En la Ciudad de México se contabilizó a cuatro millones 693 mil 298 personas ocupadas, de las que el 46.2 por ciento se encuentra en la informalidad laboral. Foto: Especial

Empleo informal en la CDMX: menor que la media nacional, pero con la misma brecha de género

Las cifras de personas que trabajan de manera informal en la Ciudad de México son menores a las de la media nacional; sin embargo, la brecha de género es la misma: son más las mujeres quienes laboran bajo esa modalidad

El mercado laboral en la Ciudad de México presenta índices de informalidad menores a los de la media nacional al primer trimestre del año.

Las estadísticas oficiales señalan que la capital del país registró un 46.2 por ciento de participación informal, en contraste con el 55.1 por ciento del promedio de todas las entidades federativas.

Sin embargo, aún está lejos de la meta federal, que es del 25 por ciento o menos, según los Semáforos Económicos de la organización México Cómo Vamos.

El organismo destaca que la brecha por género también es menor a la que reporta en promedio el país, pero mantiene la tendencia de que son más las mujeres quienes trabajan en la informalidad.

Por lo anterior, especialistas subrayan la urgencia de que se implemente un Sistema Nacional de Cuidados que permita la incursión de dicho sector poblacional al mercado laboral formal, el cual, a nivel local, tiene una mayor propensión al desarrollo por las características de urbanización con las que cuenta la Ciudad de México.

“El mercado laboral en México tiene dos graves problemas estructurales, el primero es la informalidad, porque no tienes vínculo laboral, no tienes acceso a la seguridad social ni servicios de salud, etc.; y, el segundo, es la baja participación de las mujeres”, asegura Adriana García, coordinadora de Datos de México Cómo Vamos.

Las cifras

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE, 2023) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señala que, en el primer trimestre de 2024, la población económicamente activa del país fue de 60.1 millones de personas (60.2 por ciento), de las cuales 35.8 millones, son de sexo masculino y 24.3 millones del sexo femenino.

De estas cifras, la suma de las personas que trabajan en todas las modalidades de empleo informal (sector informal; trabajo doméstico remunerado; empresas, gobierno e instituciones; y ámbito agropecuario) suman 32.2 millones de personas.

“Esto representó 55.1 por ciento de la población ocupada: un incremento de 1.2 millones de personas respecto al mismo lapso de 2022”, indica la ENOE.

Por entidad federativa, detalla que en la Ciudad de México se contabilizó a cuatro millones 693 mil 298 personas ocupadas, de las que el 46.2 por ciento se encuentra en la informalidad laboral y 29.4 por ciento tiene una ocupación en el sector informal.

Los retos

Datos desagregados de México Cómo Vamos, a partir de la encuesta referida, apuntan a que las capitalinas tienen una participación informal del 47.33 por ciento y los hombres del 45.05 por ciento.

“Si bien las mujeres participan más en la informalidad en la capital del país, vemos que esta brecha es menor a dos puntos porcentuales y esto corresponde a las actividades que se realizan en la ciudad.

“Aunque una parte muy importante es de servicios, hay una tendencia mayor a la formalidad por la gran cantidad de corporativos que existen”, afirma Adriana García.

Por lo anterior, menciona que, con los datos que se tienen desde 2005, lo que puede adelantarse es que la Ciudad de México tenderá a generar empleos dentro del mercado formal.

“El reto en la ciudad va a consistir en que se recuperen los empleos en el sector inmobiliario que, por dinámicas de la pandemia, se necesita una solución fuera de la caja porque, lo que hemos visto con las tendencias hacia el teletrabajo, la gestión de dicho sector no se ha recuperado”, comenta.

García dice que también se requiere una mejor regulación del mercado laboral, pero sobre todo, políticas públicas que incentiven a las empresas a volverse formales y a formalizar a sus trabajadores.

El otro problema

Laura Gómez es madre de un joven y de una adolescente y se dedica a la venta minorista de bienes no perecederos, en específico, joyería y papelería.

La mujer de 40 años, habitante de la alcaldía Iztacalco, en la Ciudad de México, afirma que, entre las ventajas de ser su propia empleadora, destaca la libertad de decidir sobre la organización de su tiempo en función de sus prioridades.

Esto, pese a que no cuente con las prestaciones de ley que contempla un empleo formal.

“En mi experiencia personal, el ser autónoma me ha permitido estar al pendiente del cuidado de mi familia, que es una de mis prioridades más importantes.

“En cambio como empleado realizas tus labores encomendadas, en un horario fijo por lo que recibes un salario y prestaciones de ley, eso trae seguridad”, explica.

La historia de Laura Gómez ejemplifica las problemáticas mencionadas por la especialista Adriana García sobre el mercado laboral en México, quien añade que, sin hacer distinción de ingreso, la mayoría de la población no económicamente activa son mujeres.

Esto lo respalda la ENOE, en los primeros tres meses de 2023, hubo 39.7 millones de personas (que equivale al 39.8 por ciento del total de la población mayor de 15 años), de las cuales 11.1 millones (23.7 por ciento) son hombres y 28.5 millones (54.1 por ciento) son mujeres.

Lo anterior, en opinión de García, se debe a que, en México, no existe un Sistema Nacional de Cuidados, y son las mujeres quienes se encargan tradicionalmente del cuidado de las y los niños, los adultos mayores y las personas con discapacidad.

“Mientras el Estado no provea la infraestructura para que una mujer pueda dejar a la persona o menor de edad a su cargo en un lugar e irse a su centro de cuidados va a estar entre la informalidad laboral o la no participación. Hasta que no se discuta esto a nivel legislativo, se le ponga precio y se incluya en el PEF (Presupuesto de Egresos de la  Federación) no se va a llevar a cabo”, puntualiza.

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