Elección del nuevo dirigente del STPRM sigue a ciegas
La promesa de que los trabajadores petroleros podrán elegir a sus nuevos dirigentes está a prueba ante las maniobras desplegadas por la estructura que dejó firme Carlos Romero Deschamps, la cual ha hecho todo lo posible para dificultar la contienda interna a quienes aspiran a la dirigencia sindical
Carlos MontesinosEl prolongado proceso para elegir al nuevo dirigente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) está causando polémica dado que los liderazgos que dejó Carlos Romero Deschamps siguen operando en sus 52 secciones, y organizaron una serie de maniobras para asegurar los controles regionales de cara a la elección del Comité Ejecutivo General.
De acuerdo con trabajadores petroleros que solicitaron confidencialidad, el proceso interno del STPRM está siendo realizado de manera inversa a lo que plantean los estatutos, los cuales marcan que primero se debe elegir al CEG y, posteriormente, a sus homólogos seccionales.
Sin embargo, los procesos locales iniciaron en cuatro etapas que irán desde noviembre hasta la primera quincena de diciembre, previo a la elección nacional.
Esto se debe a que, según declaró Bernardo Zúñiga, delegado del CEG a trabajadores de la sección 15 en Venta de Carpio, Estado de México, la dirigencia interina del STPRM acordó con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social adaptar los estatutos generales de acuerdo a la reforma laboral de 2019.
No obstante, estas modificaciones no se han hecho del conocimiento de los agremiados, quienes se siguen apegando al acta constitutiva aprobada en 2005.
Como parte de estos acuerdos entre la dirigencia sindical y la STPS para llevar a cabo el proceso interno se anunció una comisión electoral, pero los trabajadores denuncian que un organismo de esta naturaleza no está contemplado en los estatutos, además, no se ha presentado a sus integrantes, por lo que al ser organizado por el mismo STPRM, este termina siendo juez y parte de su propia elección.
Pese a esto, los comicios en las secciones seguirán siendo en las instalaciones de Petróleos Mexicanos y, explican trabajadores, utilizando urnas en presencia de allegados de los liderazgos actuales.
El solo registro de planillas resulta complicado ya que, mientras el Artículo 194 de los mencionados estatutos plantean que deben ser conformadas por una decena de personas, los organizadores han capitalizado el último párrafo de este apartado para elevar el número hasta alrededor de 50, valiéndose de trabas burocráticas para alentar o simplemente rechazar el trámite de registro de ciertas planillas disidentes en distintas secciones del país.
Aunado a esto, se han impuesto condiciones restrictivas para poder realizar actividades proselitistas en el periodo de 10 días contemplado para ello, tales como solo permitir a los candidatos hacer campaña durante su hora de comida, es decir, una hora al día. En tanto que las planillas oficiales cuentan con una mayor cantidad de recursos -económicos, materiales y humanos- para este tipo de objetivos.
Para conocer más sobre esta situación, Reporte Índigo entrevistó a Victoria Arredondo Lami, de la sección 31 de Coatzacoalcos, Veracruz, y aspirante a contender por la Secretaría General en el proceso nacional que se iniciará una vez concluyan las renovaciones seccionales el próximo 14 de diciembre, quien platica sobre las irregularidades registradas hasta el momento.
“Esto conlleva al desánimo de los trabajadores. No sabemos de qué manera trabajar porque dijeron que iban a reformar los estatutos desde hace mucho tiempo. Se supone que el sindicato dice que ya los reformaron, pero ni el sindicato ni la Secretaría del Trabajo nos han informado a nosotros los trabajadores cuáles fueron los cambios. Estamos trabajando a ciegas, no sabemos cuáles fueron las modificaciones que se hicieron”.
Arredondo Lami señala que este tipo de irregularidades no son nuevas, pues se han presentado en las elecciones internas del STPRM desde hace años.
Prueba de ello es su candidatura por la Secretaría General de la sección 31 en 2018, cuando enfrentó a la dirigente local Edith Carrillo Díaz, reelecta pese a llevar 18 años en el cargo. Debido a que las diferencias escalaron hasta la violencia, Arredondo impugnó el proceso.
Proceso del STPRM en vilo
Dado que sería responsabilidad del nuevo Comité Ejecutivo General velar por la correcta realización de las elecciones en las secciones como marcan los estatutos, al ser estas renovadas antes que la dirigencia nacional, existe el riesgo de que la contienda para determinar al sucesor de Romero Deschamps quede en un mero trámite, advierte Arredondo.
“No vamos a tener piso parejo, nos llevan la delantera los líderes sindicales, ahora lo estamos viendo con las elecciones. Están poniendo uno y mil pretextos para que los compañeros que quieren inscribirse para contender por su secretaría general local no lo hagan. Se supone que la Secretaría del Trabajo hizo movimientos para que eso funcionara, pues no. Aquí el sindicato quedó como juez y parte”.
Aunque su Movimiento Petroleros por la Libertad Sindical cuenta con el respaldo de alrededor de mil 400 agremiados sindicales del país, Arredondo destaca el gran temor que todavía existe a las represalias por parte de los dirigentes, dado que “los trabajadores seguimos amarrados de las manos porque el que quiere rebelarse, pelear por sus derechos, le dan duro para tenerlo callado”.
Por tal motivo, Arredondo agrega un llamado a los disidentes que estén compitiendo y busquen competir en sus respectivas secciones para unir fuerzas en un “muro de contención” contra la corrupción que ha permeado en las cúpulas del sindicato. Incluso amagando con que “si hay que impugnar, impugnamos todas las secciones para que se vea que sí queremos el cambio”.