gobierno federal se quedó sin fichas y no tiene dinero está invitando a la iniciativa privada para que ejecuten e inviertan su capital en obras públicas, lo que perpetúa el capitalismo de cuates”, asegura el senador panista haciendo alusión a que las mujeres y los hombres más ricos del país serán concesionarios de la 4T.

Por su parte, el senador priista Jorge Carlos Ramírez Marín, respalda que se anuncie una mayor inversión, aunque coincide con que la mayoría de los proyectos no son nuevos.

“Cualquier gobierno que ponga mayor énfasis en la inversión privada y no en la pública corre grave riesgos porque puede decepcionarse y suspender obras, algo que no ocurre con las obras de infraestructura pública”,advierte.

Aunque los legisladores destacan que el acuerdo está dividido en tres regiones (norte, centro y sur-sureste), adelantan que los ciudadanos y municipios no tendrán beneficios directos.

En este sentido, el coordinador de los diputados panistas, Juan Carlos Romero Hicks, detalla que, a la fecha, existen muchas obras de infraestructura inconclusas en los 2 mil 457 municipios del país.

“Me parece que es una visión del otro México muy valiosa para áreas como transporte, turismo y energía, pero no atiende a las regiones más pequeñas del país y tampoco las preocupaciones de los municipios”, añade.

Otra de las voces que se sumó al rechazo del Acuerdo Nacional fue Verónica Juárez Piña, coordinadora de los diputados del PRD, quien asegura que la designación de más de 800 mil millones de pesos para infraestructura no es suficiente.

Sin rumbo claro

Entre legisladores difieren sobre la participación de la IP, ya que para Romero Hicks los empresarios “tienen una actitud muy valiosa para sacar adelante y suplir lo que el gobierno no sabe hacer”, a diferencia de Madero Muñoz que dice que la cúpula empresarial está solapando al presidente López Obrador al proyectar una imagen de que ambos bandos están trabajando juntos.