No hay fecha que no se cumpla ni plazo que no se venza. La elección extraordinaria por la Alcaldía de Monterrey está por celebrarse este domingo 23 de diciembre, en plena víspera navideña.
En entrevista con Reporte Índigo, el especialista en política Gilberto Miranda, egresado del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, señala que este proceso estuvo envuelto en un fenómeno de teatralidad que desmotiva al votante neoleonés.
“Hubo un exceso de teatralidad tanto en el verano como en la extraordinaria. Parecía que la elección tenía más vicios o similitud a un reality show que a un proceso electoral, y creo que eso acaba por desmotivar al votante”, asegura el experto del Tecnológico de Monterrey.
Señala que existen dos factores que motivan el desinterés entre los regiomontanos: la falta de credibilidad a causa del desgaste político que tuvieron los candidatos, no sólo en estos comicios extraordinarios, sino en la elección ordinaria celebrada el 1 de julio; y la fecha en la que la Comisión Estatal Electoral (CEE) decidió llevar a cabo la jornada electoral.
“Mi percepción inicial es un preocupante desinterés que se explica por varios factores, por ejemplo la credibilidad tanto de las opciones políticas como de la autoridad electoral. Creo que eso ha impacto y ha generado desconfianza en una buena parte del electorado”, menciona
Gilberto Miranda calcula que este domingo habrá una participación en las urnas de alrededor de 30 por ciento.
“La fecha es la menos conveniente para incentivar la participación. Así que, en general, esto vaticina una participación mucho más baja, porque en el verano fue de 56 por ciento del padrón y yo estimo que no va llegar al 30 por ciento, ojalá me equivoque”, considera.
Ganador sin mayoría
El ganador de la elección extraordinaria por la Alcaldía de Monterrey gobernará sin una mayoría absoluta por factores como la poca participación de la ciudadanía, así lo asegura el politólogo Gilberto Miranda.
“La realidad es que no pudieron generar atracción, y ojalá que el resultado no genere una ilegitimidad, suponiendo que participe 30 por ciento del padrón. Sin conceder que un candidato saque 50 por ciento de los votos, acabará gobernando con el apoyo real de 15 por ciento del padrón electoral”, calcula Miranda.
El próximo alcalde, dice el experto, tendrá que trabajar en recuperar la confianza de los ciudadanos de la capital de Nuevo León para gobernar.
“Creo que sí es un escenario. También se le debe dar certidumbre a los resultados, y que los actores políticos los acepten no es sólo un problema de Monterrey, sino de la democracia mexicana”, comenta.
Miranda advierte que está latente el escenario de otra impugnación al existir poco margen de apoyo entre los abanderados punteros.
“Por supuesto que deben existir los mecanismos jurídicos, pero necesitan ser más excepciones que reglas, y en México vemos que cada vez más se judicializan procesos electorales. Pareciera que es una táctica política, un recurso más”, concluye.
