El huracán Trump golpea México

El triunfo de Donald Trump pondrá a México en una de las situaciones más complicadas que haya 

enfrentado en su historia.

 

Imelda García Imelda García Publicado el
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58%
o más de los votantes a favor del republicano son personas mayores de 50 años de edad
La expectativa de una mayor creación de empleos, deportación de los indocumentados y la disminución de impuestos serán algunas de las medidas que la gente le pedirá cumplir a Trump 

El triunfo de Donald Trump pondrá a México en una de las situaciones más complicadas que haya 

enfrentado en su historia.

 

La llegada a la Casa Blanca de un candidato que no dudó en mostrar su rechazo a la presencia de migrantes mexicanos en Estados Unidos y se pronunció por cancelar los tratos comerciales con el país, podría causar una crisis no solo para los paisanos que viven en esa nación, sino al interior de México.

 

Y para muestra un botón: en cuanto el candidato republicano tomó la delantera en la contienda, el dólar alcanzó un tipo de cambio de 20.73 pesos por dólar –a las 23:00 horas-.

 

Promesas como la construcción de un muro a lo largo de toda la frontera –por el que haría pagar a México-, la deportación masiva de migrantes ilegales o la cancelación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pondrán a México en una circunstancia complicada por los próximos cuatro años.

 

El apoyo que Trump tendrá de un Congreso que quedará en manos del Partido Republicano aumenta las posibilidades de que se concreten sus propuestas.

 

Así, México tendrá el reto no solamente de lidiar con las consecuencias económicas o políticas que el nuevo gobierno pueda impulsar en lo macro, sino que deberá usar todos sus recursos para resolver lo que podría pasar al interior del país.

 

La llegada masiva de mexicanos que sean expulsados de Estados Unidos –cerca de 11 millones de indocumentados son de México-, pondrá al Gobierno federal contra la pared para darles empleo, vivienda, así como servicios de salud y educación.

 

La situación se complicaría si el gobierno de Trump decide detener las remesas para obligar a México a pagar por el muro fronterizo; y si las empresas comienzan a salir del país o dejan de exportar productos a Estados Unidos por la cancelación del TLCAN.

 

El voto antiestablishment

 

Los votantes de Donald Trump lanzaron un mensaje al mundo: están contra el establishment, contra el sistema que los ha llevado a la situación que enfrentan hoy.

 

A pesar de que se trató de un candidato con altas dosis de racismo y violencia contra ciertos sectores, los electores norteamericanos decidieron apoyarlo para dejar claro que no están de acuerdo en cómo se están haciendo las cosas en su país.

 

El mundo y los norteamericanos deberán acostumbrarse a la mención del “presidente Donald Trump”.

 

Su triunfo ocurrió a pesar de que reconocidos republicanos anunciaron que no lo apoyarían; de que la mayoría de los medios de comunicación otorgaron abiertamente su apoyo a Clinton; y del rechazo de grupos de inmigrantes, feministas o de la diversidad sexual.

 

Donald Trump ahora tendrá frente a sí dos retos fundamentales. El primero es que tendrá que mostrar liderazgo para re-unir al país, después de una campaña política que dividió a la población y puso en contra a algunos sectores contra otros. Incluso, provocó el renacimiento de grupos ultraconservadores, como el Ku Kux Klan.

 

El segundo reto que Trump tendrá en sus manos será cumplir sus promesas de campaña. 

 

La expectativa de una mayor creación de empleos, de deportación de los migrantes indocumentados y de la disminución de impuestos serán algunas de las medidas que la gente le pedirá cumplir.

 

El sufragio silencioso

 

La victoria de Trump ocurrió alejada de las grandes ciudades. Aun en los estados que se pintaron de rojo, las grandes ciudades permanecieron –en su mayoría- con dominio de Clinton.

 

De acuerdo a encuestas de salida dadas a conocer por diversos medios de comunicación, como las cadenas CNN o NBC, el 62 por ciento de los votos por Trump provino de ciudades pequeñas o rurales.

 

Es en las zonas que alguna vez fueron polos industriales o en las comunidades rurales, donde el republicano tuvo más votos.

 

Su discurso a favor de la cancelación del TLCAN tuvo repercusiones en las zonas industriales. 

 

La promesa de cerrar las fronteras y crear mayores empleos tuvo una repercusión importante en la 

decisión de voto de los norteamericanos.

 

El 65 por ciento de los votantes de Trump, de acuerdo con estas encuestas de salida, considera que el comercio con otros países se lleva los empleos de Estados Unidos; el 84 por ciento piensa que los migrantes indocumentados debe ser deportado a su país de origen.

 

El triunfo de Donald Trump sucedió a pesar de que las encuestas daban un triunfo de pocos puntos porcentuales a Hillary Clinton, incluso un día antes de la elección.

 

El llamado “voto silencioso”, de las personas que pensaban votar por Trump pero no lo declararon públicamente, fue el que dio la vuelta a la elección.

 

Tal como sucedió en la votación en Reino Unido para su salida de la Unión Europea (Brexit), donde las encuestas mostraban un triunfo previo por la permanencia, al final el resultado fue contrario.

 

Y al igual que pasó en esa elección, fueron las personas mayores quienes dieron el triunfo a la opción conservadora en la boleta.

 

El perfil de las personas que dieron el triunfo a Donald Trump está definido por ser blancos, mayores, con un grado máximo de estudios de preparatoria, con un alto salario, de creencia cristiana –y todos sus derivados- y de ideología conservadora.

 

Según las encuestas de salida, fueron las personas mayores de 50 años quienes dieron el triunfo a 

Trump, pues votaron en más de 50 por ciento por el republicano.

 

Se trata también de personas blancas (58 por ciento), pues los otros grupos raciales votaron en menor medida por él. En el caso de los latinos solo un 29 por ciento votó por Trump.

 

El 51 por ciento de las personas con estudios máximos de preparatoria votó por el republicano.

 

Y el sector más rico de la población, con ingresos superiores a 50 mil dólares anuales, votó mayoritariamente por Trump.

 

Los votantes de Trump tienen también un perfil mayoritariamente religioso. El 60 por ciento de los protestantes o mormones y el 50 por ciento de los católicos votaron por el republicano.

 

En contra parte, el 70 por ciento de los judíos y el 68 por ciento de las personas sin religión, eligieron a Clinton.

 

Sigue leyendo “¿Por qué ganó Donald Trump?” por Carlos Salazar

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