El exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, salió esta noche del Reclusorio Norte, luego de estar casi tres años preso por los casos de corrupción de Odebrecht y Agronitrogenados.
Fue antes de las 20:00 horas cuando Lozoya Austin abandonó este martes el penal varonil en una camioneta Toyota gris con vidrios polarizados, para dirigirse a su casa en la colonia Bosques del Pedregal, al sur de la CDMX.
Esta tarde, un juez federal anuló la prisión preventiva contra el exfuncionario en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, para que enfrente en libertad las acusaciones de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Emilio Lozoya fue detenido en España en febrero de 2020 y extraditado a México en julio del mismo año.
Como titular de Pemex (2012-2016) benefició con contratos a la constructora brasileña Odebrecht, y autorizó que la paraestatal mexicana le comprara Agronitrogenados a un sobreprecio de 200 millones de dólares.
Emilio Lozoya, el incómodo para dos sexenios
Los delitos y acciones de Emilio Lozoya pusieron bajo la línea de fuego a dos gobiernos federales.
El primer gobierno impactado fue el de Enrique Peña Nieto, para el que Lozoya Austin representa un lastre por la acumulación de señalamientos por corrupción durante su gestión al frente de la institución petrolera; el segundo es el de Andrés Manuel López Obrador, que politizó el proceso legal contra el exdirector de Pemex, como señaló para Reporte Índigo en mayo de 2021 Mario Maldonado, periodista de negocios y autor del libro “Lozoya, el traidor”.
“(Lozoya) es un traidor porque llegó a México extraditado con un acuerdo con la Fiscalía exagerando cosas sin tener las pruebas, se fue contra sus amigos, empresarios del pasado y toda la gente con la que se relacionó y a todos los acusó de todo pero no tiene pruebas. Y no sólo es traidor para amigos, funcionarios y colegas, sino para el gobierno, el Estado, los mexicanos y Pemex”, detalló Maldonado en el marco de la publicación de su libro.