Van por paridad real

Uno de los principales retos a vencer en las elecciones del 2018 será el de garantizar el derecho a la paridad de género sin simulaciones. El estado de Querétaro busca convertirse en punta de lanza para que las mujeres accedan al poder sin excusas
Imelda García Imelda García Publicado el
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En el 2018, uno de los principales retos que enfrentarán las mujeres será acceder al poder… sin simulación.

Aunque la paridad de género es un principio consagrado en la Constitución Política, en los estados se ha complicado el acceso de las mujeres al poder.

Las leyes electorales locales han asentado la obligación de los partidos de postular a la mitad de sus candidaturas a mujeres y hombres.

Sin embargo, la trampa suele estar en la operación de la ley: las mujeres son postuladas a los municipios y distritos menos importantes o con menos votantes.

Esto busca ser revertido para la elección del 2018; mujeres de varios estados han operado en los Congresos locales y ante las autoridades electorales estatales para que se establezcan reglas que fijen el derecho del acceso a las mujeres a candidaturas competitivas.

La representación de las mujeres en el Senado es del 37.5 por ciento; en la Cámara de Diputados del 42.4 por ciento; del 3 por ciento en las gubernaturas; y del 14.2 por ciento en las presidencias municipales.

En el 2018 se elegirá a los diputados locales de 28 estados y nuevos ayuntamientos en 24 entidades, más las 16 alcaldías de la Ciudad de México.

El reto en la elección del 2018 será cambiar el panorama de los poderes locales para que más mujeres ocupen los cargos de poder; pero que sea un poder efectivo, con peso de decisión real, y no solamente para cumplir con las cuotas de género.

37.5%
Representación de las mujeresen el senado
42.4%
En la Cámara de Diputados
3%
En las gubernaturas
14.2%
En las presidencias municipales

Igualdad, reto de 2018

Para Janine Otálora, magistrada presidenta del TEPJF, los partidos políticos deberían unirse en 2018 para concretar la aplicación del derecho a la igualdad de género en todas sus representaciones y puestos de dirección

El gran reto de las elecciones del 2018 será no solo la competencia por ganar los cargos de elección popular, sino para concretar que exista paridad de género en el acceso al poder.

Santiago Nieto, titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), sostuvo que para llegar a una verdadera paridad de género se tiene que promover que las mujeres lleguen a espacios reales de poder, más allá de soló cumplir con las cuotas.

“Hay que avanzar en la paridad en el ejercicio del poder. No basta con que haya candidaturas de forma paritaria a los ayuntamientos, si las mujeres están siendo postuladas para encabezar las fórmulas de los ayuntamientos de los municipios de menos trascendencia social.

Es importante que la paridad sea también en el ejercicio del poder y, por lo tanto, los municipios, los distritos donde haya una mayor posibilidad no sólo de triunfo, sino de ejercicio de poder económico, de gobierno sobre un mayor número de personas para efecto de avanzar en la paridad”, comentó Nieto en un foro sobre Paridad como reto en el 2018, organizado por el Senado.

Lorena Cruz, directora del Instituto Nacional de las Mujeres, sostuvo que el avance en el ámbito federal ha sido importante, pero el reto está en lo local.

“Donde tenemos el gran reto es en las presidencias municipales. En el 2018, estas cifras (de representación) deben cambiar significativamente. No podemos perder, otra vez, la oportunidad de tener una representación paritaria en todos los cargos de elección”, afirmó.

Para Janine Otálora, magistrada presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), la paridad de género tiene que extenderse no sólo a los cargos de elección popular, sino a otros de representación política, como los órganos de gobierno de los partidos.

Los partidos políticos, mencionó, deberían unirse en 2018 para concretar la aplicación del derecho a la igualdad de género.

“Los partidos políticos están divididos para ver quién gana la elección del 2018. Pero en lo que deberían estar unidos es en lograr que triunfe la paridad de género. No es una dádiva, es un derecho básico, un principio constitucional, un acto elemental de justicia que no requiere de reconocimiento, simplemente se toma porque es un derecho humano.

“No se trata de que el Tribunal Electoral corrija a los partidos cuando no se apegan a la paridad de género. Se trata de que los propios partidos políticos sean los motores de cambio que impulsen con convicción la paridad de género en todas sus representaciones y puestos de dirección”, llamó Otálora en el foro del Senado.

Lorena Cruz, directora del Instituto Nacional de las Mujeres, dice que el avance en el ámbito federal ha sido importante, pero el reto está en las presidencias municipales

El ‘bloqueo’ como método

A partir de la clasificación de los municipios y los distritos donde cada partido tuvo mayor o menor votación realizada por las autoridades electorales, cada instituto político determina las candidaturas que otorgará a las mujeres

Antaño, el solo acceso a cualquier posición de poder, por mínima que fuera, era el gran reto que enfrentaban las mujeres; ahora, es ganar mejores espacios con verdadera representación.

Diva Hadamira Gastélum, una política con una larga trayectoria y hoy senadora por el PRI, resume de forma contundente las etapas de la lucha de las mujeres por participar en la vida política del país.

Antes, el sólo acceso y permanencia eran el mayor reto; ahora, se trata de las fórmulas para el reparto de las candidaturas y para saber en dónde sí y en dónde no competirán las mujeres.

“Yo entré a la política a los 12 años, imagínense el nivel de enfermedad que tengo y de adicción; pero, ¿alguien me ayudó, cuando no se usaba? Alguien me orientó que –voy a decir una barbaridad- cerrando bien las piernas y hablando muy fuerte se podía transitar.

“Entonces, el nuevo tema es la concurrencia, los nuevos bloques de interpretación de la democracia paritaria, es un sudoku (…) Nosotras no somos una cuenta matemática, no somos un esquema de competencia en un crucigrama”, sostuvo la senadora en el foro sobre paridad hacia la elección del 2018, realizado en el Senado de la República.

Y es que el nuevo esquema de paridad tiene que ver con la “zonificación” de los estados, en distritos y municipios, para saber cuáles son las regiones con mayor o menor número de votantes.

Este agrupamiento en “bloques” de municipios o distritos, de alta, media y baja votación, es el nuevo mecanismo que algunos estados aplicarán para obligar a los partidos políticos a dar mejores candidaturas a las mujeres.

Sin embargo, dicho “bloqueo” es hecho por la autoridad electoral para cada partido político. Es decir, las autoridades electorales locales realizan una clasificación de los municipios y los distritos donde cada partido tuvo mayor o menor votación y, a partir de ese diagnóstico, cada instituto político determina las candidaturas que otorgará a las mujeres.

Esto, empero, no garantiza una paridad efectiva, pues algunos municipios son de alta votación para una fuerza política y de baja para otros.

Por ejemplo, si el partido A gana un municipio, para esa fuerza política es de alta votación y tendría que postular a una mujer; pero para el partido B, que no gobierna esa localidad, no es de alta votación y no estaría obligado a candidatear a una mujer.

Esto tendría perjuicio para las candidatas cuando, por ejemplo, se quiera dar el voto de castigo a un partido.

Si en ese mismo municipio, la gente vota por el partido B (que no estaba obligado a postular a una mujer), para castigar al partido A por un mal desempeño, se perdería la posibilidad de que una mujer gane un espacio de poder.

Las mujeres buscan que este esquema mejore en algunas entidades, por lo que llevan a cabo acciones para garantizar que sean tomadoras de decisiones en cargos de importancia.

En Veracruz, por ejemplo, los lineamientos de la autoridad electoral local establecieron que se hiciera un doble “bloqueo” a los municipios.

Así, en 2016 las mujeres tuvieron una mayor posibilidad de acceder a candidaturas en municipios importantes, aunque no todas fueron exitosas. La ciudad más grande gobernada por una mujer es Córdoba.

“El nuevo tema es la concurrencia, los nuevos bloques de interpretación de la democracia paritaria, es un sudoku (…) Nosotras no somos una cuenta matemática, no somos un esquema de competencia en un crucigrama”
Diva Hadamira GastélumSenadora por el PRI

Querétaro, punta de lanza

Un grupo de mujeres del PRI y Morena en la entidad buscan que los partidos estén obligados a dar candidaturas de género, basándose en la población a gobernar y el presupuesto a manejar

Las mujeres de Querétaro van por la representación femenina en el poder sin simulaciones.

Un grupo de mujeres del PRI y Morena impugnaron la ley electoral de la entidad para que la paridad de género no sólo se base en el número de mujeres que acceden a las candidaturas, sino en la calidad de éstas.

Estas mujeres de la política buscan que los partidos estén obligados a dar candidaturas de género, basándose en la población a gobernar y el presupuesto a manejar.

En Querétaro existen 18 ayuntamientos, de los cuales, 8 son gobernados por mujeres. Aunque esto representa el 44 por ciento de las alcaldías, en cuanto a población el índice es mucho menor: apenas el 15.8 por ciento de la población es gobernada por una mujer.

Las reglas electorales en Querétaro establecen que se realice el “bloqueo” de los municipios; al ser 18 ayuntamientos, cada uno de los bloques está conformado por 6 localidades.

La autoridad electoral determinó que los partidos políticos no pueden postular mujeres en los lugares 4, 5 y 6 de cada bloque.

Sin embargo, las queretanas buscan que se aplique un principio como el de Veracruz, con un doble “bloqueo”, y que así se acceda a mejores candidaturas.

Josefina Meza Espinosa, dirigente del Frente Político Nacional de Mujeres y una de las personas que presentó la impugnación, acusó que la paridad de género es un tema que parece unir a los partidos, pero para poner obstáculos y sólo simular su compromiso con el asunto.

“Son bien listos. En los municipios metropolitanos, donde se maneja más recurso económico, ningún partido está postulando mujeres para esos municipios. Nos están dando ‘el honor’ de gobernar los municipios rosas, pero son los más chiquititos.

“Así que nosotras estamos argumentando nuestros agravios en que, para que la paridad sea efectiva, sea real en el poder, una paridad sustantiva, tendríamos que estar gobernando municipios grandes también, porque no estamos manejando ni el 10 por ciento del recurso que se maneja en el estado y apenas el 15 por ciento de la población; y en eso sí se ponen de acuerdo el PAN y el PRI”, comentó Meza, en entrevista.

Los partidos políticos, acusó, ven la paridad de género como un castigo y buscan la manera de cumplir con la cuota pero solo en lugares donde no les representa una desventaja.

A todo esto se suma la violencia política de género. Quienes promueven este tipo de cambios para dar más garantías a la mujer, consideró, sufren de burlas y amenazas por tratar de incidir en el esquema de acceso al poder.

En el 2015, Querétaro fue un estado innovador en materia de candidaturas para mujeres; las activistas consiguieron, mediante recursos legales, que los partidos tuvieran que cambiar sus fórmulas para la elección de Ayuntamientos, consiguiendo 8 de las 18 presidencias municipales.

En esa ocasión, sin embargo, algunos partidos optaron por hacer candidatas a las esposas de los que eran candidatos, burlando así la intención de tener una verdadera paridad de género.

“Para que la paridad sea efectiva (…) tendríamos que estar gobernando municipios grandes también”
Josefina Meza EspinosaDirigente del Frente Político Nacional de Mujeres

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