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Los animales decomisados a la delincuencia organizada en México suman 270 veces los que hay en el zoológico de Chapultepec.
Un recuento de Reporte Indigo con base en información de una solicitud de información pública indica que, de 2006 hasta septiembre pasado, la Procuraduría General de la República (PGR) ha incautado a la delincuencia organizada y traficantes de estas especies más de 523 mil ejemplares.
En el Bosque de Chapultepec hay mil 930 animales en exhibición.
Los decomisos se tratan en su mayoría de fauna exótica cuya pertenencia es ilegal y se encuentra protegida por las leyes mexicanas. También se consideran los casos en que la Procuraduría toma posesión de un inmueble de la delincuencia organizada en que habitan estos animales, por ello es que el reporte contiene información, derivada de las actas del Ministerio Público Federal, sobre el número de animales de granja, como aves y ganado.
El informe otorgado por la Dirección General de Control y Registro de Aseguramientos Ministeriales de la PGR detalla que han sido decomisados animales prácticamente de todas las especies. Van desde leopardos y leones hasta ratones, lémures y burros. La lista de incautaciones incluye también diferentes tipos de serpientes y aves exóticas.
Excéntricos y diversos
Uno de los excesos del narcotraficante colombiano Pablo Escobar fue haber traído de manera ilegal cuatro hipopótamos de África a América en los años 80.
Hoy en día los hipopótamos se han reproducido y su temperamento salvaje y su territorialidad representa una amenaza para otras especies en Colombia y para los pobladores cercanos a la famosa Hacienda Nápoles, propiedad del extinto capo.
La autoridad de ese país sudamericano no sabe qué hacer con ellos. En eso se centra el documental “Los hipopótamos de Pablo”, producido por Discovery Channel.
La BBC de Londres ha abordado el tema de los hipopótamos y ha planteado, de acuerdo con opiniones de expertos, que las salidas más viables son la esterilización o el sacrificio de los hipopótamos, pero hay instancias protectoras de animales que rechazan las medidas.
En México, el crimen tampoco se ha resistido a la tentación de poseer fauna salvaje y exótica.
En 2008, la Policía Federal hizo un operativo en una residencia que tenía alberca y un jacuzzi al aire libre ubicada en la zona del Desierto de Los Leones en el que decomisó seis felinos y un primate. La autoridad calculó que para mantener esa fauna en la casa, presunta propiedad de integrantes del cártel de los Beltrán Leyva, se gastaban alrededor de 4 mil pesos por día.
En febrero de 2013, la Policía Estatal de Jalisco incautó dos tigres y algunos venados en un predio que supuestamente estaba resguardado por hombres armados y al que se llegó tras una denuncia ciudadana. En el sitio, ubicado en el municipio de Yahualica de González Gallo, en los linderos con Zacatecas, no hubo reporte de detenidos y la policía encontró un narcolaboratorio. Los hombres que resguardaban el inmueble huyeron al cerro en cuanto vieron a los uniformados, según los reportes oficiales.
El 18 de septiembre de 2011 la policía decomisó en un rancho de Toluca más de 200 animales en una hacienda de 6.5 hectáreas que presuntamente pertenecían a Jesús “El Rey” Zambada, quien mantenía la propiedad y atención del rancho pese a que fue detenido en 2008.
Los animales se encontraban en buen estado, pese a lo cara que resulta la manutención de animales salvajes en cautiverio.
En el grupo de animales había desde mulas, felinos, hasta pavorreales y avestruces. Apenas dos días antes de la captura de “El Rey” Zambada, la policía había confiscado dos tigres y dos leones de una casa que utilizaba una banda narcotraficante en las afueras boscosas de la Ciudad de México en ese mismo año.
En 2014 fue allanada una propiedad que presuntamente pertenecía a Joaquín “El Chapo” Guzmán en la que fueron localizados -además de dólares, armas y obras de arte- ocho leones y un tigre.
Cautivos del poder
Apenas en febrero pasado fue desmontado “un zoológico particular” en Tehuacán, Puebla, donde los animales estaban hacinados y sufrían faltas al trato digno, de acuerdo con la información que difundió la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa). El sitio era propiedad del diputado panista Sergio Gómez Oliver.
“Funcionarios e inspectores de la Subprocuraduría de Recursos Naturales constataron que en dicho zoológico existe nula ambientación en los recintos, no hay cuartos de noche ni pisos adecuados, situaciones que provoca en algunos ejemplares conductas violentas estereotipadas, lesiones y peleas entre ellos, por la falta de espacio y compatibilidad”, indicó la Procuraduría.
“Se verificaron 240 ejemplares de vida silvestres (entre los que sobresalen felinos, herbívoros, primates y aves), de los cuales 101 fueron asegurados de manera precautoria: 92 por faltas graves al trato digno y respetuoso y nueve debido a que durante la inspección no se acreditó su legal procedencia”, detalló la dependencia en esa información.
Yucatán, a la cabeza
La entidad que encabeza el decomiso de ejemplares es Yucatán, que reporta en estos caso 10 años el decomiso de 470 mil 156 ejemplares. En su mayoría se trata pulpo octopus maya -especie también conocida como pulpo rojo-, cuya pesca continuamente se encuentra en veda debido a que debe ser regulada. En 2014, la PGR decomisó 297 mil 140 pulpos rojos, en lo que es la incautación más grande de animales cuya posesión está prohibida por las leyes mexicanas.
En ese mismo estado y también en 2014, la PGR decomisó 170 mil 460 ejemplares de pepino de mar, cuya pesca está prohibida.
El pepino de mar es una especie incluida en la Norma Oficial Mexicana 059, bajo la categoría de “protección especial” e incluida en la Convención Sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) y requiere un permiso para su exportación o comercialización internacional.
De acuerdo con el Código Penal Federal, se impondrá pena de uno a nueve años de prisión y por el equivalente de trescientos a tres mil días de multa para quien trafique con esta especie.
En mayor número de decomisos de animales sigue Sonora, con 20 mil 75 ejemplares, en su mayoría curvinas golfinas, pescados de los que se incautaron 20 mil en 2013. Se enlistan 28 aves “de diferentes tamaños y plumajes de colores” y 30 camarones con tintes azulados y 17 totoabas, pescados que en Asia son considerados un manjar al que se le atribuyen efectos afrodisíacos. También se decomisó en esta década un equino y un tecolote.
Le sigue en decomisos el Distrito Federal, donde se reportan 11 mil 394 aseguramientos. En la capital del país se reporta la mayor variedad de especies incautadas, desde peces, aves hasta reptiles como lagartos e iguanas verdes y felinos. Los aseguramientos más numerosos corresponden a 3 mil 115 pepinos de mar y mil 896 huevos de tortuga marina.
En el Distrito Federal hay reporte de decomiso de búfalos, bisontes, camellos, antílopes, gaúres, cuernos largos, oryx, hipopótamos y hasta una jirafa.
En Quintana Roo la autoridad incautó 6 mil 280 ejemplares de vida silvestre, en su mayoría fauna marina encabezada por 3 mil 36 ejemplares de pepino de mar y 2 mil 79 isostichopus badionotus, conocido como pepino de mar con chispas de chocolate. Además, fueron decomisadas en esta década mil 63 langostas espinosas del Caribe.
El tráfico de vida silvestre no sólo comprende ejemplares vivos, sino también productos derivados de éstos. En Guerrero suman 3 mil 872 decomisos, en su mayoría se trata de huevos de tortuga, de los que se incautaron 3 mil 197, en 2013 y 2014. En el resto de los años que contempla el reporte, no hay decomisos de huevos de tortuga.
Incrementa el tráfico ilegal
Desde 2013, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) alertó en un estudio denominado “Tráfico ilegal de vida silvestre” que había un incremento notable en el fenómeno. En ese año la PGR detalla que fueron decomisadas más de 22 mil animales a traficantes y delincuencia organizada, mientras que los años anteriores el promedio no era mayor a 2 mil ejemplares.
“En los últimos años el tráfico ilegal de vida silvestre ha aumentado de manera notable, a pesar de los esfuerzos gubernamentales, probablemente como consecuencia de que representa un negocio ilícito atractivo por la disponibilidad de grandes ganancias y la naturaleza de bajo riesgo del delito”, indica el estudio editado en 2013.
El informe indica que el tráfico ilegal de animales pone en riesgo no sólo a la flora y fauna del país y del mundo, sino también a la seguridad nacional e internacional, así como al desarrollo social y económico.
“Influenciada por diversos factores culturales, sociales y económicos, la erradicación de esta actividad representa un reto para México. Reconocer sus repercusiones ambientales, sociales y económicas es el primer paso en la lucha contra su erradicación, ya que su naturaleza exige un enfoque sistémico e integral.
“La gran escala que ha alcanzado en los últimos años exige esfuerzos de cooperación y colaboración, nacional e internacional, entre los distintos órganos de gobierno, las organizaciones no gubernamentales y necesariamente la sociedad civil. Es crucial comprender y valorizar el alcance de las acciones que puede llevar a cabo esta última desde dos frentes: la disminución de la demanda de vida silvestre, ya que es el motor que empuja la oferta y la denuncia ciudadana, que juega un papel trascendental en la lucha contra el tráfico ilegal de vida silvestre”.
Un año después de la publicación del informe, en 2014, la PGR reporta el decomiso de más de 480 mil ejemplares de vida silvestre, principalmente de pulpos rojos y pepinos de mar.